Trabajo

La baja productividad en España lastra la jornada de cuatro días

La digitalización permite a muchas empresas mantener la competitividad con menos horas trabajadas, mientras que las pruebas piloto globales reflejan una mejora notable de la salud de los trabajadores al aumentar las horas de descanso

Cómo solicitar el informe de vida laboral en el SEPE: ¿Por qué es importante y cómo obtenerlo?

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El debate sobre si la jornada de cuatro días es la mejor opción para empresas y trabajadores en España es un tema candente. Sobre todo, teniendo en cuenta la baja productividad del país como un "síntoma de múltiples anomalías que interaccionan entre sí", según un estudio reciente del Banco de España. Entre ellas, está el reducido tamaño empresarial, la falta de digitalización de las pymes o el marco regulatorio. De hecho, el 85% de las compañías tienen menos de 10 trabajadores. "Las pymes disponen de menos margen para maniobrar y menos conocimiento. Son escépticas, pero es normal cuando te juegas tu dinero", indica Joan Sanchis, profesor asociado de la Universidad de Valencia y uno de los diseñadores de una prueba piloto de la Generalitat valenciana. 

Además, la mayoría de las empresas actualmente se encuentran sometidas a una incertidumbre poco común por la situación geopolítica. Todo esto sitúa a la productividad en el centro del debate. Josep Ginesta, secretario general de la patronal de pequeñas y medianas empresas de Catalunya, Pimec, manifiesta que el país "tiene problemas importantes de productividad" y que la jornada de 4 días podría ponerla en juego. El Banco de España, por su parte, destaca que, en las dos últimas décadas, la tasa de crecimiento de la productividad en España ha sido muy reducida y que "ha estado muy por debajo que la de otras economías de referencia". Y eso se observa en todas las ramas de actividad. Una forma de compensar ese día de descanso de la plantilla podría ser una nueva contratación, aunque eso supondría un aumento de costes. Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha afirmado al respecto que "en estos momentos son necesarios cinco días" y que la jornada de cuatro días forma parte de un debate para "ganar elecciones". 

Proyecto piloto

Teletrabajo, robots, dispositivos conectados. "La digitalización que transforma el mundo permite hacer lo mismo en menos tiempo", indica Pedro César Martínez, director del máster en recursos humanos de Comillas ICADE. Los sindicatos piden que ese ahorro en productividad tenga un impacto en términos sociales y en materia laboral con jornadas más reducidas. 

Hace pocos meses, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, expresó la voluntad de su ministerio de "vislumbrar un futuro mucho más moderno" para las jornadas laborales, que siguen siendo de ocho horas. Como "hace un siglo", reiteró este Primero de Mayo. Y es que, durante la Revolución Industrial, los trabajadores operaban entre 10 y 16 horas diarias seis días a la semana, hasta que la jornada de ocho horas y cinco días a la semana se impuso en los países occidentales. Los tiempos han cambiado y ahora se abre paso la revolución digital. Las empresas, que tratan de retener a sus plantillas y encontrar personal con mejor cualificación, buscan fórmulas abiertas a esta nueva realidad. "Las generaciones más jóvenes han visto trabajar mucho a sus mayores y ese paradigma no se plantea ahora", explica.

Irene Montero y Yolanda Díaz durante la manifestación con motivo del Primero de Mayo en Madrid

/ EFE

Aclarar sus pros y contras es uno de los objetivos del actual Gobierno. En este sentido, se ha iniciado un proyecto piloto con el que darán 200.000 euros a empresas si se comprometen a implantar dicha modalidad organizativa durante dos años. "España es donde más horas se pasa en los centros de trabajo y donde las productividades son menores. Existe una falsa cultura del presentismo", destaca Fernando Luján, secretario confederal de UGT. 

Recientemente se han publicado los resultados de la mayor prueba mundial de una semana laboral de cuatro días en el Reino Unido: 61 organizaciones de ese país se comprometieron -a través del proyecto 4 Day Week Global- a reducir el 20% de las horas de trabajo sin rebajar los salarios durante seis meses. El resultado es que el 71% de los empleados reportaron menos agotamiento y el 39% de ellos tuvieron menos estrés. Además, se redujeron en un 65% las bajas por enfermedad y en un 57% la cifra de trabajadores que dejaron la empresa.

