Sector financiero

Sostenibilidad en la banca, ¿motor de transformación o ‘greenwashing’?

Los 60 mayores entidades bancarias del mundo han concedido al sector de los combustibles fósiles 4.600 millones de dólares, según el informe ‘Banking on climate chaos’

Sucursal del Hong Kong and Shanghai Banking Corp (HSBC) en Tokio (Japón)

Sucursal del Hong Kong and Shanghai Banking Corp (HSBC) en Tokio (Japón) / 'activos'

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A siete de cada 10 españoles les gustaría que su banco se volviera más sostenible, mientras que la mitad de la población estaría dispuesta a cambiar de entidad en busca de un mayor compromiso con el medio ambiente, la sociedad y la gobernanza empresarial, como señala una encuesta realizada por la plataforma de servicios financieros Mambu. Incorporar estos valores se ha convertido en algo vital para los bancos al traer clientes e inversores, cada vez más exigentes. No es de extrañar que, en este contexto, existan algunos bancos que traten de obtener competitividad vistiendo productos y prácticas poco respetuosas con el medio ambiente o la sociedad como si realmente lo fueran. Algo que cada vez es más arriesgado.

El banco de Hong Kong HSBC es un ejemplo. Se vio obligado por las autoridades supervisoras a retirar una campaña publicitaria en que se destacaba que había compromisos con "cero emisiones", pero que no mencionaba importantes inversiones en proyectos relacionados con combustibles fósiles y con la deforestación. De hecho, los 60 mayores bancos mundiales han concedido financiación al sector de los combustibles fósiles por valor de 4.600 millones de dólares, según el informe Banking on climate chaos.

Por otro lado, en mayo de 2022, jueces alemanes ordenaron el registro de varias oficinas del gigante bancario alemán Deutsche Bank, así como de su empresa de gestión de activos, DWS, en Fráncfort. Las investigaciones versaban sobre un presunto fraude a los consumidores, a quienes se les ofrecía supuestamente productos como verdes y sostenibles, cuando no lo eran.

Esta mala praxis se denomina greenwashing y se ha tratado de evitar en numerosas ocasiones por parte de organizaciones internacionales. A pesar de que la ciencia urge a limitar el calentamiento global, no se restringe en muchas ocasiones la financiación a proyectos de petróleo o de gas.

Importantes penalizaciones

Esto ocurre en cualquier tipo de empresa. De hecho, un grupo de 17 especialistas designados por el secretario general de la ONU presentó el pasado año en la COP27 un estudio en el que traza una serie de líneas rojas para evitar el lavado verde de entidades no estatales. Una de ellas es no declararse "cero neto" mientras se siga construyendo o invirtiendo en combustibles fósiles. "Si luego se descubre que la entidad no es sostenible, entonces hay una penalización, que es mucho más grande que el beneficio que ha podido tener. El riesgo es un daño reputacional muy importante", señala Elisa Aracil, profesora de Economía de la Universidad Pontificia Comillas- ICADE e investigadora en el Instituto de Investigación Tecnológica de la misma universidad. Otras actividades que no serían aceptables en este sentido podrían ser la deforestación, la inversión en armas o la comercialización de créditos que carecen de integridad. Todos estos parámetros se registran en la información no financiera de las empresas, algo que se estima que va a ganar peso en los próximos años.

"Existe una creciente importancia de la sostenibilidad no solo para los clientes y los inversores, también para nuestros propios empleados y las comunidades en las que operamos", señala Marta Aisa, directora de Banca Responsable de Santander España. La especialista explica que el banco mantiene un diálogo activo con clientes, empleados, accionistas y la sociedad para saber qué temas preocupan. "La sostenibilidad no solo suma sino que, no ser sostenible, lejos de ser neutro, resta", añade.

¿Pero los usuarios cómo pueden reconocer qué productos financieros son sostenibles? "El cliente, salvo en los fondos de inversión que son más transparentes, tiene fácil saber si invierte en algo verde o no", subraya Ricardo Zion, profesor de finanzas de EAE Business School. Aunque añade que más del 50% de las inversiones en fondos en Europa ya cumplen con el criterio de sostenibilidad. 

Los inversores deberán preguntarse, en primer lugar, qué supone para ellos la sostenibilidad y a "cuánta rentabilidad se está dispuesto a renunciar en cada inversión", indica Aracil. Cerciorarse con los reportes de cada empresa si proporciona financiación a organizaciones contaminantes sería un segundo paso, explica Severiano Solana, director de estrategia y seguimiento de sostenibilidad en CaixaBank. Hay entidades que miden incluso la huella de carbono de los empleados, además de la de los productos de inversión. En la página web de cada banco, además, se puede apreciar asimismo todos aquellos productos que disponen de una etiqueta verde.

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En el caso del Santander, se pueden identificar estos productos en la página web de la entidad, donde aparecen bajo un epígrafe de sostenibilidad. La directora de Banca Responsable del banco señala que parte de esta oferta de valor no es solo financiera sino que incluye servicios de divulgación, información y asesoramiento en la toma de decisiones de financiación. "Las entidades financieras estamos sometidas a un lógico escrutinio sobre nuestro desempeño en sostenibilidad", señala Aisa.

En CaixaBank, se tienen en cuenta las emisiones de carbono, la importancia de la movilidad sostenible en los fondos e inversiones y los bonos que colaboran en materia de sostenibilidad, además de programas de voluntariado, problemas de aislamiento financiero y otros temas de tratamiento de la España rural y vaciada. En esta línea, Solana sostiene que el camino de la sostenibilidad "lleva mucho trabajo detrás y hay que tomárselo muy en serio si se quieren revisar todos los procesos y todas las decisiones que toma un banco en su día a día". En definitiva, los expertos consideran que la calificación más importante es ser capaz de contar lo que das a la sociedad y que además llegue a las personas para que, con toda la información en la mano, sean capaces de opinar.