Arqueología

Los africanos usaban arcos y flechas hace 74 mil años

La supererupción del Toba facilitó la dispersión de los humanos fuera de África

Puntas de proyectil del yacimiento arqueológico de la Edad de Piedra Media, Shinfa-Metema 1.

Puntas de proyectil del yacimiento arqueológico de la Edad de Piedra Media, Shinfa-Metema 1. / Blue Nile Survey Project.

N+1/T21

El uso se arcos y flechas se ha constatado en africanos hace 74.000 años: dejaron constancia de armas puntiagudas usadas para la caza y, después de la erupción del supervolcán Toba en Indonesia que provocó una sequía, también para pescar en un río etíope.

Un equipo de científicos analizó materiales del sitio de la Edad de Piedra Media de Shinfa-Metema-1, que se encuentra en la actual Etiopía. Los investigadores han descubierto que aquí vivieron pueblos antiguos antes, durante y después de la erupción del supervolcán Toba, que ocurrió hace unos 74 mil años.

Según ellos, después de esta catástrofe, las sequías se intensificaron en el este de África, pero la gente se adaptó a las condiciones reinantes y, en particular, aumentó la pesca.

Además, según los científicos, es posible que hayan utilizado arcos y flechas para capturar peces. Como se informa en un artículo publicado en la revista Nature, esta plasticidad conductual puede haber permitido a los humanos extenderse fuera de África incluso durante los períodos secos.

El origen: un supervolcán

Hace unos 74 mil años se produjo la erupción volcánica más poderosa conocida del período Cuaternario, provocada por el supervolcán Toba.

La grandiosa erupción, que pudo afectar gravemente la historia de la humanidad, tuvo lugar en la parte norte de la moderna isla de Sumatra (Indonesia), que en ese momento representaba parte del antiguo continente de la Sonda.

Los investigadores han establecido la hipótesis de que esta catástrofe pudo haber provocado extinciones locales y un cambio climático global. Sin embargo, no todos los científicos están de acuerdo con esto. Algunos sugieren que la gente sufrió las consecuencias de la erupción con relativa facilidad.

Nuevo estudio

John Kappelman, de la Universidad de Texas en Austin, junto con colegas de China, Estados Unidos, Francia, Etiopía y Sudáfrica, han presentado ahora los resultados de un nuevo estudio del sitio Shinfa-Metema-1, ubicado en el territorio de la actual Etiopía, junto al río Shinfa (en una terraza cerca de la antigua llanura aluvial de este curso de agua).

A lo largo de los años de excavaciones, los arqueólogos han descubierto una gran cantidad de artefactos de piedra, así como restos de fauna, incluidos mamíferos, peces y mariscos.

En los sedimentos de este monumento, los investigadores encontraron criptotefra (polvo de vidrio que liberan las explosiones volcánicas) que llegó al este de África como consecuencia de la erupción del volcán Toba.

Este es uno de los raros ejemplos en los que se han encontrado emisiones de Toba en sitios arqueológicos africanos. Al parecer, en el sitio Shinfa-Metema-1 vivía gente antes, durante y después de la erupción del supervolcán.

Herramientas puntiagudas

Los arqueólogos analizaron los artefactos de piedra de este sitio, para cuya fabricación sus habitantes utilizaron principalmente materias primas locales, principalmente basalto.

Los investigadores nombraron el tipo más característico de herramientas encontradas aquí como puntiagudas. Se dieron cuenta de la forma subtriangular simétrica de estos objetos, así como de su tamaño. Según los científicos, quizás algunos de ellos se utilizaron como puntas de flecha.

Esto fue indicado no sólo por el tamaño y la forma de los artefactos, sino también por los daños, así como por probables rastros de unión del eje en la base de algunas de las puntas.

Los autores del nuevo artículo creen que los hallazgos del yacimiento Shinfa-Metema-1 proporcionan pruebas convincentes del uso de arcos y flechas a finales de la Edad de Piedra Media en África, hace unos 74 mil años.

Practicaban la caza

Tras analizar los restos de fauna, los científicos llegaron a la conclusión de que los habitantes del lugar cazaban diversos animales, incluidos ungulados grandes y medianos.

Además de la presa principal, los investigadores encontraron en el lugar restos de un jabalí, una jirafa, un mono, una pintada y algunas otras especies de mamíferos y aves que la gente pudo haber cazado con arcos y flechas.

Al mismo tiempo, este sitio contenía una gran cantidad de espinas de peces pertenecientes a diferentes taxones, entre los que predominaban las Clarias, representantes del género de los bagres de agua dulce.

Mirando al río

Después de analizar la composición isotópica de los dientes de mamíferos y de las cáscaras de huevos de avestruz de este sitio, los investigadores concluyeron que después de la erupción del volcán Toba, el clima local se caracterizó por sequías prolongadas.

Al parecer, como resultado de esto, disminuyó el número de fauna terrestre en el área del sitio, lo que dificultó la caza. Sin embargo, la gente se adaptó y aumentó su captura de peces como reacción.

Según los científicos, es probable que durante este período el río Shinfa, durante la larga estación seca, se convirtiera en una serie de embalses poco profundos en los que era conveniente pescar, incluso con arco y flechas.

Dispersión humana

Los investigadores creen que la adaptación humana a condiciones de sequía prolongada puede haber jugado un papel importante en la dispersión fuera de África.

Generalmente se cree que entraron en Eurasia durante los períodos climáticos húmedos, cuando en el noreste de África y el suroeste de Asia existían los llamados corredores verdes con agua dulce y suficiente comida.

Sin embargo, los datos obtenidos del sitio Shinfa-Metema-1, según los autores del nuevo artículo, pueden indicar que la plasticidad del comportamiento podría permitir a las personas hacer esto durante los períodos secos.

Las más antiguas del mundo

Los hallazgos de puntas de flecha puntiagudas del sitio Shinfa-Metema-1 afirman ser las puntas de flecha probables más antiguas del mundo.

En Eurasia, los primeros hallazgos de este tipo provienen de la Gruta francesa de Mandrin, donde los arqueólogos descubrieron artefactos que datan de hace unos 54 mil años, así como posiblemente el diente del sapiens europeo más antiguo conocido.

Referencia

Adaptive foraging behaviours in the Horn of Africa during Toba supereruption. John Kappelman et al. Nature (2024). DOI:https://doi.org/10.1038/s41586-024-07208-3