CRÍTICA

'Los bajos fondos del corazón', de Eugenio Fuentes: inmersión en las tripas de la ficción criminal

El autor firma un solvente trabajo de investigación sobre el género negro

Eugenio Fuentes, autor del libro 'Los bajos fondos del corazón'

Eugenio Fuentes, autor del libro 'Los bajos fondos del corazón'

Alejandro M. Gallo

En el mundo de la ciencia encontramos a los que se limitan a "hacer ciencia"; luego tenemos a los que "reflexionan cómo los anteriores hacen ciencia" –generalmente filósofos de la ciencia–; y, por último, está la fusión de ambos, los que "hacen ciencia y estudian cómo se hace". Eso mismo ocurre en varias ramas del saber, y a ello no son ajenas la literatura y la ficción criminal.

Sobre los que escriben y reflexionan sobre lo escrito, hemos dedicado espacio en estas páginas a excelentes trabajos: Mariano Sánchez Soler y su Anatomía del crimen; Buscando el camino, de Laura Silvestri; Cómo escribo novela negra, de Andreu Martín; Sabores que matan, de Raquel Rossemberg; El género negro, de Mempo Giardinelli; De Mickey a Marlowe, de Javier Coma; Lo leo muy negro, de Antonio Lozano, y el ya clásico El signo de los tres, de Umberto Eco y Thomas A. Sebeok.

Ahora, a esa lista se une Eugenio Fuentes con Los bajos fondos del corazón, una rotunda investigación que analiza la evolución del género negro, su presente y su futuro. Para lograrlo, ausculta todos los soportes de la cultura: el cine, la televisión, la literatura, la pintura y hasta la filosofía. De ahí que desfilen nombres aparentemente ajenos al mundo de la ficción criminal: Slavoj ŽižekAntonio GramsciZigmunt BaumanGeorge TyrasWalter BenjaminJean-Paul SartreAlbert CamusTerry Egleton, Umberto Eco, William FaulknerBertolt Brecht o Henry James, entre otros. Tal vez, la necesidad de escribir este volumen se deba a la búsqueda de respuesta a aquella afirmación de Žižek: "Lo negro está impregnando toda la literatura".

Jerarquía de los géneros

Los bajos fondos del corazón comienza con una reflexión sobre la jerarquía de los géneros literarios, para señalar las razones por las que la novela negra se ha desprendido del calificativo de subgénero, y concluye que no hay supremacía de géneros y que lo importante es la originalidad, la belleza y la capacidad para suscitar emociones, aliándose con Harold Bloom: "El género constituye una categoría inútil cuando se trata de autores de genio". Fuentes incluso va más allá y sostiene que no hay reglas y que "si un escritor no tiene nada que contar en una novela sin género, tampoco tendrá nada que contar en una novela de género" (p. 25).

Estamos ante una solvente investigación sobre el género negro que ningún lector debe perderse

Defiende que las razones por las que la novela negra ha superado las barricadas del subgénero son el incremento del rigor, su autoexigencia, la variedad de temas tratados, la huida de la repetición, la rapidez de reflejos para escrutar la realidad, su capacidad de centrarse en lo que interesa y preocupa a la sociedad y en el cuidado estilístico. Considera, además, que el denominador común de todas es el "daño" infligido al ser humano y el "misterio" en la trama.

Sin caer en aquello que denunciaba Pierre Lemaitre de que algunos teóricos intentan dar títulos de nobleza a un género plebeyo atribuyendo su paternidad a un creador prestigioso, Fuentes bucea en la historia de la literatura para encontrar antecedentes en ocho novelas, que sin ser de género, lo anticipaban: Un asunto tenebroso, de Honoré de Balzac; Una extraña confesión, de Antón Chéjov; El clavo, de Pedro Antonio de Alarcón; Crimen y castigo, de Fiódor Dostoievski; La cara de Dios, de Valle-Inclán; La gota de sangre y Selva, de Emilia Pardo Bazán y Quaresma, de Fernando Pessoa.

Interesante resulta en el libro la relación entre la literatura y la política, punto en el que coincide con Claudio Magris: "Un verdadero escritor nunca es un trombón ideológico". De ahí que Fuentes defienda que "el verdadero escritor se hace en el silencio de las bibliotecas y no en el griterío de las sedes de los partidos políticos" (p. 295). La única cualidad que le pide es que escriba sin miedo. Ahí es cuando ataca dos tópicos sobre la novela negra: su realismo y sus análisis sociales. Sobre el primero le basta citar a Ian Fleming y a John Connolly, para demostrar que a veces el realismo no es lo suyo. Respecto a la cuestión social, considera que hasta la llegada de Maj Sjöwall y Per Wahlöö en Suecia y de Jean Patrick Manchette en Francia, a los autores no parecía preocuparles tal asunto. Lo dicho: una solvente investigación sobre el género negro que ningún lector debe perderse.

'Los bajos fondos del corazón'

Eugenio Fuentes

Tusquets

384 páginas

21 euros