POSIBLE MULTA

Consumo abre expediente sancionador a varias empresas por mantener anuncios de prostitución en sus webs

El 99,5% de los 400 spots analizados contaban con fotografías de contenido sexual

Las posibles multas a estos portales online pueden superar los 100.000 euros

Valla publicitaria con publicidad de un prostíbulo.

Valla publicitaria con publicidad de un prostíbulo. / FERRAN NADEU

EPE

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Un año y un mes después de la aprobación definitiva de la Ley Orgánica de la Garantía Integral de la Libertad Sexual (más conocida como la ley del solo sí es sí), el Ministerio de Consumo ha incoado expediente sancionador a varias empresas que mantienen en sus webs anuncios de servicios de prostitución. Este paso llega después de que el Gobierno les advirtiera el pasado mes de julio de que retirasen este contenido “de forma inminente”.

Consumo señala que, a partir de ahora, se abre un periodo para la instrucción del expediente definitivo y la resolución por parte de los órganos competentes del Ministerio, que podrían multar con más de 100.000 euros a estos portales online e, incluso, cerrarlos para siempre.

Más de 400 anuncios

Los requerimientos previos se enmarcan en una investigación liderada por la Dirección General de Consumo (DGC), en la que se examinaron más de 400 anuncios sobre prostitución y registraron 5.600 datos. Los resultados arrojaron que el 99,5% de los spots analizados contaban con fotografías de contenido sexual, el 57% hacía referencias directas al cuerpo de quien publicita sus servicios y el 62,5% usaba en el texto del anuncio adjetivos con contenido sexual.

Según la investigación del Ministerio de Consumo, "los anuncios se presentaban en su mayoría como escort con la intención de intentar sortear la legislación vigente. Un término que apareció en el 90% de las webs analizadas en los filtros de búsqueda y en los espacios publicitarios de los portales".

El barrido también puso de manifiesto "conexiones" entre las principales webs que publican prostitución en internet, "dándose la circunstancia de que un tercio de las analizadas pertenecen a la misma empresa publicitaria. La publicidad de servicios de prostitución —o contenidos directamente relacionados con ella, como servicios de escort, acompañante o masajista—", añaden.

Publicidad ilícita

Según la ley de solo sí es sí, se considera una publicidad ilícita que infringe también la normativa de consumo aquella que utiliza “estereotipos de género que fomenten o normalicen las violencias sexuales contra las mujeres, niñas, niños y adolescentes” y también la que presente a las mujeres “de forma vejatoria, bien utilizando particular y directamente su cuerpo o partes del mismo como mero objeto desvinculado del producto que se pretende promocionar”.

El Ministerio de Consumo explica que sus actuaciones se alinean con el Parlamento Europeo, que recientemente también ha mostrado su preocupación por este tipo de publicidad y ha instado a los estados miembros a que adopten "medidas urgentes para hacer frente a la publicidad en línea y la facilitación de contactos que fomenten directa o indirectamente la prostitución o busquen atraer compradores, con el fin de prevenir la explotación de la prostitución ajena también en línea, incluida la de estudiantes, en particular de mujeres jóvenes, y la explotación sexual de menores por parte de hombres más ricos e influyentes, conocidos asimismo como sugar daddies".

El pasado 23 de septiembre, en una resolución, la cámara europea consideró que el fenómeno de los sugar daddies "es alarmante y especialmente frecuente en lugares como las universidades, pero también en las redes sociales y en línea; que consiste en el empleo de anuncios que fomentan la prostitución de estudiantes, en particular de mujeres jóvenes, y la explotación sexual de menores por parte de hombres más adinerados e influyentes".

El Parlamento Europeo también señaló que la prostitución "no es un acto individual de una persona que alquila su cuerpo por dinero, sino que se trata de un sistema organizado con fines lucrativos, un sistema intrínsecamente violento, discriminatorio y profundamente inhumano que funciona como un negocio y crea un mercado, en el que los proxenetas planifican y actúan para asegurar y aumentar sus mercados y en el que los compradores de sexo desempeñan un papel fundamental para incentivarlos".