El Real Madrid más polivalente para aspirar a todo

Así es como Carlo Ancelotti explota al máximo la versatilidad de sus jugadores para seguir optando a LaLiga y la Champions

Por Denís Iglesias

En una temporada llena de bajas y un mercado de contención a la espera de la llegada de Mbappé este verano, los jugadores del Real Madrid, líder de LaLiga y uno de los favoritos a la Champions, han revelado su versatilidad, característica imprescindible para vestir la camiseta blanca. Hombres como Tchouaméni, Camavinga o Carvajal han tenido que ampliar su catálogo de recursos para atender todas las necesidades tácticas de Ancelotti

ALABA

El jugador austriaco David Alaba (1992) ha desempeñado varias posiciones a lo largo de su carrera, tanto en clubes como en su selección. Ha alternado, principalmente, entre el lateral izquierdo y el eje de la zaga. También ha actuado como mediocentro. Tanto en el Bayern como en el Real Madrid se han valido de su habilidad con la zurda. En el cuadro blanco ha ejercido principalmente como central hasta su lesión.

Alaba también ha ejercido en su carrera como mediocentro y eventualmente como interior. Los jugadores como el austriaco siempre reciben la siguiente pregunta: ¿cuál es tu posición favorita? El austriaco respondió de este modo en 2021: “Durante mucho tiempo jugué de lateral izquierdo en el Bayern, pero recientemente lo hago como central y antes de eso en el mediocampo. ¿Favorita? Lo que me importa es ser feliz ayudando a mis equipos”. 

NACHO

El capitán del Real Madrid Nacho Fernández (1990) es un ejemplo de polivalencia para adaptarse a todas las circunstancias. Ha adoptado roles secundarios por la competencia que ha tenido en su posición natural, la de central. Tanto en el lateral derecho como en el izquierdo. Este año ha visto cómo, estando disponible y siendo la única opción de central puro, no ha sido el elegido frente a otros jugadores.

Nacho renovó la pasada campaña tras responder con todo merecimiento a la polivalencia que le exigió Carlo Ancelotti. Fue el defensa “pesimista”, una figura que reivindica el italiano y que se refiere a los zagueros que siempre se ponen en lo peor. A sus 34 años, el madrileño divisa el final de su carrera. El todavía ‘one club man’ del Real Madrid podría retirarse en otro país después de una temporada floja.

CARVAJAL

La capacidad de adaptación de Dani Carvajal (1992) esta temporada es un ejemplo de polivalencia. El lateral derecho, que también ha actuado con la camiseta blanca en la izquierda, ha jugado como central en dos partidos. Dos retos de altura, frente al Atlético -junto a Nacho- en un derbi que Llorente igualó en el último instante, y contra el Girona en un 4-0 con el que el Real Madrid dio un golpe definitivo al campeonato.

Carvajal estaba viviendo una de sus mejores temporadas como madridista cuando Ancelotti, ante las bajas de Militao (volverá para cuartos de la Champions tras lesionarse en agosto), Alaba (lesionado de larga duración en diciembre) y Rüdiger (ha forzado en varias ocasiones para llegar), llevó a cabo un nuevo ejercicio de conversión. Después de 400 partidos, el lateral formó como central. Seguramente no volverá a esta demarcación, pero ha cumplido.

LUCAS VÁZQUEZ

La polivalencia es una característica que asegura mantenerse en el Real Madrid, aunque no sea con un papel protagonista, como le ha sucedido a Lucas Vázquez (1991) en su larga carrera por el Real Madrid. Empezó como extremo y entre 2020 y 2021, debido a las bajas del equipo, reconvirtió su posición a la defensa. Prácticamente, puede jugar en todas las posiciones de banda y, a pesar de ser diestro, también ha actuado por la izquierda.

Lucas Vázquez es otro de los jugadores del Real Madrid cuyo futuro está en el aire. Termina contrato a final de temporada, como Modric, Nacho, Joselu o Kepa (cedidos los dos últimos). Forma parte del grupo de veteranos, donde la gestión de los minutos es particular. Sin embargo, lo vivido le da un plus, como ha demostrado con los consejos a Vinicius. Además, el gallego afronta el tramo de la temporada en el que siempre rinde.

TCHOUAMÉNI

Cuando Ancelotti vio con horror la lesión Alaba, rápidamente surgió el nombre de Aurélien Tchouaméni (2000). El italiano sentó en el diván al francés para hacerle ver que sería un magnífico central. Así, el Real Madrid se ahorraría ir al mercado de invierno. El galo aceptó el reto consciente de que no estaba dando la talla para ser el sustituto de Casemiro, como en su día se anunció su llegada para el pivote por 80 millones de euros.

