FIRST DATES

El enfado de esta soltera tras ser rechazada en First Dates: “Se va a reír de mí todo el colegio de abogados”

Una cita que parecía modélica se ha torcido sin remedio al final, cuando María ha salido huyendo tras recibir calabazas

María y Álvaro en First Dates

María y Álvaro en First Dates / CUATRO

H.G.

María y Álvaro han tenido una cita en First Dates que podría calificarse de demodé. Y que no ha terminado como sus protagonistas hubieran deseado. Ella se considera una mujer muy tradicional que no ha tenido suerte en el amor, y ha acudido al restaurante en busca de un hombre similar que quiera tener hijos antes de que se le pase el arroz.

Por su parte, Álvaro se define como un tipo del PP, cristiano y al que le encanta “disfrazarse en el pasaje del terror”. Su deseo también es casarse y formar una familia, pero para ello necesita conocer bien a la persona.

Al principio de conocerse, ambos han parecido encajar en el ideal del otro. Los dos buscan una relación estable y les gusta la informática, pero Álvaro se ha quedado chafado al saber que su cita tenía un año más que él: “Yo siempre he estado con chicas menores que yo, estoy entre 18 y 35 años”.

Durante la cita en el restaurante del amor, las cosas iban viento en popa. En el reservado, María y Álvaro han hablado de música, de su afición por el karaoke y la capacidad del soltero de imitar a personajes famosos e incluso, se han atrevido con los besos en el cuello.

No obstante, en el momento de la decisión final María quería seguir quedando, pero Álvaro le ha dicho que no había sentido la chispa que estaba buscando y que le gustaría conocer a alguien más joven. María no podía creer que le estuviera dando calabazas en público y le ha recriminado que no hubiera hecho minutos después cuando nadie los viera.

“Me parece hiriente y una falta de respeto”, ha asegurado María acordándose de las palabras de su hermano “vas a hacer el ridículo y encima te van a hacer daño” y pensando en que iba a ser la comidilla de los colegios de abogados de media España. Tras esto, María se ha marchado espantada de la situación y Álvaro, alucinando, le ha pedido perdón públicamente.