TRAS NUEVE MESES DE CRISIS

El Gobierno negocia con Bruselas un plan de ayudas para empresas golpeadas por el bloqueo de Argelia

  • España ya ha denunciado ante la Comisión Europea un total de 149 incidentes comerciales con Argelia. 

  • El ICEX prepara también planes individualizados para impulsar la diversificación en nuevos mercados para las empresas que concentran más de un 30% de su negocio exterior en el país magrebí.

  • Las exportaciones españolas a Argelia se han hundido un 84% desde el inicio de la crisis diplomática, con 930 millones menos en sólo nueve meses.

Argel (Argelia), 26 de febrero de 2022.- Abdelmadjid Tebboune con representantes de Malí

Argel (Argelia), 26 de febrero de 2022.- Abdelmadjid Tebboune con representantes de Malí / Gobierno de Argelia

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Tras nueve meses con las exportaciones hacia Argelia interrumpidas, el Gobierno estudia con Bruselas lanzar un paquete de ayudas para las empresas españolas afectadas. El comercio hacia el país magrebí se ha desplomado un 84%, hasta tan sólo 10,8 millones de euros en diciembre, y el hundimiento está suponiendo un golpe millonario para muchas empresas nacionales que tenían en Argelia uno de sus grandes mercados.

Ante esta situación de bloqueo, y sin perspectivas reales de mejora a corto plazo, el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo ha iniciado contactos directos con la Comisión Europea para poner en marcha un plan de ayudas para las compañías que más directamente están sufriendo las consecuencias de la crisis diplomática entre Madrid y Argel a cuenta del cambio de posición del Gobierno español sobre el Sáhara Occidental y su respaldo a las posiciones de Marruecos al respecto.

“La Secretaría de Estado de Comercio está en contacto con la Comisión Europea para que autorice una eventual convocatoria de ayudas a las empresas afectadas, siempre que éstas no sean consideradas ayudas de Estado”, confirman fuentes oficiales del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a preguntas de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. En paralelo, el Ejecutivo también prepara el lanzamiento, a través del ICEX, de planes para ayudar a diversificar mercados a las compañías que eran más dependientes de las ventas a Argelia y que un tercio de su negocio exterior se concentraba en el país magrebí.

El pasado 9 de junio, el Gobierno argelino ordenó congelar las domiciliaciones bancarias para los pagos de los productos importados desde España, como represalia al reconocimiento de España del plan marroquí para el Sáhara Occidental. Argelia es aliada del Frente Polisario, alberga a la diáspora saharaui en los campos de refugiados de Tinduf y compite con Marruecos por la hegemonía en la región.

La Unión Europea, última responsable de hacer valer el acuerdo de libre comercio de los 27 con Argelia, por el momento sólo ha conseguido sacar un compromiso del Gobierno de Abdelmadjid Tebboune de estudiar “caso por caso” los incidentes comerciales. En total, España ha enviado a Bruselas información de al menos 149 de estos incidentes comerciales particulares, según los datos del Ministerio obtenidos a través de una petición de información a través del Portal de Transparencia.

Las denuncias españolas abarcan diferentes aspectos, van desde problemas con la preparación de pedidos sin pago domiciliado al bloqueo directo en aduana o en la liquidación de pagos. De hecho, la prueba de que el cerrojazo comercial no remite, más bien al contrario, es que en septiembre España envió a Bruselas 41 incidencias, se sumaron otras 46 en octubre y 62 más el pasado febrero.

Amparo a las firmas españolas

El boicot argelino está afectando particularmente a las empresas de la Comunidad Valenciana que, junto con Cataluña, suponen más de la mitad del músculo exportador español hacia el país magrebí. El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha pedido públicamente al Alto Representante para Asuntos Exteriores de la UE que garantice el cumplimiento de los acuerdos comerciales existentes entre España, la Unión Europea y Argelia. Josep Borrell se ha comprometido a buscar “fórmulas de reencuentro”. Pero, en el contexto actual de guerra y carestía energética, Bruselas tiene poco incentivo para desatar una crisis total con Argelia, uno de los principales exportadores de gas. De momento, el viaje previsto de Borrell a Argelia no se ha producido.

