Así es el día a día en la prisión tailandesa en la que permanece Daniel Sancho: un antiguo preso destapa todos los secretos

Tras la visita de Silvia Bronchalo a su hijo en la prisión de Koh Samui, muchos son los rumores que detallan tanto las inmediaciones de la prisión tailandesa, como algunas de sus normas y reglamentos. A la espera del juicio por el asesinato de Edwin Arrieta, Daniel Sancho podría enfrentar desde la pena de muerte hasta una condena perpetua. Sin embargo, el joven de 29 años deberá permanecer en la prisión provisional hasta que se produzca el juicio final, donde ya ha comenzado a recibir visitas.

De Madrid a Bali para darse el 'sí quiero': Las dos bodas truncadas de Daniel Sancho y su novia Laura

Una de las prisiones más conocidas de Tailandia, pero de la que pocos detalles se conocen. Es por eso que en el programa de Antena 3 'Y ahora Sonsoles' se ha podido conocer el testimonio de un antiguo recluso que ingresó en la prisión de Koh Samui por homicidio, quien ha dado todos los detalles sobre el día a día en este centro penitenciario del país asiático. Y es que, tras su estancia de 10 días en el módulo de aislamiento debido a las medidas de seguridad relativas al Covid-19, Daniel Sancho ya se encuentra en la prisión provisional.

La madre de Daniel Sancho asegura que su hijo se encuentra “tranquilo”

La policía revela la razón de peso por la que Daniel Sancho descuartizó a Edwin Arrieta

"Los extranjeros tienen mejores condiciones que los tailandeses"

Según adelanta el programa, Daniel Sancho permanece en el módulo de enfermería, del que saldrá próximamente y deberá cumplir los horarios, normas y procedimientos que el antiguo preso ha relatado a 'Y ahora Sonsoles'. Comenzando por explicar que los presos "nos levantamos a las 5:30 y vamos a rezar con el monje", para seguidamente señalar que hasta que no suenen las sirenas alrededor de las 6:50 de la mañana, no pueden bajar a desayunar.

Los padres de Daniel Sancho contratan a la criminóloga de Telecinco que cuestiona a la policía tailandesa

Una rutina de lo más estricta, que continúa con la comida alrededor de las 11:30 o 12:00 de la mañana, y que supone la última comida del día para los reclusos: "No volvemos a comer hasta las 7 de la mañana del día siguiente. Lo único que podemos ingerir hasta entonces es agua", confiesa el antiguo preso. Dejando claro que deben dormir en el suelo, asegura que "los nuevos suelen tener que dormir en el acceso al lavabo, y si vas al baño, te quitan el sitio" continúa explicando. Unas declaraciones que finaliza señalando que "los extranjeros tienen mejores condiciones que los tailandeses en las cárceles".