Tecnologías

Avatarización, humanos artificiales, consumo contextual: ¿cómo dominar el metaverso?

El contexto inmersivo y multisensorial a través de tecnologías emergentes representa un cambio radical en el modo que pasamos tiempo en internet. Este nuevo entorno atrae inversiones millonarias

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‘Gamers’ frente a la misoginia

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Algunas culturas de la antigüedad ya se interesaban por la experiencia extracorporal, la sensación de estar flotando en el aire, fuera del cuerpo, llegando a la autoscopia e incluso a proyectarse en otros lugares. E igualmente por los sueños lúcidos en los que, entrando dentro de tu sueño, te das cuenta de que estás soñando. Estas capacidades fueron cortadas de raíz de la conciencia humana quizá debido al materialismo pragmático. Sin embargo, vivimos en una época en la que los sueños se pueden hacer realidad.

Los metaversos añaden la posibilidad de experimentar de forma alternativa algunas actividades de nuestras vidas. El hecho de que sea una experiencia nueva y fresca para muchos ha hecho que el término se popularice y ha dado lugar a la creación de múltiples plataformas, al nacimiento de conceptos como el BTA (business to avatar) y a que algunos vaticinen un cambio en la hegemonía digital con la posibilidad de que triunfe alguna alternativa alejada de una big tech.

Nos introducen en un contexto inmersivo y multisensorial a través de tecnologías emergentes y mediante el uso de diferentes dispositivos de acceso, gracias a la convergencia de múltiples tecnologías, realidad extendida (VR+AR), motores de juegos, mundos virtuales, infraestructura para cryptos, NFT y economías virtuales, haciendo realidad las posibilidades del internet 3.0: un nuevo modelo de relaciones con los usuarios, ofreciendo comunidades de redes distribuidas donde se puede gestionar la propiedad privada digital. Pero, también, los metaversos representan un cambio radical en el modo que pasamos tiempo en internet. De hecho, el terreno de juego, la apuesta estratégica y el combate empresarial que presenciamos es ese: la puerta de entrada a la conectividad, debido a la ventaja posicional que representa. Es decir, cuál será la elección de los internautas (cada vez más numerosos y pasando más tiempo en el medio), entre navegadores, buscadores hegemónicos, redes sociales, metaversos o los nuevos entrantes, como las inteligencias artificiales.

Atraer inversión

El mundo físico e internet se fusionan en un entorno phygital que atrae inversiones millonarias por parte de la industria tecnológica y de otras, el mundo del entretenimiento y ocio, la educación y el retail, que ven las posibilidades de negocio, un mercado estimado en 800.000 millones de dólares en 2024, más allá de la creación y compartición de contenido en cualquier momento y lugar que representaba el internet 2.0 dominado por las redes sociales y la movilidad.

Meta, empresa desarrolladora, tiene control sobre los activos y puede echar a cualquiera que incumpla las normas 


Debemos informarnos e investigar sobre conceptos como la avatarización, los humanos artificiales, el consumo contextual, los metainfluencers, metagrids y parcelamientos, gracias a la relación entre metarverso/blockchain y criptos. Y al representar una economía paralela podríamos debatir sobre las posibilidades de nuevos modelos de negocio e incluso sobre el derecho digital.

Los metaversos centralizados están controlados por una sola compañía que maneja todos los aspectos relacionados con el mundo virtual. Este es el caso de Meta: la empresa desarrolladora tiene control sobre los activos teniendo la opción de expulsar a cualquiera que incumpla cualquier norma impuesta y no permite el uso de criptomonedas y NFT como economía del juego.

Decidir sobre el futuro

En los metaversos descentralizados los usuarios tienen el poder de decidir sobre el futuro del mundo paralelo, la posibilidad de gestionar autónomamente sus activos, invertirlos y cambiarlos. Así, Decentraland pueden realizar acciones relacionadas con la compra de parcelas en las que pueden construir y posteriormente vender. En su marketplace se pueden vender activos como avatares, dispositivos portátiles y nombres. La plataforma Sandbox funciona a través de smart contracts permitiendo a los desarrolladores monetizar experiencias dentro de sus parcelas digitales. Permite crear galerías digitales y otro tipo de activos que puedan generar ingresos pasivos a los jugadores. Somnium Space está construido sobre Ethereum, es de código abierto y ha sido diseñado para funcionar a través de dispositivos de realidad virtual.

Por otro lado, Roblox facilita un espacio on-line en el que los usuarios puedan construir mundos de diferentes tamaños y materiales con el objetivo de poder construir una "coexperiencia humana" en donde compartir experiencias inmersivas sin fronteras. Ha tenido tanto éxito en los últimos años que cuenta, según datos de su página web, con 9,5 millones de desarrolladores, han generado 24 millones de experiencias y usado la plataforma un aproximado de 73.100 millones de horas. Por su parte, Nike ha creado Nikeland, espacio en donde los usuarios pueden participar en diferentes actividades deportivas a través de minijuegos y conseguir recompensas. Por último, Cryptovoxels, orientado a creadores cuyo objetivo es promover la interacción social. En este universo se permite hacer vida, socializar con otros usuarios y generar activos a través del uso de tokens. Es una de las plataformas que más potencial tienen para convertirse en una red social del metaverso en el futuro por la forma en la que está pensada.

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Los neurocientíficos tendrán que analizar si hay algo de disociación causada por factores psicológicos o neurológicos, del individuo o de la sociedad actual, y si estas nuevas tecnologías pueden ser de utilidad, al activar diferentes zonas y ondas cerebrales, en algún tipo de rehabilitaciones. Caminos insospechados, porque todavía la falta de seguridad y de regulación impiden explotar al máximo su potencial.

El metaverso es una experiencia subjetiva consciente, aunque, para mí, experiencia es la vida en su sentido más riguroso. Experiencia es tomar conciencia y noción de nosotros mismos, es habitar el mundo, constituirlo y sostenerlo comprometiéndonos con nuestros congéneres, con la humanidad entera. Prefiero la experiencia real, vital y activa, como proyecto particular de autenticidad con la vida misma y de acuerdo con el sentido fenomenológico (Edmund Husserl), ámbito filosófico para el que la experiencia es atender a emergencias y urgencias que no pueden esperar, como lo es, en estos momentos, desarrollar el pensamiento en paralelo a las ambiciosas capacidades tecnológicas.