TIEMPO PARA LEER

Silvia Blanco: "La literatura feminista es incómoda, pero necesaria"

Historiadora del arte, museóloga, su vida está vinculada al mundo de la cultura, a las bibliotecas y el patrimonio en Asturias

Silvia Blanco, museóloga e historiadora del arte

Silvia Blanco, museóloga e historiadora del arte / EPE

Anna R. Alós

P. ¿Se divierte leyendo?

R. Sí. Por ejemplo a Megan Maxwell y Elísabet Benavent. La trilogía Entre limones, de Chris Stewart, la historia del británico que se fue a vivir a las Alpujarras granadinas y transformó una casa en ruinas en su hogar.

P. ¿Se ha reído a carcajadas?

R. Mucho, con el finés Arto Paasilinna, con su universo alocado, irónico y surrealista. Si tuviera que recomendar algunos serían El año de la liebre y Delicioso suicidio en grupo.

P. ¿Su más reciente descubrimiento literario? 

R. Maggie O’Farrell, su estilo e inteligencia emocional, y perfila los personajes de una manera extraordinaria, les dota de vida propia sin perder el rigor histórico. También Herman Koch, con su libro La cena, estás deseando volver a casa para leer. Arantza Portabales me ha sorprendido por sus novelas negras con un estilo propio.

P. ¿Una pasión lectora?

R. La novela gráfica, sobre todo la gastronómica, como Oishinbo, donde se desgranan todos los detalles de la gastronomía japonesa; El gourmet solitario, en la que salivas viendo al protagonista comer en diferentes tabernas tradicionales niponas, y mi última lectura ha sido El gusto de Emma, la historia de una mujer con un gran paladar que llega a ser inspectora de la guía Michelin.

P. ¿El marketing literario sirve?

R. No, ni la publicidad. Un libro tiene éxito cuando pasa de boca en boca.

P. ¿Qué importa realmente?

R. Leer, no lo que se lee. En la era digital, las bibliotecas no sólo han resistido sino que se han reafirmado. El placer de tocar los libros y hojearlos, llevártelos a casa en préstamo, es una sensación que disfrutamos muchas personas aún.

P. ¿Literatura feminista?

R. La carga mental, de Emma Clit, y Morder la manzana, la novela gráfica basada en el libro de Leticia Dolera. Ver reflejadas situaciones que me han pasado y he normalizado, pensamientos, maneras de vivir la cotidianeidad que me parecían lógicas, hoy me doy cuenta de que no lo son; me han hecho confrontarme conmigo misma y me han incomodado en muchos aspectos. No tengan miedo, aunque sea incómoda es necesaria.

P. ¿Un autor icónico?

R. Stefan Zweig, por su manera de narrar, casi en susurros, pero con una intensidad pavorosa.