PRUEBA EN RATONES

Investigadores españoles encuentran el mecanismo para frenar la obesidad

Un equipo de la Universidad de Santiago de Compostela encuentra los vagones naturales que viajan al cerebro para combatir la enfermedad

El trabajo, probado en roedores muy obesos que vieron revertida su enfermedad pese a ingerir una dieta alta en grasas, abre la puerta a extender la estrategia a humanos

Personas con obesidad

Personas con obesidad / Universidad de Santiago de Compostela

Madrid

Importante hallazgo de un grupo de investigadores españoles para combatir la obesidad. El grupo del Centro de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (CiMUS) de la Universidad de Santiago de Compostela -USC NeurObesity- ha descubierto una novedosa estrategia basada en nanopartículas naturales que actúan como transportadores de fármacos capaces de entrar en el hipotálamo -una pequeña sección del cerebro- y vencer la enfermedad.

El trabajo, según explican los investigadores, ha sido probado en roedores muy obesos que vieron revertida su enfermedad a pesar de mantener una dieta alta en grasas y, lo más importante, abre la puerta a extender la estrategia a humanos y a otras patologías relacionadas con el cerebro. Uno de los mayores desafíos en la búsqueda de un tratamiento contra esta enfermedad -que afecta a unos 650 millones de personas en todo el mundo- está en actuar sobre los mecanismos que regulan la masa corporal, localizados sobre todo en el hipotálamo.

El grupo del CiMUS, liderado por Miguel López en colaboración con investigadores de la Universidad de Angers (Francia), ha conseguido cargar vesículas extracelulares, unas nano moléculas naturales, con un gen modificado que inhibe la acción de la proteína AMPK -que controla la energía y el metabolismo celular- en un grupo muy reducido de neuronas de esta región cerebral de difícil acceso.

La investigación continúa la línea iniciada hace diez años por el grupo compostelano con el descubrimiento del papel esencial de la proteína AMPK en el hipotálamo en la regulación de la masa corporal. El primer autor del trabajo es Edward Milbank, experto en vesículas extracelulares y miembro del grupo NeurObesity. Parte de los resultados formaron parte de su tesis doctoral, dirigida por López

Revertir la enfermedad en ratones

El hallazgo ha logrado revertir la obesidad en ratones muy obesos, a pesar de seguir ingiriendo una dieta con elevado contenido en grasa, explican los autores del trabajo, publicado en la prestigiosa revista Nature Metabolism que ha sido subvencionado por la Fundación “la Caixa” en el marco de la Convocatoria CaixaResearch de Investigación en Salud. El hallazgo abre la puerta a extender va más allá del campo de la obesidad y puede extenderse a otras patologías relacionadas con el cerebro.

La baja efectividad de dietas y otras estrategias contra la obesidad ha llevado en los últimos años a intensificar la búsqueda de tratamientos farmacológicos. Para los investigadores, encontrar un tratamiento eficaz y aplicable a la mayoría de la población obesa es uno de los retos biomédicos más relevantes del siglo actual. Y llegar al cerebro, actuar sobre él y detener el hambre, una difícil misión.

El principal obstáculo para desarrollar fármacos que actúen en el cerebro es su elevado grado de protección

Uno de los mayores problemas que implica buscar un tratamiento es que muchos de los potenciales mecanismos que regulan la masa corporal están localizados en el cerebro, especialmente en el hipotálamo. Los autores del trabajo subrayan que el principal obstáculo para desarrollar fármacos que actúen en el cerebro es su elevado grado de protección.

Una auténtica 'caja fuerte'

Según explica Miguel López "en primer lugar, está ubicado dentro de una auténtica 'caja fuerte': el cráneo y, en segundo lugar, cualquier molécula que tenga que llegar al cerebro tiene que atravesar un sofisticado sistema de transporte: la barrera hematoencefálica. Esta estructura no sólo actúa como un sistema 'de peaje' para moléculas del propio cuerpo, sino que juega también un papel fundamental regulando la entrada de medicamentos en el cerebro".

“Nuestro enfoque ha consistido en utilizar vesículas extracelulares, un tipo de nanopartículas naturales presentes en nuestro organismo, cuya ventaja reside precisamente en su tamaño: son tan pequeñas que se pueden 'colar sin pagar el peaje' a través de la barrera hematoencefálica", detallan los autores.

'Vagones' que viajan al cerebro

Sin embargo, son lo suficientemente grandes como para ser “cargadas” con otras moléculas, por ejemplo, un fármaco, y actuar como mecanismo de transporte. Serían una especie de “vagones moleculares”, tal y como sostienen Milbank y López. El grupo del CiMUS de la USC ha conseguido cargar esas moléculas con un gen modificado que, al expresarse, inhibe la acción de la proteína llamada AMPK, específicamente en un grupo muy reducido de neuronas (unos pocos miles) del hipotálamo.

El dato, destacan, también es especialmente relevante si se tiene en cuenta que el cerebro de un ratón posee unos 100 millones de células (de los cuales unos 75 millones son neuronas). Con esta estrategia han conseguido revertir la obesidad en ratones muy obesos. Lo interesante del modelo es que los ratones obesos, a pesar de seguir ingiriendo una dieta con elevado contenido en grasa (60%) perdían peso, como resultado de un mayor gasto calórico en el tejido adiposo pardo.