CASTILLA Y LEÓN

Chalés de un millón de euros con vistas a la catedral y "vida tranquila": así es el pueblo más rico de Segovia

La Lastrilla, a tres kilómetros de la capital, ha superado en renta per cápita a Trescasas, donde la planta envasadora de Bezoya da empleo a muchos vecinos y era el más rico hasta ahora

”Aquí hay de todo, gente con más dinero y con menos. Hay mucho médico, enfermero, militares, empresarios...", cuenta una comerciante

Vista de varios chalés de El Sotillo, en La Lastrilla, con la catedral de Segovia al fondo.

Vista de varios chalés de El Sotillo, en La Lastrilla, con la catedral de Segovia al fondo. / EPE

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Rufino tiene 82 años y sale ágilmente de su casa baja con jardín del centro de La Lastrilla cuando le preguntamos por la historia del lugar. “Sentémonos ahí”, dice señalando la bancada de una parada de autobús frente al centro social, en un edificio donde estaban "las antiguas escuelas". “Mira, este es el mejor pueblo que hay porque tenemos una situación geográfica buenísima. Estamos a tres kilómetros del acueducto de Segovia, y de aquí sale la carretera Valladolid-Cuéllar y la que va a Soria”, explica el jubilado, que trabajó toda su vida en una fábrica de vidrios de Azuqueca de Henares.

Por la calle se cruza “el tío Peña” y ambos se ponen a recordar tiempos pasados, cuando solo había un bar, la venta Magullo y la pedanía del Sotillo era “todo campo”. “Hace 40 años no éramos ni 20 familias, un pueblo de agricultores, de cereal. Querían que fuésemos un barrio más de Segovia como Revenga o Zamarramala, pero al final no. El pueblo empezó a crecer y a crecer, pero no el pueblo, pueblo, que es este, sino El Sotillo”, explica Rufino sobre el barrio de la localidad que se divisa desde el altozano donde se sitúa su casco histórico.

La vista desde una pequeña pasarela de madera que atraviesa por debajo una carretera -el camino de San Cristóbal- que se desliza en pendiente hacia Sotillo impresiona. Cientos de chalés, algunos con piscina, se reparten por aquí y por allá en un diseño urbanístico que recuerda a las ciudades dormitorio de Madrid. De hecho, para muchos vecinos “esta es una ciudad dormitorio” de Segovia. “Vive mucha gente que trabaja en Segovia”, dice Manuel, que está paseando cerca del Ayuntamiento, en la parte antigua, pero que tiene un chalé en el Sotillo: “Aquí se tiene la comodidad de vivir en un pueblo, pero tienes de todo”.

Vista del barrio de El Sotillo, desde el altozano del casco antiguo de La Lastrilla.

Vista del barrio de El Sotillo, desde el altozano del casco antiguo de La Lastrilla. / EPE

La Lastrilla es un claro ejemplo de cómo han crecido los alfoces de las capitales de Castilla. Pedanías y pueblos en los alrededores de las grandes ciudades que han ganado entidad propia y habitantes ante la imposibilidad de las segundas, en algunos casos, de crecer más. El Sotillo, por ejemplo, tenía 470 habitantes en 1990. Ahora suma 4.559 y se ha convertido en el cuatro municipio más grande de Segovia. 

Vista privilegiada

Médicos, abogados, funcionarios y empresarios, entre otros, de Segovia capital, y de pueblos de la provincia, fueron llegando al Sotillo, que se convirtió en La Moraleja segoviana. Un rápido vistazo por el portal inmobiliario Idealista da cuenta de ello. Hay chalés adosados desde 274.000 euros a chalés individuales de un millón de euros. Desde algunas de las calles, adecentadas y arboladas, se puede disfrutar en el horizonte de la imponente Catedral de Segovia y el perfil de la histórica ciudad. Sin duda, una vista privilegiada.

El alto poder económico de los nuevos vecinos ha llevado a La Lastrilla a convertirse en el municipio más rico de la provincia, desbancando tras muchos años encabezando el podio a Trescasas. La renta media bruta de La Lastrilla se sitúa en 31.949 euros mientras Trescasas, el pueblo donde la fábrica de Bezoya da empleo a muchos vecinos, se sitúa en 31.704 euros. La Lastrilla es la sexta localidad con los habitantes con más capacidad económica de toda Castilla y León, un ranking liderado año tras año por Simancas (Valladolid) y Cardeñajimeno, el 'pueblo de los médicos', en el alfoz de Burgos.  

