MORATORIA

La banca pide que la ayuda a los hipotecados no le obligue a más provisiones

El sector busca un tratamiento flexible como el que la UE permitió en la pandemia pero es consciente de su dificultad

La vicepresidenta Nadia Calviño con los representantes de AEB, CECA y UNACC en una reunión hace unas semanas.

La vicepresidenta Nadia Calviño con los representantes de AEB, CECA y UNACC en una reunión hace unas semanas.

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Las negociaciones entre la banca y el Gobierno para aprobar medidas de apoyo a los hipotecados vulnerables con dificultades de pago por la subida del euribor avanzan, pero tienen todavía aspectos relevantes por cerrar. El sector, en este sentido, está tratando de lograr que la extensión de hasta cinco años en el plazo de los créditos que ha propuesto al Ministerio de Economía no le obligue a hacer provisiones adicionales para hacer frente a posibles pérdidas por futuros impagos, con el consiguiente impacto en los beneficios. Así lo confirman diversas fuentes, que sin embargo reconocen que es complicado que esta petición salga adelante. 

En la propuesta de Real Decreto que las patronales AEB y CECA trasladaron a Economía en su reunión del martes -adelantada por 'EFE' y a la que ha tenido acceso este diario- se señalan dos puntos como pendientes de negociación. Por un lado, aplicar la medida con independencia de la evaluación de solvencia del cliente. Y por otro, que las extensiones en el plazo de los créditos no computen a efectos de provisiones, es decir, que dichos créditos no sean reclasificados de forma generalizada en la categoría de 'vigilancia especial'.

La mayoría de los préstamos, incluidos los hipotecarios, están clasificados en la categoría de 'riesgo normal', que comprende aquellas operaciones en las que el riesgo de impago no ha aumentado significativamente desde su reconocimiento inicial. Por ello, la normativa obliga a los bancos a guardar unas provisiones equivalentes a la pérdida esperada en doce meses. En cambio, aquellos créditos en los que el riesgo de impago ha aumentado significativamente pero no han entrado en morosidad pasan a la categoría de 'riesgo normal en vigilancia especial', lo que obliga a las entidades a provisionar una parte de la pérdida esperada en toda la vida del crédito.

Flexibilidad

Los bancos argumentan que la ampliación del plazo en hasta cinco años en el actual contexto y como medida de apoyo a hipotecados vulnerables no debería entenderse como un aumento significativo del riesgo de impago que obligue a llevar a los créditos de forma generalizada a vigilancia especial y por tanto a hacer más provisiones. Solo habría que hacer dichas provisiones, entienden, cuando el hipotecado dejara de pagar durante más de tres meses y cayera por tanto en morosidad. Con todo, se admite que la normativa contable no es del todo concluyente en este aspecto y por tanto se plantea un tratamiento flexible como el que permitió la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) en la primera fase de la pandemia.

Es poco claro, en cualquier caso, que una ley nacional pueda permitir ese tipo de flexibilidad si no la ampara una institución europea como la EBA. Y en todo caso, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ha reiterado este jueves que no quiere una sola medida estrella para los hipotecados en apuros, como la extensión del plazo propuesta por el sector. Así, ha reiterado por segundo día consecutivo que su ministerio y el sector trabajan en un "catálogo de medias".

Insuficiente

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Tras reunirse con la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, la vicepresidenta ha reconocido a la banca su "compromiso e implicación" para llegar a un acuerdo. "El sector financiero está poniendo sobre la mesa distintas propuestas. Doy la bienvenida a todas las propuestas, los equipos están ahora mismo en Madrid analizándolas y trabajando intensamente para que cuanto antes veamos cuáles pueden ser las más eficaces", ha insistido.

Por su parte, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha afirmado que "no es suficiente" que los bancos ofrezcan alargar las hipotecas y les ha reclamado que "avancen más". En este sentido, CaixaBank también ha planteado congelar las cuotas de los hipotecados vulnerables durante un año, como adelantó este diario.