En este contexto, una veintena de empresas españolas preparan una reclamación patrimonial contra el Estado por las pérdidas económicas sufridas a causa, alegan, del giro del Gobierno español en el contencioso del Sáhara Occidental tras medio siglo de neutralidad, según informa El Independiente.

El Gobierno se defiende de las críticas de inacción subrayando que está dando amparo a los exportadores españoles. La Oficina Económica y Comercial de España en Argel está “en contacto permanente con las empresas afectadas” y el ICEX está trabajando en la preparación de “planes individualizados de diversificación de mercados para las empresas más afectadas (aquellas cuyas exportaciones estuvieran concentradas en más de un 30% en el mercado argelino)”, informa el Ministerio.

930 millones de euros menos

Las represalias del Gobierno de Argel contra el cambio de postura de España sobre el Sáhara Occidental se han traducido en un desplome de las exportaciones españolas a Argelia. Desde que en junio el Ejecutivo de Abdelmadjid Tebboune decretó el bloqueo comercial y hasta el pasado diciembre, las exportaciones han sufrido un hundimiento histórico del 84%

España registró entre junio y noviembre exportaciones por sólo 176,2 millones de euros, frente a los casi 1.107 millones alcanzados en el mismo periodo del año anterior, según los últimos datos de la Secretaría de Estado de Comercio española, dependiente del Ministerio de Industria. Esto es, en sólo siete meses, las exportaciones españolas se han recortado en casi 930 millones de euros por el choque diplomático entre ambos países. 

España exportó al país magrebí 1.888 millones de euros en 2021 y en 2019, el último año antes de las limitaciones impuestas por la pandemia, la cifra ascendió a 2.906 millones. En el conjunto de 2022, con el bloqueo ya en marcha, las ventas presentan un desplome evidente y fueron sólo de 1.021 millones de euros.

“Esta caída está afectando también a otros países de la UE, no sólo a España, debido a la integración de las cadenas productivas en la UE”, esgrimen fuentes del Gobierno español. Sin embargo, el desplome del comercio con España es mucho mayor. En plena crisis diplomática, España ha pasado de ser el segundo mayor proveedor exterior de Argelia en 2021 (el 15% del total) a caer a la novena posición en la segunda mitad del año pasado (con sólo un 2% del total de importaciones argelinas). 

Importaciones de gas de Argelia

El golpe al comercio se está notando en las exportaciones españolas a Argelia, pero no en las importaciones, dado que el Gobierno argelino ha garantizado el suministro de gas al mercado español, que concentra la práctica totalidad de las compras de las empresas españolas en el país magrebí.

De hecho, las compras nacionales al país norteafricano han seguido creciendo desde la orden de bloqueo comercial de Argel. Entre junio y diciembre del año pasado, las importaciones españolas escalaron hasta los 4.107 millones de euros, un 23% más que los 3.338 millones registrados en el mismo periodo del ejercicio anterior. Un incremento impulsado especialmente por la subida de los precios del gas natural durante los últimos meses. 

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El pasado 8 de junio, el Gobierno de Abdelmadjid Tebboune suspendió el Tratado de Amistad con España, vigente desde 2002. Ese mismo día, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había defendido en el Congreso de los Diputados su nueva postura respecto al conflicto de la excolonia española: ahora consideraba el plan de Marruecos de dar autonomía al Sáhara Occidental, que ocupa desde 1975, como la opción “más seria, realista y creíble” para solucionar el contencioso.

Poco después, la patronal bancaria argelina ABEF emitió una circular a todas las entidades afiliadas en la que ordenaba congelar las cuentas dedicadas a los pagos de comercio desde y hacia España. Esto se ha traducido hasta ahora en un desplome de las exportaciones españolas al país norteafricano durante el verano, con caídas históricas de las relaciones comerciales. El pasado 29 de julio, la patronal bancaria ABEF dio marcha atrás y pidió descongelar las cuentas que se usan para realizar pagos de comercio exterior con España. Pero el bloqueo comercial ha continuado en la práctica y las relaciones están lejos de normalizarse.