Vista del casco histórico de La Lastrilla, con el Ayuntamiento situado a la izquierda.

Vista del casco histórico de La Lastrilla, con el Ayuntamiento situado a la izquierda. / EPE

”Aquí hay de todo, gente con más dinero y con menos. Hay mucho médico, enfermero, militares, empresarios..., pero fíjate, cuando se concibió era de mucho más alto standing que ahora, ahora ha bajado un poco la cosa”, cuenta Marta, que tiene una panadería en El Sotillo, pero que durante un tiempo trabajó en una inmobiliaria y sabe de lo que habla. “Aquí hay chalés con piscina por 650.000 o otros individuales más viejos por 400.000”, explica la mujer, mientras atiende el negocio, con muchos vecinos viniendo a comprar el pan ya que se acerca la hora de comer.   

Acueducto a media hora

La “comodidad” de vivir en un pueblo y la cercanía con Segovia son los principales atractivos que se repiten entre los vecinos cuando se les pregunta. “Es que aquí hay de todo. Supermercados, los 'chinos'... antes que había menos me iba mejor”, lamenta medio en serio medio en broma Marta, que destaca que llegar a la capital es muy sencillo:  “Hay un autobús, el 4, que pasa cada 15 minutos y en cinco estás en Segovia ya, no tarda nada”. Si uno se aventura a ir andando hasta el acueducto apenas tarda media hora.

La construcción de un macrocolegio de las Madres Concepcionistas también fue un reclamo para que muchas familias vinieran a vivir al barrio, aunque el proyecto se bloqueó durante cuatro años y ahora ya las obras están encarriladas. El turismo y la llegada de estudiantes a la Universidad y el Instituto de Empresa han disparado el precio de vivienda y la falta de vivienda nueva ha disparado el precio de las casas en venta y de alquiler. “Es que te pueden cobrar ya 700 euros de alquiler por una casa de tres habitaciones”, cuenta la panadera.

Chalés adosados en El Sotillo, la urbanización de La Lastrilla.

Chalés adosados en El Sotillo, la urbanización de La Lastrilla. / EPE

Esta burbuja inmobiliaria se dispara incluso en el centro de La Lastrilla. “Por un piso normal están pidiendo 400.000 euros”, cuentan escandalizados “el tío Peña” y Rufino, que explican que el alquiler mensual se ha disparado a 500 euros. “Está viniendo mucho inmigrante al casco urbano”, explican ambos jubilados, que rememoran que hubo dos propietarios de terrenos en El Sotillo que se hicieron ricos con su venta a las promotoras inmobiliarias. “El suelo de los solares está disparado”, razona Marta.

El Sotillo parece una pequeña ciudad. Tiene farmacia, hoteles, supermercados, bares y gasolineras, y cada dos por tres, en pequeños solares, parques infantiles. Hay hasta rocódromo y pistas de tenis de tierra batida. “Aquí se vive bastante bien, muy tranquilo”, cuenta Luis, que vive en un chalé adosado y acaba de llegar a comer en un Mercedes de esos viejos. “No sé cuánto costó, porque esas cosas las lleva mi mujer". Ángel vive en un pueblo cercano y está esperando a un amigo para comer en el Hotel Avenida de Sotillo, en la N-110, la carretera principal y que tiene un menú del día que “está bastante bien” por 13 euros. “Todo esto del turismo está haciendo que crezcan los precios de todo, y la gente de Segovia tenemos que asumir precios muy altos”, lamenta. “Es que los alquileres se han puesto al doble”.

“La verdad es que se está muy a gusto aquí”, cuentan varios amigos de entre 40 y 50 años que están echando un botellín al sol. "Es verdad que lo llaman La Moraleja de Segovia", aprecia una de ellas, a la que un amigo añade que no es oro todo lo que reluce: “Ha habido varios robos de casas por aquí, pero ahora los guardias (civiles) están más pendientes”. Sea lo que fuere, es el pueblo de moda y donde más cuartos hay.