Ten tu casa a esta temperatura: sin sustos en la factura de la luz

El frío ha llegado de manera generalizada. Cuando menos lo esperábamos los termómetros empezaron a estar por debajo de los 10 grados en gran parte del país. La bajada de temperaturas ha significado comenzar con el periodo de calefacción en nuestras casas. Pero, algo que sigue preocupando son los altos precios que nos encontramos en las facturas de la luz a final de mes. Por ello, en muchos hogares deben recortar la duración de la calefacción y no ponerla durante tanto tiempo.

Por ello, hay algunas formas que permitirán ahorrar dinero en las facturas de calefacción. Uno de esos trucos incide directamente en la temperatura a la que hay que poner la calefacción, ya que un uso inadecuado de las temperaturas, puede provocar que la factura de la luz se dispare.

La temperatura a la que debemos poner la calefacción

Muchas veces pensamos que se ahorra más poniendo la calefacción solamente durante un par de horas al día. Pero, este pensamiento es completamente falso.

Si la casa está muy fría, la calefacción tendrá que hacer un gran trabajo para calentar la casa, lo que aumentará el consumo considerablemente.

• Durante el día es recomendable tener la temperatura de la calefacción en un rango que se mueva entre los 19 y los 21 grados, consiguiendo una temperatura agradable en toda la casa.

• Durante la noche debemos bajar la temperatura de la calefacción y debe oscilar entre los 15 y los 17 grados.

Algunas cosas a tener en cuenta sobre los radiadores

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Es importante purgar los radiadores. Sobre todo antes de encenderlos por primera vez. Con esta pequeña acción conseguiremos eliminar las pequeñas burbujas de aire que se acumulan en su interior.

Si piensas que cubrir los radiadores con ropa húmeda es una buena opción, debes saber que estás equivocado. Al poner la ropa encima, el radiador tiene que trabajar mucho más para calentar la casa. Por último, recuerda aislar las puertas y las ventanas para reducir la pérdida de energía.