EMPRENDEDORES

Totcartó, la empresa alicantina que hace que las cajas huelan a lavanda y jazmín

La compañía de Ibi ha lanzado un 'packaging' con aromas a través de un proyecto en el que participan la Universidad Politécnica de Valencia y el instituto tecnológico AIJU

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Dos empleados de Totcartó huelen una de las cajas de la empresa.

Dos empleados de Totcartó huelen una de las cajas de la empresa. / Juani Ruiz

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La innovación, ese concepto que se ha convertido en imprescindible para garantizar la competitividad empresarial, resulta de difícil aplicación cuando afecta a sectores industriales tan tradicionales como el de las cajas de cartón. Sin embargo, hay una empresa en el municipio alicantino de Ibi, Totcartó, que, fruto de un proceso de investigación liderado por la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) y el Instituto Tecnológico del Producto Infantil y de Ocio (AIJU), ha dado un paso al frente en esta materia desarrollando un packaging que lleva aparejado toda una experiencia olfativa. Lavanda, jazmín, citronela y jabón de Marsella son algunos de los aromas que acompañan no solo a las cajas, sino también a las perchas de cartón que fabrica la misma compañía, en lo que es un proyecto que le ha valido, incluso, el reconocimiento de la Unión Europea (UE) dentro de sus políticas de lucha contra el cambio climático.

Totcartó es una compañía que bebe de la experiencia acumulada a lo largo de 25 años, toda vez que en sus orígenes fue una litografía que trabajaba para la industria juguetera, de gran peso tanto en Ibi como en el resto de la comarca de la Foia de Castalla. "Sin embargo, a la vista de que muchas empresas decidieron reorientarse hacia otros sectores, nosotros también optamos por salirnos un poco de este mundo y enfocarnos hacia el embalaje, en lo que, sin duda, ha sido un gran acierto", explica el director de Proyectos, Felipe Cerdá. 

Cambio de estrategia

Ese giro en la estrategia aconteció hace cinco años, lo que comportó una fuerte inversión en el cambio de maquinaria y también en la renovación de instalaciones, de manera que en la actualidad la compañía dispone de dos plantas de producción, una dedicada a los envases alimentarios y otra destinada al packaging, pasando de los apenas cinco trabajadores que tenía en sus inicios a los 30 actuales.

Y todo ello gracias a un espíritu innovador que ha alcanzado su máxima expresión con el lanzamiento, recientemente, de las cajas aromáticas. Según Cerdá, la iniciativa está basada en un proceso de investigación de la UPV y el AIJU, con sede en Ibi, que han desarrollado unas microcápsulas que en este caso, aplicadas sobre el cartón, desprenden los aromas al contacto. Es decir, la experiencia olfativa se desencadena cuando las cajas se tocan o manipulan, y no de una manera permanente, lo que evita que en los almacenes los olores estén presentes en todo momento. 

Por ahora, los aromas que se están aplicando son los denominados limpios, como la lavanda, el jazmín, la citronela, el jabón de Marsella e, incluso, el césped recién cortado, y están teniendo una gran acogida entre las empresas dedicadas a la comercialización de ropa y, particularmente, las que se dedican al comercio electrónico. "Gracias a esta innovación -recalca el director de Proyectos-, las firmas pueden conectar por otra vía con sus clientes. Porque supone toda una experiencia recibir un paquete en casa y disfrutar de unos aromas totalmente inesperados".

Esta gama de olores supone solo el principio dado que, siempre de la mano de los socios tecnológicos, se está trabajando en la obtención de aromas de chocolate y café. Cerdá destaca que trabajan "con productores de turrón y de café, y les gustaría que sus embalajes oliesen a los productos que comercializan". "En cualquier caso, el desarrollo es costoso y hacen falta estudios previos", añade.

La compañía tiene la exclusividad para la aplicación de estas microcápsulas en cartón, lo que les ha llevado también a utilizarlo en perchas elaboradas con este material reciclado. Se trata de un proyecto enfocado a aportar una opción más sostenible a comercios, al merchandising y a eventos corporativos, que ha sido seleccionado por el denominado EIT Climate-KIC, un programa impulsado por el Instituto Europeo de Innovación y Tecnología, dependiente de la UE, que respalda el emprendimiento en aquellas iniciativas que contribuyen a la lucha contra el cambio climático. Totcartó, asimismo, ha realizado también incursiones en el sector hotelero, fabricando tiras aromáticas de desinfección para los baños de las habitaciones. 

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Esta es la vertiente más innovadora de la empresa, pero, más allá de eso, gran parte de su negocio está centrado en los envases estándar de cartón para la alimentación, trabajando para cadenas tan conocidas como los supermercados Masymas y Consum, entre otras, así como para varias firmas hortofrutícolas.

Con todo ello, la compañía da salida a tres millones de metros de cartón al año, con un mercado principalmente nacional, y con exportaciones también a Portugal y Francia. El ejercicio pasado cerró con una facturación de 2,2 millones de euros y para este se espera un crecimiento del 35%, hasta los tres millones. El progreso ha sido más que notable, teniendo en cuenta que hace cinco años la cifra de negocio apenas superaba los 250.000 euros.