Se revaloriza un 18% este año

Telefónica: un campeón del dividendo al que le pesa la deuda de César Alierta

César Alierta, en una foto de archivo. 

César Alierta, en una foto de archivo.  / EP

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José María Álvarez-Pallete llegó a la presidencia de Telefónica el 8 de abril de 2016. El directivo madrileño, licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Complutense de Madrid, llevaba una vida en la operadora de telefonía. Empezó a trabajar en 1999 como director general de Finanzas, de ahí pasó a la presidencia de Telefónica Latinoamérica y Telefónica Europa (incluida España) hasta ocupar el cargo de consejero delegado y mano derecha de César Alierta en 2012. La 'teleco' desde su llegada arrastra una caída en bolsa del 28% y su capitalización le convierte en la novena compañía más valiosa del Ibex 35 con 22.150 millones de euros. El grupo llegó a valer 106.370 millones de euros en el año 2000 cuando alcanzó sus máximos históricos en bolsa.

Esta situación de debilidad en el Ibex 35 fue uno de los motivos que hizo que este martes la compañía de telecomunicaciones Saudi Telecom irrumpiera en el capital de Telefónica con el 9,9% de sus acciones al invertir 2.100 millones de euros y se conviertiera en su primer accionista por delante de BBVA (4,87%), BlackRock (4,48%) y CaixaBank (3,5%). La operación saudí se estructura en una compra directa del 4,9% del capital y otro 5% a través de instrumentos financieros. La última palabra, en cualquier caso, la tendrá el Gobierno que podrá tumbar la adquisición por tratarse de una empresa estrátegica con presencia en el sector de la Defensa a través su filial de ciberseguridad y satélites.

"El mercado ve en Telefónica una compañía que tiene un buen negocio, pero que podría mejorar en la gestión. La acción está barata respecto a sus beneficios, pero tiene una competencia brutal en su sector. El coste de la deuda le pesa aunque está en un proceso de desapalanciamiento que viene de lejos y creemos que ese es el camino para revertir la situación. Desde sus mínimos históricos, que fueron en la pandemia, se revaloriza un 38%", explica Darío García, analista del bróker XTB.

La deuda es una de las claves que marcan la gestión de Álvarez-Pallete. En ocho años ha reducido el pasivo de la 'teleco' en un 48%. El 'primer espada' de la mayor 'teleco' española se encontró con un pastel envenenado cuando asumió la presidencia de la compañía: un pasivo de 53.000 milllones. Su antecesor, el aragónes César Alierta se dedicó a abrir nuevos mercados en América Latina, comprar infraestructuras de telecomunicaciones y multiplicar el tamaño del grupo gracias al endeudamiento. Telefónica arrastra ahora una deuda de 27.479 millones, con un ratio de endeudamiento -proporción de financiación ajena que posee una empresa frente a su patrimonio- del 26% y una deuda sobre el beneficio operativo (ebitda) de 2,6 veces.

Esto le deja como la cuarta 'teleco' europea con mayor deuda sobre las ganancias que genera su negocio sólo superada por Telecom Italia, que arrastra problemas financieros desde hace años, la sueca Telia y la alemana Deutsche Telekom entre las once grandes cotizadas del sector. En el primer semestre del año los pagos de intereses se elevaron hasta un 4,9% debido a pagos extraordinarios, aunque desde la compañía apuntan que "el coste efectivo de los pagos de intereses relacionados con la deuda -últimos 12 meses- se sitúa en el 3,47% a junio de 2023".

"Cerca de un 77% de su deuda es a tipo fijo, sin embargo si los tipos de interés se consolidan cerca del 4% a medio plazo esto va a suponer un mayor coste financiero para una compañía como Telefónica. La reducción de su pasivo se ha hecho vendiendo negocios y esto hace que cada vez sea una empresa más pequeña. Otro problema que arrastra la operadora es que la rentabilidad del capital está por debajo del coste de capital, ya que sus negocios en España -30% de su negocio- y Ámerica Latina tienen una rentabilidad financiera (ROE) baja", comenta el analista de GVC Gaesco Juan Peña.

La rentabilidad financiera media del sector se encuentra en el 13,6% y la del antiguo conglomerado público español es del 6,15%, en la franja baja si se compara con el 36% de Deutsche Telekom, del 25% de la neerlandesa KPN o del 20% de Vodafone, según los datos que recopila Reuters.

Peña también sostiene que el sector de las telecomunicaciones en Europa se encuentra herido de muerte mientras la Comisión Europea defienda una competencia tan encarnizada entre las más de 150 compañías que se estima que operan en el Viejo Continente, a diferencia de China donde sólo hay tres grandes empresas o Estados Unidos donde el pastel se lo reparten entre tres grandes operadoradoras como AT&T, Verizon y T-Mobile. En España a la competencia que Telefónica mantiene con Orange y Vodafone, hay que sumarle la de MásMóvil, Digi, Finetwork y las operadoradoras regionales como Parlem y locales.

"La Comisión Europa ha protegido mucho al consumidor y a su vez ha desprotegido a las compañías liberalizando un sector que tiene que hacer fuertes inversiones en tecnología, por lo que la deuda, en general, es abultada en casi todas las empresas", arguye el analista de GVC Gaesco. "Mientras los inversores no vean una consolidación del sector las cotizaciones van a seguir hundidas. El mercado no se fija tanto en la deuda sino en la competencia y la estrechez de los márgenes. La clave del sector es que Bruselas acepte la fusión entre Orange y MásMóvil", argumenta.

Mientras la consolidación no llega Pallete podría desprenderse en los próximos años de su negocio en América Latina para hacer caja, con la excepción de Brasil que es una de las joyas de la corona. La 'teleco' cuenta con presencia en Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, Perú, México, Uruguay y Venezuela que le reportan el 11% de su beneficio operativo. También podría desinvertir en su negocio de torres, Telxius, en el que el 30% ya está en manos de Amancio Ortega a través de la sociedad instrumental Pontegadea.

El dividendo atrae a los saudíes

"Se trata de una gran oportunidad de inversión que nos permite utilizar nuestro sólido balance y mantener al mismo tiempo nuestra atractiva política de dividendos", apunta STC en un comunicado que justifica su entrada en el capital de la operadora española.

Telefónica cuenta con una rentabilidad por dividendo del 7,8%, lo que le convierte en un rey en la retribución al accionista en el Ibex 35 sólo superado por empresas como Enagás, Endesa o Mapfre. En su sector sólo cuentan con un retorno mayor por dividendo las escandinavas Telia y Telenor, ya que en el caso de Vodafone la cifra repunta por las caídas anuales en bolsa. La operadora se revaloriza desde el comienzo de año un 18%.

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Ese 7,8% de dividendo es muy superior al 3,7% de las Letras y bonos del Tesoro español a seis y nueve meses. Telefónica paga 0,30 euros por acción como dividendo, que supone el 90% del beneficio anual de la compañía -en la jerga bursátil, payout-. Esto le convierte en la empresa europea del sector que más retribuye a sus accionistas. El próximo 14 de diciembre pagará la mitad de ese dividendo, 0,15 euros por título.

"La política de dividendos es una cuestión generacional, la gente joven no ve mucho atractivo a una acción con un retorno por dividendo tan alto", sostiene García. Un dividendo alto en bolsa se puede llegar a considerar hasta contraproducente, ya que manifiesta la incapacidad de la compañía de invertir ese dinero en proyectos de crecimiento futuros. También puede generar que muchos inversores y fondos que rigen su política de inversión en el cobro de dividendos salgan de la compañía y con ello se produzcan caídas de la cotización.