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Enrique Martínez García (Reserva Federal de Dallas), el pinchador de burbujas

  • El economista ha logrado el premio al Mejor Banquero Central del Mundo por sus relevantes estudios sobre el mercado inmobiliario

Enrique Martinez Garcia, investigador de la Reserva Federal de Dallas

Enrique Martinez Garcia, investigador de la Reserva Federal de Dallas

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Poco podía imaginar Enrique Martínez García, cuando sus profesores de la Universidad de Alicante le animaron a continuar sus estudios de Ciencias Económicas fuera de España, que poco después se convertiría en investigador y asesor de política monetaria del Banco de la Reserva Federal de Dallas y que, fruto de su dedicación y su esfuerzo, acabaría recibiendo este mismo año el premio al Mejor Banquero Central del Mundo, que concede Central Banking. Un reconocimiento que se le ha concedido por sus estudios para monitorizar y predecir las burbujas inmobiliarias, cuestión nada menor, toda vez que facilita a los organismos implicados la adopción de medidas de control.

Nacido en el municipio alicantino de Novelda hace 45 años, obtuvo un muy buen expediente académico gracias, según recuerda, a un grupo de profesores como Carmen Herrero, Antonio Villar, Fernando Vega e Íñigo Iturbe, precisamente los que lo impulsaron a seguir ampliando sus conocimientos académicos en el extranjero.

Y se dejó convencer de buen grado, algo a lo que también contribuyó la beca que le concedió el Banco de España y que le permitió lograr una maestría en la Universidad de Pensilvania, antes de que en 2007 se hiciese con el doctorado en la Universidad de Wisconsin-Madison. "Tuve ofertas para regresar a España, pero opté por aceptar la que me hizo el Banco de la Reserva Federal de Dallas, donde continúo en la actualidad", subraya.

Origen en la crisis de 2008

Y es en este empleo donde ha logrado uno de los premios más prestigiosos que se conceden a los economistas bancarios a nivel internacional en materia de investigación, teniendo en cuenta la originalidad y la relevancia práctica. En el caso de Martínez García, el trabajo que ha desarrollado, y sigue desarrollando, tiene su origen en la crisis financiera global que estalló entre 2008 y 2009, que hizo que muchos bancos centrales se replanteasen qué había fallado y en qué áreas debían mejorar. La crisis en cuestión, explica, tuvo causas múltiples y complejas. "No obstante -enfatiza-, yo siempre he defendido que uno de los puntos ciegos que se hicieron evidentes en aquel momento fue la importancia crucial que tiene el sector inmobiliario y, en particular, el impacto decisivo del mercado hipotecario con relación a la sobrevaloración de la vivienda y la estabilidad financiera".

Martínez García recuerda que la opinión predominante hace 20 años era que estimar si había o no una burbuja inmobiliaria era harto complejo y que había que dejar al mercado seguir por sus propios derroteros e intervenir solo cuando resultase necesario para mitigar los efectos de una posible corrección severa de los precios. Sin embargo, convencido de que es mejor prevenir que curar, el economista fue armando un equipo de investigadores dentro de la Reserva Federal de Dallas con un objetivo muy concreto: la medición y el monitoreo del mercado inmobiliario global y del de EEUU en particular.

¿Y cómo funciona el método? Martínez García lo expone de forma sencilla: "Aunque existe un aparato estadístico y econométrico muy potente detrás de nuestros indicadores de exuberancia, la idea es intuitivamente muy simple. Tal y como ocurre con un enfermo, el paciente desarrolla toda una serie de síntomas que podemos medir y cuantificar. Y esos síntomas, por sí solos, pueden permitirnos realizar un diagnóstico del paciente o al menos reducir significativamente las posibles causas de la enfermedad que sufre", asevera.

Con esta investigación, el equipo del economista alicantino ha contribuido durante los últimos años a proveer a la Reserva Federal de Dallas y a cualquier otro banco central de algo así como un termómetro que permite juzgar, siguiendo los mismos términos, si el paciente tiene fiebre o no.

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Estos mecanismos, añade, han sido particularmente efectivos a la hora de alertar de que el mercado inmobiliario tanto el de EEUU como el internacional estaban mostrando ciertos signos de sobrecalentamiento e incluso evidencia de una incipiente burbuja ya desde mediados de 2021, en el periodo posterior a la pandemia. "No solo hemos dispuesto de estos indicadores de exuberancia que nos han alertado del riesgo con gran inmediatez, sino que nuestra labor ha conseguido influir en gran medida en las percepciones que los bancos centrales tienen sobre este riesgo", indica.

El investigador también señala que España, hasta el momento, ha evitado la burbuja inmobiliaria global, aunque advierte de que "es poco probable que sea inmune a la fuerte subida de los tipos de interés, así como al riesgo de un efecto dominó provocado por los países de su entorno, especialmente Alemania".

Pasión por el saxofón

La economía es la gran pasión de Enrique Martínez García, aunque la comparte con otra que tiene desde muy pequeño: la música. De hecho, estudió en la escuela de educandos de la Unión Musical Artística de Novelda, banda en la que llegó a tocar durante mucho tiempo junto a su familia. Él, con el saxofón, mientras que su hermana Maite optó por la flauta travesera y su hermano Valentín eligió la percusión. Ahora tiene menos ocasión de tocar, aunque no es inusual que sus fines de semana incluyan la asistencia a algún concierto de la Sinfónica de Dallas o a actuaciones de las numerosas orquestas de alto nivel del norte de Texas.