PARADA CARDIACA

El mapa de la cardioprotección en España: de los 7.800 desfibriladores de Madrid a los 278 de Castilla-La Mancha

El uso del desfibrilador ante una parada cardiaca aumenta hasta un 90% las posibilidades de supervivencia sin secuelas graves, pero existe enorme disparidad entre las comunidades tanto en dotación como en normativas

"La muerte súbita mata muchísimo y no lo estamos viendo. No existe conciencia ni entre los médicos ni entre la población y tampoco hay una normativa nacional" se queja el cardiólogo Ignacio Fernández Lozano

Desfibrilador en la Catedral de Segovia

Desfibrilador en la Catedral de Segovia / CEDIDA

"Mata muchísimo y no lo estamos viendo. No existe conciencia ni entre los médicos, ni entre la población". Lo dice a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA Ignacio Fernández Lozano, de la Fundación Española del Corazón (FEC). Habla de la muerte súbita cardiaca, una de las primeras causas de fallecimiento en los países desarrollados. La existencia de un desfibrilador en un espacio público o privado -es decir, fuera de un entorno sanitario-, aumenta hasta un 90% las posibilidades de sobrevivir sin secuelas graves a un ataque tan letal. Pero, en el mapa español, no todos los grandes espacios, donde se congrega mucha gente, cuentan con estos dispositivos que salvan vidas. Hay una notable disparidad tanto en la dotación como en las normativas autonómicas que obligan a su instalación. "No hay regulación nacional y seguimos a la cola de Europa", resume el doctor Fernández Lozano.

En España, se producen alrededor de 30.000 casos cada año (más de 82 cada día) de muertes súbitas, un fallecimiento inesperado y repentino de una persona aparentemente sana cuya principal causa es una arritmia que provoca una parada cardiaca. Se estima que las posibilidades de sobrevivir sin secuelas a una parada cardiaca extrahospitalaria oscilan del 5 al 11%.

Es clave poder actuar dentro de los 5 primeros minutos para poder salvar la vida de una persona que ha sufrido un accidente cardiaco

El uso del desfibrilador aumenta hasta un 90% las posibilidades de supervivencia sin secuelas graves. Es clave poder actuar dentro de los 5 primeros minutos para poder salvar la vida de una persona que ha sufrido un accidente cardiaco, realizando la reanimación cardiopulmonar (RCP) y aplicando ese dispositivo más cercano, un dispositivo electrónico portátil que diagnostica y puede ayudar a restablecer el ritmo cardíaco cuando una persona sufre un episodio tan grave.

"En niveles absolutos, cada vez estamos menos mal, pero Europa corre a 120 por hora y nosotros vamos a 30", se queja el doctor Fernández Lozano, que es coordinador de la app Ariadna de la FEC. Un mapa colaborativo de desfibriladores en España. El usuario puede registrarse como 'rastreador' o como 'colaborador'. Los 'rastreadores' pueden indicar la ubicación de desfibriladores, tanto en espacios públicos como privados. En la app aparecen un 60% de los dispositivos del país.

El aumento de dispositivos

El estar "menos mal" al que alude el especialista quiere decir que la cardioproteccion en España ha crecido exponencialmente desde 2019. Según el último estudio realizado por ALMAS INDUSTRIES B+SAFE, especialistas en este terreno, destaca el impulso de la disponibilidad de estos equipos, con un incremento de su número, que multiplicó por tres, pasando de los 10.239 desfibriladores en 2019 a los 33.145 en 2021, con una media nacional de 7 por cada 10.000 habitantes. Sin embargo, remarcan, nuestro país queda muy por detrás de los más avanzados en este campo, como Estados Unidos, Japón y algunos países europeos.

"Los pacientes con muerte súbita, como están muertos, ya no importan. No hay concienciación", se queja el doctor Ignacio Fernández Lozano

"Se ha avanzado poco", insiste el especialista de la SEC. ¿Cuál es el mayor escollo?. "Que los pacientes con muerte súbita, como están muertos, ya no importan; no tienen una asociación de pacientes, no nos enteramos de que es una de las primeras causas de muerte, no hay concienciación; ni política, ni médica. Es muy difícil convencer cuando no se ve, como sucede con otras enfermedades", asevera el médico.

De Madrid a Castilla-La Mancha

Dentro de nuestro territorio, con datos aportados a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA por la empresa ALMAS INDUSTRIES B+SAFE, la Comunidad de Madrid lidera la cardioprotección en España con más de 7.800 desfibriladores instalados, 12 por cada 10.000 habitantes. En el extremo, Castilla-La Mancha, con un total de 278 desfibriladores, 1 por cada 10.000 habitantes.

