AGRESIONES

Protocolos de agresión sexual en España: ni son obligatorios, ni protegen a todo el mundo

La presunta violación de un varón de 40 años en Madrid reabre el debate sobre las medidas de protección

En el caso Dani Alves, la discoteca activó un protocolo local al que se adhieren los establecimientos que quieren

La Sauna Paraíso, en la calle Norte 15 de Madrid

La Sauna Paraíso, en la calle Norte 15 de Madrid / DLF

David López Frías

David López Frías

Dos casos recientes de agresiones sexuales en lugares de ocio.

CASO 1: Noche del 30 de diciembre de 2022. Discoteca Sutton (Barcelona). El futbolista Dani Alves agrede sexualmente a una mujer en un lavabo de la discoteca. Cuando la chica logra salir a la sala, el personal de seguridad advierte que está llorando. Le preguntan y ella pone en su conocimiento que ha sufrido una violación. De inmediato, la discoteca pone en marcha un protocolo contra las agresiones sexuales, que activa los mecanismos de ayuda médica, psicológica y policial.

CASO 2: Noche del 15 de marzo de 2024. Sauna Paraíso (Madrid). Un hombre de 40 años que ha acudido a la sauna se despierta tras haber sido aturdido con, probablemente, alguna sustancia química. Advierte entonces que dos hombres le están violando. La víctima se pone a gritar y pide ayuda al personal del local. Según su versión, el personal de la sauna le vino a decir llamase él a la policía.

¿Qué hacer si te violan en una sauna gay? O en cualquier lugar de ocio, se permitan o no las relaciones sexuales. Porque no sólo se practica sexo en establecimientos de clientela gay; también se permite en locales swingers (de intercambio de parejas) donde la clientela es mayoritariamente heterosexual.

¿Existe un protocolo unificado contra las agresiones sexuales? ¿Es obligatorio en España contar con él para abrir un local de ocio? ¿O depende de la ciudad? EL PERIÓDICO DE ESPAÑA responde a las dudas tras la última agresión sexual registrada en una sauna madrileña.

Dani Alves, en el juicio.

Dani Alves, en el juicio. / EP

Sin protocolo único

Para empezar: en España no hay un protocolo unificado ni obligatorio que se ponga en marcha ante un caso de agresión sexual. Hay muchos convenios entre entidades, acuerdos de las diversas administraciones con asociaciones de comerciantes y similares. Pero casi siempre tienen carácter local, no son obligatorios y no contemplan una protección a cualquier persona.

Por partes. En el caso del Gobierno de España, esa competencia recae sobre el Ministerio de Igualdad, que explica a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA que: "La Ley Orgánica 10/2022 pone por primera vez el foco en garantizar que los espacios públicos de los municipios sean seguros y accesibles para todas las mujeres, las niñas y los niños y supone avances también en la prevención y sensibilización de las violencias sexuales, recomendando la puesta en marcha de protocolos por parte de las empresas e instando a las administraciones públicas a promover la elaboración de protocolos específicos".

Es decir, recomienda a las empresas que pongan en marcha estos protocolos. E insta a las administraciones a la elaboración de los mismos. Pero en ningún caso elabora un protocolo marco de ámbito nacional. Y tampoco obliga a que las empresas se adhieran a él para obtener licencias de actividad o similares.

Sí que se han puesto en marcha algunas iniciativas, como la de la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, que "ha trabajado en la elaboración de protocolos específicos para la actuación frente a situaciones de violencia contra las mujeres en los espacios de ocio, con un acuerdo de colaboración entre el Ministerio de Igualdad y la Asociación “España de noche”, la Federación Nacional de empresarios de ocio y espectáculos, así como con el sector de la hostelería a través de la Federación Española de Hostelería".

"Pregunta por Ángela"

Otras entidades, como la patronal de ocio nocturno Spain Nightlife, se suman a un protocolo internacional que nació en Reino Unido en 2016. Se llama "Ask for Angela" ("Pregunta por Ángela"), porque es así como se activan los mecanismos en una discoteca o bar musical cuando una mujer está siendo supuestamente agredida o acosada: se dirige a la barra y pregunta por Ángela.

Es la contraseña para que, en ese momento, y si los trabajadores han recibido a formación pertinente, se ponga en marcha ese protocolo que protege a la víctima, se le ofrece ayuda, se le aísla de su agresor, que pasa a ser identificado y se llama a la policía y a las asistencias sanitarias.

Reino Unido sí que tiene un protocolo marco llamado "Ask for Angela"

Reino Unido sí que tiene un protocolo marco llamado "Ask for Angela" / Cedida

Pero son, en cualquier caso, medidas voluntarias para los empresarios. Nadie deniega una licencia por no adherirse a estas iniciativas. Y, tal como explica el mismo texto, afronta "situaciones de violencia contra la mujer". No recogería el caso de la presunta violación que sufrió un hombre de 40 años en una sauna de Madrid. Deja fuera, por tanto, al colectivo LGTBI, dado que las violaciones denunciadas por hombres son perpetradas en su práctica totalidad por hombres.

¿Quién lo tiene?