También han probado esta iniciativa empresas de EEUU, Australia, Irlanda, Nueva Zelanda y Canadá durante seis meses, con la conclusión de que, además de favorecer la salud de los trabajadores, los beneficios de las empresas se mantienen. Un ejemplo de ello es Desigual, marca que recientemente ha visto incrementarse sus ganancias el 15% en el primer año en que ha aplicado la jornada de cuatro días en su sede central. 

¿Riesgo o desconexión?

"El 99% de las experiencias sobre esta jornada la avalan en beneficio de la salud de los trabajadores, con un aumento de la proactividad y una mejor sensación de los clientes", indica Joan Sanchis, profesor asociado de la Universidad de Valencia y uno de los diseñadores de una prueba piloto impulsada por la Generalitat valenciana. 

Otros expertos rechazan dar por definitivos esos resultados y miran a largo plazo para tratar de corroborar si ese influjo positivo se mantiene o si finalmente decae con el tiempo. "Todavía no tenemos suficientes muestras para determinar que sea algo positivo. Se debe esperar, como mínimo, hasta finales de 2023 o principios de 2024 para ver el resultado2, señala también Martínez.

Los sindicatos UGT y CCOO tienen claro que esta reducción de horas laborables se traduce en un mayor tiempo libre, de autocuidado, de atención para los hijos y para labores de la casa, lo que "contribuye también a una mayor igualdad para todos", según expresa Luján. De la misma manera, reivindican que se evitaría el llamado síndrome de burnout -o de agotamiento- debido a una desconexión mental y física más prolongada, una mayor carga de energía y una adquisición de mayor resistencia al desgaste diario.


/ 'activos'

Fuentes empresariales alertan de que la salud de los trabajadores, por el contrario, puede verse afectada en caso de que la medida se implante. Estas se basan en que producir lo mismo en un menor número de horas puede conllevar una presión extra. "Un exceso de carga de trabajo puede llegar a generar estrés y riesgos psicosociales", apunta Ginesta. El 57% de los empresarios están de acuerdo con establecer esta jornada ahora o más adelante, mientras que el 20% no es favorable pero reconoce que estudiaría la implantación de la medida llegado el caso. Tan solo el 23% rechazan esa jornada, según Grant Thornton.

Por sectores

La controversia está servida. Pero un argumento que se repite entre todos los actores es que no sería conveniente que se implantara de forma general a todos los mercados. "No es una medida para todo tipo de empresas. Las más pequeñas tendrán más dificultades. De la misma manera, también las que no pueden parar su producción y aquellas con picos de estacionalidad", explica el director del máster de Comillas ICADE.

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A priori, el sector tecnológico presenta ciertas ventajas porque consigue una mayor productividad gracias a la digitalización y la robótica, lo que puede hacer disminuir la carga de trabajo. Aquellos más vinculados a la atención al público, por el contrario, lo tienen bastante más difícil. La restauración, el comercio y la asistencia sanitaria son buenos ejemplos de ello. Así lo indica la patronal catalana, Foment del Treball, que considera que la decisión final debería depender de la negociación colectiva de cada empresa, según subraya el director de relaciones laborales y asuntos sociales de la central, Javier Ibars.

Mantener el sueldo o no es algo que tampoco está meridianamente claro. Según el portal de empleo InfoJobs, el 62% de los trabajadores consultados estarían dispuestos a acogerse a una reducción de su jornada laboral a cuatro días siempre y cuando no conllevara aparejada una pérdida de sueldo, aunque manteniendo la productividad. De hecho, existen casos como el de Telefónica en que los trabajadores rechazaron de forma casi unánime la jornada de cuatro días semanales acompañada de un descuento del sueldo. Mari Cruz Vicente, secretaria de Acción Sindical y Empleo de CCOO, destaca al respecto: "Será una mejora para la calidad de vida siempre que no conlleve una disminución salarial".