LOGÍSTICA

El gigante del embalaje se apoya en el verde

Smurfit Kappa hace del reciclaje y la energía solar las líneas estratégicas de su negocio

Pilas de cartón en la planta que Smurfit Kappa tiene en Sant Vicent del Raspeig (Alicante). | Alex Domínguez

Pilas de cartón en la planta que Smurfit Kappa tiene en Sant Vicent del Raspeig (Alicante). | Alex Domínguez

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En un momento en el que la sostenibilidad es un elemento que no solo está en el punto de mira de unas normativas cada vez más exigentes, pues también es muy valorada por parte de los consumidores, un gigante de los embalajes de papel y cartón como es Smurfit Kappa ha convertido este concepto en una de las líneas estratégicas de su negocio. La compañía, con una potente presencia en España, está apostando de forma decidida por el reciclaje, así como por la implantación de la energía fotovoltaica. Y todo ello sin dejar de ofrecer a su amplia gama de clientes envases innovadores para optimizar espacio, mejorar la estabilidad de los productos y reforzar su ventilación.

Smurfit Kappa, compañía que forma parte del índice FTSE 100, de referencia en la Bolsa de Londres, es uno de los principales proveedores de soluciones de embalaje de papel a nivel internacional, con alrededor de 48.000 empleados en 355 centros de producción de 36 países y con unos ingresos superiores a los 10.000 millones de euros.

La firma, en su formato actual, nació en 2005 después de la fusión con Kappa Group, lo que le permitió reforzar su posicionamiento de liderazgo en el sector del packaging. Bajo la dirección de Tony Smurfit desde 2015, en la actualidad cuenta con una estructura formada por 35 fábricas de papel, 241 plantas de producción de embalaje, 47 centros de fibra recuperada y otros 32 centros de producción.

La presencia de la compañía en España es más que notable, toda vez que cuenta con instalaciones en Almería, Huelva, Córdoba, Burgos, Alcalá de Henares, el municipio catalán de Canovelles, los alicantinos de Ibi y Sant Vicent del Raspeig, el murciano de Totana y el navarro de Sangüesa. Se trata de una estructura compuesta por una central forestal; fábricas de papel, nido de abeja y paneles con propiedades técnicas y mecánicas; plantas de cartón ondulado y centros de innovación y reciclaje, entre otros.

65.000 clientes en todo el mundo

Smurfit Kappa, asimismo, dispone actualmente de más de 65.000 clientes en todo el mundo, merced a un portafolio compuesto por 8.000 referencias de embalaje para sectores como la agricultura, la alimentación y las bebidas, la automoción, el comercio on line y el retail.

Enrique Guillén, gerente regional de la zona sureste de la compañía en España, Portugal y Marruecos, destaca que una de las apuestas más notables de la empresa en estos momentos pasa por la sostenibilidad, produciendo embalajes 100% reciclables, biodegradables y renovables que, además, cuentan con la certificación Forest Stewardship Council, que avala que la materia prima procede de bosques gestionados de manera sostenible. «Hablamos –explica– de que contamos con un circuito cerrado, que abarca desde los bosques hasta la recuperación, separación y reciclaje del papel».

Cero emisiones netas 

Pero la cosa no queda ahí, dado que la compañía también está inmersa en un proceso de instalación de paneles solares en todas sus plantas de papel y cartón de la región, con la finalidad de producir electricidad de manera individual y sostenible para consumo propio y alcanzar el objetivo de cero emisiones netas durante los próximos años. Fruto de esta política es su reciente adhesión como socio promotor a Forética, organización empresarial referente en sostenibilidad y responsabilidad social.

La compañía, con 10.000 millones de ingresos y 355 centros de producción en el mundo, tiene fuerte presencia en España

Guillén afirma que el futuro de los envases se basa inevitablemente en las soluciones ecológicas, y más en el actual contexto de incremento de exigencias normativas, que están teniendo un impacto más notable en el plástico, con la entrada en vigor de un impuesto que penaliza los envases no reciclables. "Todos los países buscan cada vez más soluciones sostenibles en papel, en un marco en el que las regulaciones se van a acelerar de forma progresiva. Lo que estamos haciendo nosotros es adelantarnos a todo ello y comprometernos con el futuro del planeta", asevera.

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Y esa apuesta, añade, no está reñida con la innovación. Una prueba de ello ha sido la última edición de los WorldStar Global Packaging Awars, una especie de los Oscar del sector del embalaje, en los que Smurfit Kappa ha obtenido ocho galardones, cuatro de ellos por productos fabricados en España. Entre los premiados figuran un bag in box octogonal para agua, desarrollado conjuntamente por las plantas de Burgos e Ibi, que disminuye en un 60% la cantidad de plástico que se introduce en el mercado por cada litro, así como un envase para comercio electrónico diseñado en Alcalá de Henares para el envío de botellas de diferentes formatos que protege el producto por las cámaras de aire que se generan gracias a su estructura. También resultaron premiadas una caja agrícola desarrollada por la planta de Sant Vicent del Raspeig, que cuenta con paredes inclinadas para absorber la fuerza interna que ofrecen frutos como los cítricos, y una rejilla monopieza para cajas de seis botellas que facilita el transporte.

Previsiones de crecimiento

Smurfit Kappa, destaca Guillén, ha sufrido, como todas las empresas, los problemas derivados del incremento de costes y la incertidumbre de los mercados, aunque destaca que las previsiones de crecimiento son positivas, en un momento en el que el consumo de frutas y verduras va al alza y en el que la sostenibilidad cada vez está mejor valorada.