Tchouaméni ha ejercido en el eje de la zaga con Nacho y hasta con Carvajal, ante la ausencia de centrales puros en la plantilla del Real Madrid. Con quien se ha sentido más seguro es teniendo como pareja a Rüdiger y su unión se ha planteado como una de las preferidas que Ancelotti puede alinear hasta el regreso de Militao. El francés empezó adaptándose a su nuevo rol a través de la realidad virtual.

VALVERDE

El de Fede Valverde (1998) es uno de los ejemplos más completos de polivalencia que se han vivido en el Real Madrid. Toda su vida había ejercido como mediocentro hasta que Ancelotti decidió escorarle para ser extremo. Ahí ha formado en diferentes esquemas, desde el 4-3-3 al 4-2-3-1. Fruto de esta nueva realidad, el uruguayo se destapó como goleador poniendo en práctica su gran disparo lejano. 

Valverde ha vuelto esta temporada por sus fueros, que son los del centro del campo, aunque siempre con la banda como campo de actuación. Con Kroos en la base de la jugada y varias alternativas por el lado contrario como Tchouaméni y Camavinga. La inteligencia táctica y compromiso del uruguayo le han permitido jugar hasta de lateral. Su capacidad para adelantar o atrasar su posición es clave en este equipo.

CAMAVINGA

Lo que vivió Tchouaméni ya lo experimentó antes su amigo y compatriota Eduardo Camavinga (2002). La temporada pasada, el francés vivió un cambio de posición en el Real Madrid que acabó heredando en su selección. Pasó de jugar en el centro del campo a ejercer en el lateral izquierdo por la lesión de Mendy. Lo hizo con buena nota y gracias a un gran trabajo pedagógico de Ancelotti.

Esta temporada, Camavinga ha vuelto a ser requerido para ejercer en el lateral izquierdo. Cuando hay dudas o bajas, él ya ha asumido que debe ejercer ese rol. Lo hizo en partidos como el 0-3 al Girona cuando la revelación de LaLiga parecía inexpugnable o en la semifinal de la Supercopa ante el Atlético. Gracias a su despliegue físico llegó a Fran García en la rotación, aunque él sigue convencido de defender su puesto en el centro del campo.

BELLINGHAM

El gran fichaje del último verano, Jude Bellingham (2003), fue presentado como un ‘box-to-box’. Es decir, un jugador capaz de estar en la base de la jugada, pero también con capacidad de finalizarlas. En su primera temporada en el Real Madrid ha roto todos los registros, recuperando el instinto goleador que demostró en su juventud. No es un delantero, pero piensa como tal cuando el equipo lo necesita. 

Jude Bellingham no ha destapado su polivalencia con el ‘5’ a la espalda, simplemente está explotando lo que sus formadores ya sabían. Es el caso de Mike Dodds, quien le dijo: “Puedes ser un ‘4’, un ‘8’ y un ‘10’. Alguien que lo puede hacer todo”. Al sumar esos números salió el ‘22’, el dorsal que retiró el Birmingham cuando apenas tenía 17 años. Creador, mediapunta o finalizador. Jude puede serlo todo.

BRAHIM

Cuando Brahim Díaz (1999) volvió al Real Madrid el pasado verano después de tres temporadas cedido en el Milan tuvo que ganarse un puesto que no existía y la confianza de Ancelotti. El malagueño forma parte de una especie en extinción como la de los mediapuntas. Sin embargo, ha encontrado su acomodo en territorio blanco desde la libertad de su perfil, que le permite jugar como mediocentro ofensivo o extremo.

Brahim es el que mejor ha aprovechado las oportunidades que le ha dado Carletto, quien tardó en incluirle en la rotación. Siempre como secundario, pero imprescindible, dado su papel de comodín. Puede reemplazar a cualquier pieza del ataque y se desempeña incluso en algunas posiciones del centro del campo. Esto le ha valido ser internacional con Marruecos, país por el que se ha decantado pese a poder jugar con España.

Estas son solo algunas muestras de un Real Madrid moderno donde lo importante es interpretar el juego y la posición es un mero fundamento.

Rüdiger, Mendy, Ceballos, Rodrygo y Güler o talentos emergentes como el de Nico Paz han demostrado también ser hombres de múltiples usos. E incluso referentes de ideas fijas como Kroos y Modric han aprendido a modelar su presencia en el campo para convertir al equipo blanco en un equipo donde menos (jugadores) es más (polivalencia). 

El Periódico de España

Texto: Denís Iglesias
Formato: Nacho García