ABUSOS SEXUALES A MENORES

Pederastia en Castellón: cuando el 'monstruo' está al frente del aula

La condena tras un pacto con la Fiscalía del maestro pedófilo de Almassora reabre la herida supurante de los abusos a menores por parte de docentes, la figura a quienes los padres confían a sus hijos a diario

Un pequeño se dirige al aula tras colgar su mochila.

Un pequeño se dirige al aula tras colgar su mochila. / / MEDITERRÁNEO

El maestro de Almassora, en Valencia, que abusó de nueve alumnas ha sido condenado esta semana a 18 años de prisión --tras un pacto con la Fiscalía que permitió reducir dos tercios la petición inicial de 54--. El caso, que ha resuelto mediante un acuerdo y sin que el procesado se haya tenido que sentar en el banquillo, ha reabierto una herida entre la comunidad educativa, las familias y los vecinos de la localidad que, ni mucho menos, había cicatrizado. "No me esperaba esto. Tenía la esperanza de que fuera a juicio", dijo una de las madres de los exalumnos del pederasta confeso a este diario. Otra recordó que el ya sentenciado era en el curso 2016/2017, cuando sucedieron los hechos, "el profe guay", "el que nos engañó a todos con su manera de ser tan cercana y cariñosa". 

Certificado de penales

El certificado de delitos de naturaleza sexual permite acreditar la carencia o existencia de delitos de naturaleza sexual que constan en el registro central de delincuentes sexuales en la fecha en que son expedidos.La ley orgánica 1/1996, de protección jurídica del menor --modificada después por la ley 26/2015 y la 45/2015-- establece la obligación de que se aporten certificados negativos para todos los profesionales y voluntarios que trabajan en contacto habitual con menores. Sin embargo, la aportación de esta prueba documental no previene que los docentes, monitores u otros trabajadores del sector educativo incurran en estos delitos por vez primera. Esta es, por desgracia, una lacra imposible de prever.

Adjudicaciones al maestro pederasta de Almassora

El maestro de Almassora sentenciado, Juan Bautista Q.S., de 55 años, ejercía como interino en el CEIP Regina Violant cuando sucedieron los hechos. Era, esencialmente, docente de educación física, aunque también impartía castellano. Tras conocerse los hechos y las denuncias interpuestas por las menores de edad por tocamientos, el maestro fue detenido por agentes de la Guardia Civil y comenzó la instrucción del caso. Aunque fue suspendido de empleo y apartado de las clases mientras se resolvía el procedimiento penal, concursó en las adjudicaciones de plazas en el curso siguiente (2017/2018) y obtuvo una plaza como maestro itinerante de educación física en el CEIP Castro de Alfondeguilla. Durante el verano del 2018 volvió a participar en el concurso de adjudicaciones hasta en tres ocasiones, aunque no obtuvo destino, según las resoluciones de la Conselleria de Educación, publicadas en internet.

Los hechos que le llevan a la cárcel

Como este periódico recogió tras firmarse el acuerdo de Juan Bautista Q.S. con la Fiscalía, reconoce que sentó a las menores en su regazo con ánimo libidinoso cuando estas se aproximaban a su mesa. Asimismo, aceptó los tocamientos que le atribuían las niñas en sus relatos. Además de los 18 años de cárcel, deberá cumplir una medida de libertad vigilada los siete años siguientes y tendrá una orden de alejamiento de 300 metros.

El caso del CEIP Vicente Artero

El maestro del colegio Vicente Artero de Castelló, Ramón F.O., de 50 años, fue condenado en el año 2012 a dos años y medio de prisión como autor de nueve delitos de abuso sexual perpetrados hacia sus propias alumnas de Infantil y Primaria, según rezaba la sentencia de la Audiencia Provincial publicada entonces por este periódico. Los magistrados de la Sección Segunda consideraron probado que el docente llevó a cabo fotografías de carácter erótico respecto a nueve niñas de entre siete y 12 años de edad, en el interior de las aulas del centro y en horario lectivo. El tribunal consideró acreditado que Ramón F.O. cometió siete delitos continuados de abuso sexual y dos más de forma puntual. Sobre esta base, respeto a uno de los casos --a una de las víctimas la fotografió con asiduidad-- lo sentenciaron a dos años y seis meses de cárcel. En las imágenes captadas por el maestro respecto a esta menor sí que aparecían nalgas, piernas o también los pechos. 

El último episodio, en Torrejón (Madrid)

También esta misma semana se ha dado a conocer otro caso de presunta pederastia en un colegio de Torrejón de Ardoz (Madrid). Un profesor de eduación física, de 32 años, ha sido detenido en un colegio por presunta agresión sexual a una niña de cuatro años. Según la denuncia, la pequeña contó a su madre que el profesor la hacía "jugar", quitarse la ropa y darse besos en sus partes. El colegio, aunque según las familias no da información de lo ocurrido y se muestra hermético, se ha personado como acusación particular en la causa. El juez ha dejado en libertad al maestro, con orden de alejamiento de la víctima.