BANCA

Credit Suisse sufrió una fuga de 68.300 millones en depósitos en el primer trimestre del año

Los activos bajo gestión de la entidad suiza se redujeron en 41.795 millones de euros en comparación con el último trimestre de 2022. El grupo quebró en marzo, será absorbido por su rival UBS y reflotado con fondos públicos

Logo del banco suizo Credit Suisse en una oficina de Berna.

Logo del banco suizo Credit Suisse en una oficina de Berna.

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P.B.

Credit Suisse, entidad que tuvo que ser rescatada el pasado 19 de marzo mediante su adquisición por su rival UBS en una fusión orquestada de urgencia junto con las autoridades suizas, ha informado este lunes de que en el primer trimestre del año registró la salida de 67.000 millones de francos suizos (68.300 millones de euros) en depósitos. De hecho, la entidad ha reconocido que la 'hemorragia' de depósitos fue significativa durante la segunda quincena de marzo, cobrando una mayor intensidad la salida de dinero del banco "en los días inmediatamente anteriores y posteriores al anuncio de la fusión", estabilizándose a niveles "mucho más bajos", aunque no se habían revertido aún a 24 de abril de 2023. Los activos bajo gestión de la entidad suiza se redujeron en 41.795 millones de euros en comparación con el último trimestre de 2022.

En el conjunto de los primeros tres meses de 2023, Credit Suisse ha señalado que "experimentó retiros significativos de depósitos en efectivo, así como la no renovación de los depósitos a plazo vencidos", estimando la disminución de los depósitos de clientes en 67.000 millones de francos suizos. De esta manera, la entidad helvética ha desvelado importantes salidas netas de activos, en particular en la segunda mitad de marzo de 2023, añadiendo que "estas salidas se moderaron pero aún no se revirtieron" y estimando el total de la salida neta de activos en 61.200 millones de francos (62.387 millones de euros).

A finales del primer trimestre de 2023, los activos bajo gestión de Credit Suisse se redujeron en 41.000 millones de francos suizos (41.795 millones de euros) en comparación con el último trimestre de 2022, hasta 1,3 billones de francos (1,32 billones de euros). No obstante, a pesar de la situación que provocó su rescate, las cuentas de Credit Suisse correspondientes al primer trimestre de 2023 se cerraron con un beneficio neto atribuido de 12.432 millones de francos suizos (12.673 millones de euros), frente a los 'números rojos' de 273 millones de francos (278 millones de euros) contabilizados entre enero y marzo de 2022.

Este resultado refleja principalmente el efecto de la amortización de 15.007 millones de francos suizos (15.298 millones de euros) en bonos AT1 de capital adicional, según lo ordenado por la Autoridad de Supervisión del Mercado Financiero de Suiza (FINMA) en el marco del plan para la fusión de la entidad con UBS. El resultado antes de impuestos de Credit Suisse registró también un efecto positivo extraordinario relacionado con una plusvalía de 700 millones de francos suizos (713 millones de euros) por la venta de una parte significativa del grupo de productos titulizados (SPG) a entidades y fondos administrados por filiales de Apollo Global Management.

Una quiebra con "consecuencias desastrosas"

El rescate de Credit Suiise ha sido el cierra uno de los capítulos más turbulentos para el sector bancario suizo. El presidente de la entidad, Axel Lehmann, se disculpaba durante la última Junta de Accionistas alegando que "solo había dos opciones, fusión o bancarrota", si bien no recibió ningún ápice de compasión por parte de los asistentes. Algunos de los más enfadados son los dueños de los bonos AT1 o 'CoCos' que ascendían a 16.000 millones de francos suizos y actualmente carecen de valor. Pocas horas antes de la junta de accionistas, los bonistas anunciaron haber contratado al bufete Quinn Emanuel, "el más temido del mundo", para representarlos ante un posible litigio para recuperar las pérdidas generadas por la fusión.

Las autoridades suizas creen que sin la adquisición por parte de UBS, el resultado hubiese sido mucho peor. "La quiebra de Credit Suisse habría tenido consecuencias desastrosas", ha asegurado Berset ante la Cámara Alta. Su desplome provocó pérdidas en Bolsa de todas las entidades bancarias europeas, entre ellas las españolas, que perdieron 24.000 millones en tan solo cuatro sesiones. En los mercados también se temía la caída del Deutsche Bank, que perdió más de un 13% en una jornada marcada por el incremento del 17% de sus seguros de impago.

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El Senado suizo ha aprobado una partida presupuestaria de 109 millones de francos suizos (110.553 millones de euros) para reflotar a la entidad. La votación se saldó con 29 votos a favor, seis en contra y siete abstenciones, el Senado ha otorgado el visto bueno en su tercera sesión extraordinaria en dos décadas donde el Gobierno ha respondido a una serie de preguntas sobre el proceso de integración con UBS y sus posibles consecuencias. El Ejecutivo del país ya se había comprometido hace unos días a presentar ante la Cámara un informe detallado sobre la operación en un plazo de doce meses.

Berset ha asegurado que Credit Suisse no ha desaparecido de la noche a la mañana, aludiendo a la larga lista de escándalos en los que se ha visto envuelto el banco desde hace décadas. Según Berset, la entidad se vio "desgastada" con el paso de los años por sus directivos. A partir de hoy, el Parlamento de Suiza examinará durante tres días la actuación del Gobierno en relación al rescate de Credit Suisse.