POLÍTICA MONETARIA

El BCE mantendrá los tipos de interés en el 4,5% y enfriará la expectativa de recortes antes de la primavera

Los analistas esperan un primer descenso de las tasas para junio de 2024 y medidas más contundentes en 2025

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una imagen de archivo.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, en una imagen de archivo. / BANCO CENTRAL EUROPEO

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El Banco Central Europeo (BCE) se dispone a mantener sin cambios los tipos de interés en el 4,5% en su reunión de política monetaria de este jueves, la última del año 2023. Sería la segunda vez que el Consejo de Gobierno del BCE conservase las tasas al nivel fijado en septiembre de este año, una cifra que no se alcanzaba desde julio de 2022. Para los mercados no sería una sorpresa dados los últimos datos de inflación de la eurozona y la ralentización económica ya patente en todos los sectores. De ahí que estén más atentos a las declaraciones posteriores de la presidenta Christine Lagarde para discernir cuándo se darán los primeros descensos de los tipos de interés. Por el momento, los expertos auguran una primera bajada bien entrado el año 2024, no antes de junio de 2024, con el objetivo de enfriar el optimismo que recorre los mercados desde los primeros frenazos de incrementos de tasas del BCE y de la Reserva Federal estadounidense (Fed).

Los mercados dan por hecho una moderación de la política monetaria del banco central debido al último dato de inflación de la zona euro, situado en 2,4% en noviembre, ya que el consenso esperaba una cifra tres décimas por encima. Al mismo tiempo, la inflación subyacente se encuentra en el 3,6% debido al aligeramiento de los precios energéticos. Actualmente, los mercados están valorando en torno a seis recortes de tipos para el próximo año, con recortes que comenzarían ya en marzo. Una de las razones para defender esta postura es la decisión de la Fed de mantener una vez más sus tipos de interés en la horquilla de entre el 5,25% y el 5,50%, el nivel más alto en 22 años. La institución busca un "aterrizaje suave" que permita acercarse al objetivo del 2% de inflación mientras se ralentiza el crecimiento económico del país sin caer en recesión.

Sin embargo, los expertos creen que todavía es muy pronto para ver un cambio radical. "Seguimos siendo escépticos en cuanto a que el BCE realice recortes de tipos tan pronto como espera el mercado, ya que las perspectivas de la inflación subyacente siguen siendo inciertas", asegura Konstantin Veit, portfolio manager de PIMCO, "no esperamos que el BCE introduzca cambios radicales en las orientaciones de reinversión en la reunión de diciembre". Eso sí, aunque sí cabe la posibilidad de que el banco central comience a debatir las modificaciones de la actual estrategia de reinversión esta mañana, desde PIMCO creen que será más probable que los detalles operativos se comuniquen en el primer trimestre y que la reducción parcial "comience probablemente en abril del próximo año".

En la misma línea se expresa Raphael Olszyna-Marzys, economista internacional en J. Safra Sarasin Sustainable AM. El analista cree que Lagarde se esforzará en recordar que la inflación subyacente sigue siendo demasiado elevada y que hay que seguir avanzando para reducir la inflación salarial. "Desgraciadamente, hasta la primavera el Banco no tendrá más certezas al respecto. En resumen, la presidenta Lagarde insistirá en que es demasiado pronto para sacar conclusiones precipitadas", comenta. Para Martin Wolburg, economista senior en Generali Investments, es "improbable" una bajada de tipos en primavera, aunque admite estar indeciso "entre junio y septiembre". "Nos parece ligeramente más probable que el BCE inicie su ciclo de recortes de 25 puntos básicos trimestrales ya en junio", señala el experto, añadiendo que es probable que el BCE recorte 75 puntos básicos los tipos a lo largo de 2024.

Precisamente el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, advertía el pasado lunes en el I Foro Financiero de Prensa Ibérica del elevado optimismo de las bolsas y de las "comprimidas" primas de riesgo que se están dando en la eurozona en este final de año como consecuencia de la moderación de la inflación. "Los mercados están descontando un aterrizaje suave de la economía europea y esto está comprimiendo las primas de riesgo y la toma de muchos riesgos por parte de los fondos de inversión. En un entorno de sorpresas negativas, el sector de los fondos de inversión de alto riesgo puede generar una situación de mucha inestabilidad y vulnerabilidad", señaló.

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Y si bien no se esperan nuevas subidas, ni siquiera por parte de 'halcones' como Isabel Schnabel, Gilles Moëc, economista jefe de AXA Investment managers opina que "será necesario esperar hasta 2025 para que la inflación vuelva a situarse en el objetivo (del 2%), una perspectiva que no justifica recortes anticipados". Moëc prevé un primer recorte de las tasas para junio de 2024, aunque la velocidad de la desinflación hace plausible que se adelante al segundo trimestre. Aun así, "no vemos por qué el BCE querría entablar este debate ahora mismo. Creemos que es mejor mantener un "rumbo estable", explica. "El Consejo de Gobierno del BCE debería mantener el statu quo sobre la facilidad de depósito, indicar que siguen dependiendo de los datos e intentar convencer al mercado de que el recorte previsto para marzo es demasiado pronto, pero que sigue abierto a un movimiento más adelante en 2024”, añade.

Para los analistas de Bank of America, aunque reconocen que las opciones de un recorte en abril han aumentado, subrayan que aún no son obvias. "Nos atenemos a un primer recorte trimestral en junio y medidas más rápidas en 2025", apuntan, mientras que contemplan la posibilidad de que el BCE decida finalizar antes de lo esperado las reinversiones de su programa de compra de deuda por la emergencia pandémica, PEPP. En la actualidad, la intención del BCE es reinvertir los vencimientos del programa de compras de emergencia (PEPP) hasta al menos finales de 2024. Continúan siendo la primera línea de defensa en el frente antifragmentación, aunque Veit apunta que el BCE podría vislumbrar un recorte "más temprano" de las reinversiones del PEPP.