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Deutsche Bank, en el punto de mira del mercado

El banco alemán ha perdido más de un 13% por el incremento del 17% de sus seguros de impago

Logo de Deutsche Bank en Frankfurt.

Logo de Deutsche Bank en Frankfurt. / REUTERS

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Hay dos bancos en Europa que siempre levantan suspicacias en el mercado cuando las cosas van mal para el sector financiero. El primer de ellos, Credit Suisse, sufrió la semana pasada una crisis resuelta mediante su compra por 3.250 millones de dólares por parte de su competidor directo UBS. Ahora el nerviosismo se ha trasladado a la joya de la corona alemana, Deutsche Bank. Sus acciones caen desde primera hora de la mañana y han cedido más de un 13% en medio de una jornada marcada por los números rojos de los principales bancos europeos, entre ellos los españoles. Tras la quiebra del Silicon Valley Bank en Estados Unidos y el rescate del banco suizo, los ojos de los inversores están puestos en una de las entidades financieras más grandes de la región.

Los problemas se iniciaron ayer de noche, cuando los seguros de impago (CDS, por sus siglas en inglés) empezaron a subir. En menos de un día, los CDS se han disparado un 17% hasta 170 puntos. Estos derivados financieros permiten cubrir el riesgo de impacto de activos financieros y se consideran un indicador fundamental y fiable para conocer la solvencia de una compañía. "Los seguros de impago están subiendo porque se piensa que el Deutsche Bank puede quebrar", asegura Antonio Castelo, analista de iBroker, "cuando el mercado percibe que una empresa tiene más riesgo de quiebra, suben los CDS).

El banco había anunciado una recompra de deuda subordinada al 100% que debería ser una buena noticia para el mercado, ya que esta operación proporciona fortaleza a su balance. Sin embargo, esta recompra no ha prevenido a la entidad financiera de las graves caídas que sufre hoy en Bolsa. "Están aportando contra el banco", asegura Ignacio Cantos-Figuerola, director de inversión de Atl Capital. Desde Bankinter apuntan a un posible nerviosismo por la investigación abierta por la Justicia de Estados Unidos alrededor de UBS y Credit Suisse por sus relaciones con Rusia. Como Deutsche Bank mantiene "una cierta exposición en Estados Unidos", el mercado estima que este tema podría salpicar al banco alemán, aunque desde Gescoperativo lo descartan.

Historia de escándalos

No hay un motivo concreto para que esto ocurra precisamente hoy, dicen los analistas, pero a nadie le sorprende: "Es uno de los bancos sospechosos", aclara Cantos-Figuerola. El mercado perdió la confianza en Deutsche Bank en 2008, cuando se descubrió que la entidad financiera fue una de las que más dinero había colocado en las hipotecas subprime. Ese mismo año, el mayor barco de Alemania registró pérdidas récord por un valor de 3.900 millones de euros debido a la crisis financiera mundial que acababa de iniciarse. Eso sí, no fueron las últimas. "Ha tenido varios episodios de pérdidas desde entonces", apunta Castelo.

Incluso antes de la pandemia, Deutsche Bank elevó sus pérdidas en 2019 a 5.265 millones debido a su proceso de transformación para salir de las continuas crisis que vive desde hace más de una década. La reestructuración de la compañía, valorada en 7.400 millones, incluyó un drástico despido de 18.000 personas por todo el mundo en tres años. "De los grandes bancos europeos, es el banco con peor calificación crediticia", apunta Óscar Martínez, subdirector de gestión de carteras de Norbolsa. "Fue la entidad con más rumores en la anterior crisis, luego Credit Suisse le sustituyó", explican desde Gescooperativo.

La calificación le viene también de una larga lista de escándalos iniciados en 2008 con el negocio hipotecario en Estados Unidos. Deutsche Bank pagó 600 millones de dólares por blanquear en rublos rusos unos 10.000 millones de dólares entre 2011 y 2015 a través de transacciones de acciones. La investigación se saldó con el cierre de sus operaciones de banca de inversión en Rusia. En 2013, fue uno de los seis bancos internacionales que pagaron una multa de 1.700 millones de euros impuesta por la Comisión Europea por manipular los tipos de interés. En su caso, recibió una multa inicial de 725 millones de euros que posteriormente se sumó a otra de 2.500 millones de dólares por las autoridades británicas y estadounidenses.

Otra multa memorable fue la de 260 millones de dólares pagada en 2015 por violar el embargo estadounidense existente sobre Irán. Hace tres años, el banco también reconoció haber tenido como cliente en 2013 a Jeffrey Epstein y pagó 150 millones de dólares por no actuar ante los "terribles antecedentes penales", como los pagos relacionados con el abuso sexual de menores, que la compañía conocía de antemano. La entidad financiera también fue uno de los principales protagonistas de uno de los mayores escándalos de lavado de dinero en el mundo hasta ahora: entre 2007 y 2015, se hicieron 200.000 millones de euros en pagos a través de la sucursal del Danske Bank en Estonia.

Sin riesgo de quiebra

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"Cuando hay situaciones de debilidad en el sector, los ojos miran a aquellas entidades con más problemas", afirma Castelo. Y es lo que ocurre con este banco. A pesar uno de los más grandes en Europa, "está muy diversificado y eso le hace ser más débil respecto a otros", agrega Martínez. Los analistas descartan una quiebra real de este banco, solo ha incrementado las dudas respecto a él por la desconfianza generada estas semanas debido a las bancarrotas del Silicon Valley Bank y el Signature Bank en Estados Unidos, y más tarde, el rescate de Credit Suisse en Europa.

Respecto al desplome en Bolsa del banco, desde Gescooperativo explican que "el mercado siempre fuerza": "Cuando uno cae, van a por otros con ajustes de capital y con rumores acerca de su solvencia". Un ejemplo está en la caída del Popular, que arrastró a otros competidores de España. A pesar de esta caída tan significativa, la situación de Deutsche Bank aún está muy lejos de la sufrida por Credit Suisse. Para cortar los rumores de raíz sobre una posible quiebra, se espera que "el banco central alemán o políticos del país salgan dando apoyo", así como "una ampliación de capital" que sin duda tranquilizaría al mercado.