Opinión | BOTÓN DE NÁCAR

Mercedes Halfon y el retrato del padre

'Vida de Horacio' es a la vez historia íntima y familiar, semblanza tanto del progenitor como de una época

La escritora argentina Mercedes Halfon, autora de 'Vida de Horacio'

La escritora argentina Mercedes Halfon, autora de 'Vida de Horacio' / EPE

El libro más reciente de Mercedes Halfon (Buenos Aires, 1980) se llama Vida de Horacio (publica Entropía en Argentina y Las Afueras en España). Dice Halfon que, de no haber ya un libro que se llama así, tal vez habría titulado al suyo Vida de mi padre. Me gusta Horacio ahí, me parece que amplía al padre, es decir, incluye todo lo demás que es, además de padre de Halfon.

Ella escribe de su padre y escribe la novela de la familia: cuatro hijos, ella la tardana. Cuando nace, el padre tiene 40 años, más o menos la edad de ella cuando empieza a escribir este libro, que se va haciendo con capítulos breves, casi escenas, a veces memoria, a veces transcripción de entrevistas con el padre –memoria mediada–.

El padre era profesor, la madre también, los dos bailaban el tango; como uno de los hermanos de la escritora acabará haciendo. El padre tuvo un hermano (Gerardo) que Mercedes no conoció. La madre de la madre, Nélida, pasó una temporada con ellos. Se ve a Halfon hija crecer y dar portazos; también fugarse de adolescente para acudir a un concierto de Los Redonditos de la Ricota a 300 kilómetros de Buenos Aires. En cuanto llega a casa se ducha, como para sellar la experiencia transgresora y clandestina con el vaho del agua caliente. El padre descubre los billetes de tren y las entradas del recital pero nunca dice nada.

Así es Horacio: bigotudo, tranquilo, peronista, conciliador y mimador de sus nietos. Acude a una lectura donde su hija lee el libro que le dedica y le dice que lo que escribió "es todo verdad".

Me queda la imagen de dos Halfon, padre e hija, en un Ford Falcon, el coche de la clase media argentina. Mercedes Halfon decidió aprender a conducir cuando se quedó embarazada de su hijo y lo hizo en el coche de su padre. La mención del Falcon no es casual: era el coche de los milicos; en un Falcon se llevaron a Rodolfo Walsh para asesinarlo. 

En Vida de Horacio se cita Operación Masacre, de Rodolfo Walsh; también Léxico familiar, de Natalia Ginzburg. Y a los dos honra Halfon en este libro que es a la vez historia íntima y familiar, retrato del padre y retrato de una época. Halfon también desmiente una cita de Roland Barthes que ella misma recoge: "Se fracasa siempre en hablar de lo que se ama".