IMPACTO DE LAS REDES SOCIALES

El mayor estudio científico sobre Facebook no encuentra pruebas de que perjudique la salud mental

La investigación del Oxford Internet Institute ha analizado cómo ha cambiado el bienestar en 72 países a lo largo de 12 años a medida que se ha extendido el uso de la plataforma propiedad del gigante tecnológico Meta

Una persona interactuando con la aplicación de Facebook.

Una persona interactuando con la aplicación de Facebook. / SHUTTERSTOCK

Carles Planas Bou

El uso de Facebook no sería perjudicial para el bienestar. En un exhaustivo estudio, el mayor realizado hasta la fecha, los investigadores de la Universidad de Oxford no han encontrado "ninguna prueba" que vinculea la red social más popular del planeta con problemas de salud mental, cuestionando así la extendida concepción que la señala como causa de daños psicológicos.

La investigación del Oxford Internet Institute ha analizado cómo ha cambiado el bienestar en 72 países a lo largo de 12 años a medida que se ha extendido el uso de la plataforma propiedad del gigante tecnológico Meta. En total, se han tenido en cuenta los datos de casi un millón de personas (946.798 individuos) entre 2008 y 2019. Aunque Facebook acumula actualmente casi 3.000 millones de usuarios en todo el mundo, la investigación se centra en sus primeros años de expansión y penetración internacional.

"Examinamos detenidamente los mejores datos disponibles y descubrimos que no respaldan la idea de que la pertenencia a Facebook esté relacionada con el daño, sino todo lo contrario (...) Nuestra análisis indica que Facebook está posiblemente relacionado con un bienestar positivo", ha señalado el profesor Andrew Przybylski, codirector de la investigación publicada en la revista Royal Society Open Science.

El análisis señala que la correlación entre Facebook y bienestar es más positiva para los hombres que para las mujeres, si bien esa tendencia "no es significativa". Sí lo eso, apuntan, que el impacto sea generalmente positivo para los más jóvenes. "Esto no quiere decir que haya pruebas de que Facebook sea bueno para el bienestar de los usuarios. Más bien, los mejores datos globales no apoyan la idea de que la expansión de las redes sociales tenga una asociación global negativa con el bienestar en todas las naciones y en diferentes grupos demográficos", ha remarcado Przybylski.

Impacto global con limitaciones

Esta es la primera vez que se ha estudiado la relación entre la participación en Facebook y el bienestar a escala global. Para ello, se han tenido en cuenta tres indicadores clave: satisfacción vital y experiencias psicológicas negativas y positivas. "Gran parte de las investigaciones anteriores sobre el uso de las redes sociales y el bienestar se han visto obstaculizadas por un enfoque exclusivo en los datos de bienestar en el Norte Global y una dependencia de autoinformes inexactos sobre la participación en las redes sociales", ha explicado el profesor Matti Vuorre, coautor de la investigación.

A lo largo de los últimos años, numerosos estudios han apuntado que Facebook tiene un impacto psicológico negativo sobre sus usuarios. Sin embargo, otras investigaciones anteriores de Oxford ya apuntaron a la falta de evidencia para asociar el uso de la tecnología digital con un peor bienestar. El documento publicado este miércoles asegura que esa popular percepción se basa en "pruebas de daños más especulativas que concluyentes".

Los autores recalcan que se trata de una investigación limitada al impacto nacional. Así, admiten que aún hay cuestiones por resolver que podrían haber pasado desaparecibidas como los efectos negativos que Facebook pueda tener en grupos reducidos de personas con vulnerabilidades particulares (de trastornos alimentarios a pensamientos suicidas).

¿E Instagram?

La investigación no ha tenido en cuenta el impacto psicológico que puedan tener otras plataformas como Instagram, también propiedad de Meta. Documentos internos de la empresa filtrados en 2021 revelaron que la aplicación "empeora la relación con su cuerpo en uno de cada tres adolescentes", perjudicando especialmente a las chicas, y que estos le atribuían "niveles crecientes de ansiedad y depresión". Meta trató de silenciar ese efecto "tóxico".

El Oxford Internet Institute ha señalado que Facebook ha participado en la investigación, pero "sólo para proporcionar datos y no encargó ni financió el estudio". La compañía liderada por Mark Zuckerberg tampoco ha influído en el diseño del estudio ni ha tenido acceso a sus conclusiones antes de que éstas se publicasen.

Para los investigadores, la principal lección política de su estudio es que es necesaria una mayor cooperación entre empresas tecnológicas y académicos para tener pruebas empíricas fiables de su impacto social. "Nos encontramos en una situación en la que un puñado de personas dan la voz de alarma sobre las redes sociales. Pero en realidad no tenemos los datos, no tenemos los materiales que necesitamos para construir un detector de lobos", ha explicado Przybylsk a la BBC.