Tras Madrid, aparece Navarra. Con un ratio de 10 equipos por cada 10.000 habitantes están Aragón y Cataluña. Por debajo de los 10 aparatos por habitante aparecen Extremadura y País vasco con 8 equipos por cada 10.000 habitantes. Con 7 equipos, están Galicia y Cantabria. En el ratio de 5 desfibriladores por cada 10.000 habitantes se sitúan Andalucía, Castilla y León, La Rioja, la Comunidad Valenciana y Murcia. La lista continúa con Baleares (478) y Melilla (36), con 4 equipos cada 10.000 habitantes y Canarias (757) con 3 cada 10.000 habitantes. Asturias (238) y Ceuta (16) disponen de 2 desfibriladores cada 10.000 habitantes.

Decretos y normativas

En cuanto a las normativas, cada comunidad autónoma tiene una distinta. "La gente va haciendo lo que buenamente puede. No hay una normativa nacional y ese es el problema", vuelve a lamentarse el secretario general de la FEC. Un estudio reciente del Instituto de Investigación Sanitaria Biobizkaia -realizado entre diciembre de 2021 y enero de 2022- comparó las legislaciones autonómicas respecto a la obligatoriedad de instalación de desfibriladores fuera del ámbito sanitario y el número de desfibriladores registrados.

Un estudio reciente del Instituto de Investigación Sanitaria Biobizkaia relaciona la diversidad en la dotación de desfibriladores con la disparidad legislativa

En el informe se registraron diferencias significativas en la dotación entre comunidades. Los investigadores consideran que la diversidad en la dotación fuera del ámbito sanitario -que parece estar relacionada con la diversidad legislativa respecto a la obligatoriedad de instalación, apuntan- podría "tener implicaciones significativas en la supervivencia" y el pronóstico de las personas que sufren paradas cardiacas fuera del ámbito sanitario.

El estudio, publicado en Journal of Healthcare Quality Research,  concluye subrayando "la necesidad de abordar esta heterogeneidad y considerar la implementación de legislación que obligue a la instalación en todas las comunidades autónomas, para garantizar una respuesta más efectiva y uniforme ante las emergencias cardiacas en todo el territorio español".

Los ejemplos

Desde la empresa ALMAS INDUSTRIES B+SAFE, citan ejempos de la variedad de esas normativas autonómicas. En general, es obligatorio el uso de desfibriladores en grandes establecimientos privados, comerciales y colectivos; instalaciones de transporte: aeropuertos y puertos comerciales; de autobús o ferrocarril en poblaciones de más de 50.000 habitantes, y estaciones de metro, tren o autobús con una afluencia media diaria igual o superior a 2.000 personas. También en establecimientos públicos, instalaciones, espectáculos y actividades recreativas con un aforo autorizado superior a 700 personas o centros educativos con un aforo igual o superior a 2.000 personas.

Cataluña fue uno de los primeros casos en lo que se refiere a reglamentos sobre cardioprotección

Cataluña, indican las mismas fuentes, fue uno de los primeros casos en lo que se refiere a reglamentos sobre cardioprotección, abarcando un amplio número de posibilidades: desde lugares con capacidad para más de 5000 personas, pasando por complejos industriales o establecimientos de escolarización para personas con discapacidades físicas o psíquicas que acojan a más de 200 personas.

Andalucía es otra de las primeras comunidades que exigió la instalación de desfibriladores en instalaciones como grandes superficies comerciales, aeropuertos, estaciones de autobús o ferrocarril con más de 50.000 habitantes -algo común en muchas comunidades- y estaciones de metro con un tráfico diario igual o superior a 5.000 personas.

Sanitarios del SUMMA 112 atienden a un paciente en Madrid.

Sanitarios del SUMMA 112 atienden a un paciente en Madrid. / COMUNIDAD DE MADRID

Otros casos: en Canarias, se exigen, además, en hoteles con más de 1.000 camas o establecimientos dependientes de las administraciones públicas en poblaciones de más de 50.000 habitantes y con una afluencia media diaria de más de 1.000 usuarios. También en teatros, auditorios y salas de conferencias municipales con capacidad superior a 1.000 personas.

Navarra está entre las comunidades con una de las leyes en materia de cardioprotección más detalladas

ALMAS INDUSTRIES B+SAFE cita otros ejemplos peculiares. Como el de Galicia, donde no obligan a tener desfibriladores pero sí recomiendan varios supuestos como puertos comerciales, vehículos de transporte sanitario no urgente, establecimientos y clínicas sanitarias. Entre las comunidades con una de las leyes en materia de cardioprotección más detalladas, la empresa sitúa a Navarra. En otros territorios (Murcia) ni se exige ni se permite el uso gratuito de los dispositivos aunque todas las empresas e instituciones lo pueden adquirir. Tampoco se exigen en Castilla-La Mancha o Castilla y León. Ni en Ceuta o Melilla.