CASTILLA Y LEÓN

El pueblo de Soria que rechazó un dineral por permitir un parque solar: "Preferimos conservar el medio natural"

Villar del Campo, una localidad de 24 habitantes, dice que no a un proyecto de energía renovable que le reportaría cientos de miles de euros tras un plebiscito entre los vecinos

"No nos vamos a vender por un puñado de euros, hemos vivido sin placas y lo podemos seguir haciendo", asegura el alcalde

Vista de Villar del Campo, el pueblo de Soria que le ha dicho que no a las renovables.

Vista de Villar del Campo, el pueblo de Soria que le ha dicho que no a las renovables. / EPE

Roberto Bécares

Roberto Bécares

"Preferimos conservar el medio natural al dinero". Así de claro se muestra David Vera, el alcalde de Villar del Campo, un pequeño pueblo del nordeste de Soria de 24 habitantes censados. Se trata de una población principalmente agrícola (cereal) situada en un llano próximo a la sierra de la Madera que se acaba de convertir en una suerte de aldea gala frente a la invasión de las empresas renovables. 

En esta zona de Castilla y León los parques solares y eólicos han encontrado uno de sus lugares preferidos para expandirse, pero por Villar, por ahora, no pasarán. El pasado domingo, los tres concejales del municipio, gobernado por una agrupación de electores que representa al 80% del censo, convocaron una votación para decidir si permitían la instalación de una planta fotovoltaica de 35 hectáreas. 

Vista de una de las zonas del municipio, donde está el frontón.

Vista de una de las zonas del municipio, donde está el frontón. / EPE

"Nosotros no tenemos concejo abierto, tomamos las decisiones por pleno, pero los temas importantes los llevamos a la asamblea. Ese fue nuestro compromiso", señala por teléfono el alcalde, que recuerda que cuando conocieron que se iniciaba la tramitación administrativa de un parque fotovoltaico decidieron llevarlo a la asamblea "para dar voz a la gente del pueblo". Se plantearon dos preguntas. La primera, si se veía con buenos ojos el proyecto y, la segunda, si aceptaba que terrenos de propiedad municipal pudieran destinarse a tal fin. Ambas fueron votadas en contra por unanimidad en un plebiscito a mano alzada. 

Suculentos ingresos

La instalación del parque, que hubiera ocupado terrenos también del municipio de al lado, Valdegeña, habría supuesto unos ingresos a la larga muy suculentos para el pueblo, ya que aparte de los distintos impuestos que hubieran tenido que pagar -licencia de obra (alrededor de 200.000 euros), IAE o IBI-, la empresa podría haber alquilado varias hectáreas municipales [en la actualidad el precio anual que muchas empresas de renovables están pagando es de 1.400 euros al año]. 

"Nosotros teníamos hectáreas suficientes para todo el parque, pero que se pague un alquiler alto nos da que pensar también. Al final de aquí a unos años nos podrían dejar un cementerio y el responsable del cementerio sería el dueño del terreno, es decir, nosotros", aprecia el alcalde, que incide en que ellos abogan por "la conservación del medio natural; no tiene sentido que la vega de un río se pueda arrasar para colocar placas". "Es de los pocos valores que tenemos, el patrimonio natural, sin él no tendríamos futuro", añade Vera, que recuerda que este tipo de instalaciones apenas "generan empleo".

"No tendría un beneficio directo sobre el pueblo", subraya al alcalde que, como su Ayuntamiento, que tiene un presupuesto de 110.000 euros anuales, rechazó desde casi un primer momento el proyecto, no llegó a negociar con la empresa cifras concretas. "Al no haber interés no llegamos a hablar".

Imagen de los terrenos agrícolas que rodean Villar del Campo donde se hubiera instalado el parque de placas solares.

Imagen de los terrenos agrícolas que rodean Villar del Campo donde se hubiera instalado el parque de placas solares. / CEDIDA

Según explica el alcalde, la mayoría de los propietarios de los terrenos agrícolas de Villar "nos han dado su respaldo, con lo cual es un espaldarazo. Ver que la gente sigue teniendo principios es un reconocimiento". "No nos vamos a vender por un puñado de euros, hemos vivido sin placas y lo podemos seguir haciendo", incide Vera, que añade que no se consideran "una excepción" ya que hay "varios" pueblos que están haciendo lo mismo pero no salen en los medios. 

Debate

Para el alcalde su negativa incide en un debate que se está produciendo a nivel provincial. "Este tipo de debate es bueno también. ¿Apostamos por un modelo de crecimiento que se base en esto o apostamos por la ganadería, agricultura y el turismo?", se pregunta el líder de la agrupación de electores, que no se rige por las siglas políticas: "No necesitamos estar al dictado de ningún partido político". 

Tras las calabazas dadas a la empresa, cabría la posibilidad de que la granja solar saliera adelante en terrenos de propietarios privados que sí que viesen con buenos ojos el proyecto, aunque "es cierto que en la votación estaban buena parte de los propietarios" de la zona. "Aquel día votábamos como vecinos y no propietarios", incide en la idea el alcalde.