DISPUTA DIPLOMÁTICA

España reporta 81 incidentes comerciales con Argelia pero la UE “sigue favoreciendo el diálogo”

Bloqueos directos en la aduana o suspensión de pagos, los principales problemas de los que España ha informado a Bruselas

Tras cuatro meses de conflicto, los empresarios continúan con dificultades para exportar al país magrebí

El Acuerdo comercial de la UE con Argelia prevé medidas de arbitraje de las disputas

El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune

El presidente de Argelia, Abdelmadjid Tebboune / MOHAMED MESSARA

Mario Saavedra

Mario Saavedra

Casi cuatro meses después de que Argelia impusiera represalias comerciales contra España por la nueva postura hacia el Sáhara, los exportadores españoles al país magrebí siguen teniendo problemas. Madrid envía la información de los incidentes a Bruselas pero la Comisión Europea, responsable de velar por el acuerdo comercial UE-Argelia, no ha informado de que se haya activado ninguno de los mecanismos previstos para la resolución de disputas y afirma que “sigue favoreciendo el diálogo”.

Hasta el 3 de agosto, Madrid ha enviado a Bruselas información sobre 81 problemas comerciales sufridos por compañías españolas que podrían violar el tratado entre la Unión Europea y Argelia, según la información obtenida por

EL PERIÓDICO DE ESPAÑA

del Ministerio de Comercio a través de una petición en el portal de Transparencia. Son “incidencias en operaciones paralizadas en cualquiera de las fases del procedimiento comercial, desde la preparación de pedidos sin pago domiciliado al bloqueo directo en aduana y la liquidación de pagos”, informa el Ministerio. 

Con esa información, añaden, las autoridades españolas, junto con la Comisión Europea, están “analizando las posibles vulneraciones que estas incidencias pueden suponer del Acuerdo de Asociación por el que se rigen las relaciones comerciales entre la UE y Argelia, en vigor desde 2005”. Sin embargo, resaltan, para resolverlas “no existe un plazo estipulado”.

La Unión Europea declina responder a este diario sobre qué curso concreto le están dando a esas decenas de incidencias, y apunta a la vía diplomática: “La UE sigue favoreciendo el diálogo como vía preferente para resolver las controversias”, asegura la Comisión Europea.

Levantamiento del bloqueo de pagos


Argelia ha levantado, aparentemente, uno de los dos obstáculos a las exportaciones españolas. El pasado 28 de julio, la asociación bancaria argelina ABEF envió una circular a las entidades del país en la que levantaba la orden del 8 de junio de congelar las transacciones bancarias, con las que se realiza el pago del comercio de bienes y servicios desde y hacia España.

Esta congelación viola aparentemente el artículo 38 del acuerdo comercial, en el que se especifica que las partes “se comprometen a autorizar, en monedas de libre convertibilidad, todos los pagos corrientes relativos a transacciones corrientes”.

Pero queda un escollo: las trabas que se imponen en las aduanas, especialmente los certificados para que las mercancías entren en el país. "A nivel bancario, las operaciones en marcha se están despachando. Para las nuevas operaciones, los problemas no son bancarios, sino de certificados, en los de reventa o agricultura. De estos últimos no está saliendo ninguno. Aduanas actúa de forma muy extraña", denuncia Alfonso Tapia, representante del Instituto Valenciano de la Competitividad Empresarial, en el diario El Confidencial.

Esta información es compatible con las insólitas quejas que hicieron el pasado mes de julio funcionarios de aduanas argelinos: pedían explicaciones al Gobierno Abdelmadjid Tebboune sobre cómo aplicar estas penalizaciones ante la “confusa situación persistente”, según una noticia del diario digital argelino TSA. 

Estas trabas burocráticas al comercio a España podrían suponer también una violación del artículo 17.2 del acuerdo, por el que se concreta “que ninguna de las partes (los países de la Unión Europea firmantes) puede introducir restricciones cuantitativas a la importación o a la exportación”. 

Resolución de disputas


Hay, por tanto, 81 incidencias notificadas y artículos presuntamente violados. Pero de momento ni la UE ni España parecen haber puesto en marcha ningún mecanismo legal de resolución de conflictos

El propio acuerdo fija este mecanismo. Para empezar, cada parte (los países firmantes, entre ellos España) puede someter el conflicto al llamado Consejo de Asociación formado por los ministros de la Unión Europea y Argelia. Si las partes no están de acuerdo con la resolución de este Consejo, hay un plan B: la parte que se considere agraviada puede lanzar otro mecanismo de resolución. Debe de nombrar un árbitro. La otra debe responder, en el plazo de dos meses, nombrando otro árbitro por su parte. El Consejo de Asociación nombrará un tercero. Ese equipo arbitral tomará una decisión, que deberá ser aplicada por las partes. 

Bruselas sigue, de momento, en compás de espera, especialmente tras la marcha atrás en la congelación de las cuentas bancarias por parte de Argelia. “La UE toma nota de la última instrucción de la asociación bancaria argelina ABEF [...] Esperamos que estas instrucciones se materialicen plenamente sobre el terreno para garantizar la reanudación de unas relaciones comerciales y de inversión plenas y normales entre la UE y Argelia, de conformidad con el Acuerdo de Asociación”.

La Unión Europea está focalizada en el frente de la guerra en Ucrania, y las consecuencias energéticas, de inflación y recesión que planean sobre los 27 a consecuencia de ella. En ese sentido, varios parlamentarios han comentado a este diario que no creen que se llegue a la etapa de protestas y sanciones, pues Argelia es un productor de gas imprescindible ahora que los países grandes como Alemania quieren reducir su dependencia del gas ruso. 

Argelia quiere renegociar


Argelia está, además, insatisfecha con el esquema comercial con la UE. El pasado mes de noviembre, antes de que se desatara la crisis diplomática con España, reclamó una revisión del acuerdo comercial con los 27, por primera vez desde que se firmó en Valencia en 2005.

Reclama el Gobierno presidido por Abdelmajid Tebboune cambios, porque lo considera obsoleto, desequilibrado en su perjuicio y desfavorable para el desarrollo de la economía argelina. Quieren ir punto por punto para que resulte más beneficioso para las economías de ambos lados del mediterráneo. Según Argel, el tratado ha favorecido a las oportunidades de inversión de los países europeos en Argelia, pero sin una clara contrapartida para el país africano.

Busca mejorar las condiciones para las empresas argelinas, hacer crecer la inversión extranjera en el país y englobarlo en un marco más genérico que incluya la situación geoestratégica actual. 

Otro desincentivo de Bruselas para agitar los artículos del acuerdo comercial.