En el caso de la violación de Dani Alves, el protocolo que activó la discoteca Sutton lo diseñó el Ayuntamiento de Barcelona en 2018. Fueron pioneros en nuestro país en diseñar un documento de este tipo. Se llama "No callem" ("No callamos") y consiste en que el Consistorio proporciona a los trabajadores de los establecimientos que se adhieran, una formación concreta para detectar y actuar en una situación de abuso sexual. "Está dirigido a cualquier colectivo: mujeres o LGTBI". le explican a este periódico fuentes consistoriales. Hay medio centenar de establecimientos de la Ciudad Condal adheridos.

Tras el "No callem", fueron varios los municipios catalanes que quisieron diseñar su propio protocolo, dado que desde España no existía un documento único. La respuesta de la Generalitat fue redactar el "No en passem ni una" ("No pasamos ni una"), que vendría a ser la versión unificada catalana de este primer protocolo que se originó en la ciudad de Barcelona. De él dependen los 954 municipios catalanes, a excepción de la capital. Y en el enunciado habla de "violencias sexuales en el entorno del ocio", sin distinción de sexo.

Entidades locales de otras ciudades han trabajado también en la elaboración de este tipo de protocolos, como Zaragoza y Pamplona, ambos de 2019, o Santa Cruz de Tenerife, con el "Protocolo municipal para la atención a mujeres víctimas de agresiones sexuales y otros tipos de violencias machistas en las fiestas del Carnaval", de 2022, tal como recuerdan desde el Ministerio de Igualdad.

Barcelona cuenta con el protocolo "No Callem", pionero en España y vigente desde 2018

Barcelona cuenta con el protocolo "No Callem", pionero en España y vigente desde 2018 / Ajuntament de Barcelona

Madrid

Madrid, por su parte, no tiene un protocolo concreto y específico contra vioencias sexuales, como sí lo tiene por ejemplo Barcelona. Pero desde el Ayuntamiento explican que firmaron en marzo de 2023 "un convenio en el que están involucradas varias áreas (Políticas Sociales, Familia e Igualdad y Vicealcaldía, Seguridad y Emergencias), para prevenir la violencia sexual en locales de ocio nocturno, con representantes de las asociaciones que agrupan a estos locales, con los que desarrollan acciones formativas y de actuación para garantizar la seguridad de las mujeres".

Además, cuentan con "una red de atención a las víctimas de violencia de género en todas sus manifestaciones, y ahí se atiende a tres perfiles: violencia de género en el ámbito de la pareja, violencia sexual (sólo para mujeres e hijos al cargo) y trata con fines sexuales".

Dicho convenio tampoco es obligatorio, como en el resto de España. Se adhiere quien quiere. Está diseñado "para que los locales sepan cómo actuar ante una situación de violencia sexual". Pero en el texto dice, claramente, "garantizar la seguridad de las mujeres". Así como los documentos elaborados en Cataluña o Canarias sí que recogen específicamente las agresiones sexuales contra hombres (perpetradas en la práctica totalidad de los casos por otros hombres), en Madrid esto queda en un limbo.

El limbo gay

La presunta violación mencionada al inicio se produjo en una sauna gay de Madrid. Son establecimientos que no tienen, en su mayoría, categoría de discotecas o bares musicales. De hecho, la Paraíso tiene licencia de "Gimnasio y sauna con servicio de bar". Sus epìgrafes recogen las actividades de "bar sin cocina", de "actividades de gimnasio" y de "baños turcos y similares"; según ha podido comprobar este periódico.

Aunque los protocolos no son obligatorios, al menos cuentan con la baza de que las respectivas asociaciones gremiales se adhieren, cuando no directamente los elaboran. Es decir: en el sector del ocio nocturno, las diferentes asociaciones (como "España de Noche", de ámbito nacional, o federaciones locales de empresarios) aconsejan a sus asociados que se sumen a estas iniciativas. Pero la mayor parte de las saunas que hemos consultado tienen categoría de gimnasio.

¿Y si no disponen de sauna? Muchas se dan de alta como actividad NCOP. Esto es "No Comprendida en Otras Partes", que es una especie de cajón de sastre de las actividades que no están recogidas en ningún otro epígrafe. Por tanto, no tienen esa asociación que recomiende adherirse a ningún tipo de protocolo. Esto último también rige en determinados locales swingers, donde la clientela predominante es heterosexual, pero tampoco suelen adherirse a este tipo de protocolos.

En conclusión: España no cuenta con un protocolo marco contra las agresiones sexuales. La Ley Orgánica 10/2022 de garantía integral de la libertad sexual sí que sienta las bases, estableciendo acuerdos, recomendando y proponiendo. Son las administraciones locales (algunas), las que, de momento, lo están elaborando. Pero en algunos de estos casos, dejan fuera a un colectivo como el LGTBI.

Ronny de la Cruz, presidente de COGAM (la mayor entidad LGTBI de Madrid) ha explicado a este diario que "sentimos envidia sana hacia Barcelona, porque nos incluyen en estos protocolos, aunque lamentablemente no nos sorprende que en Madrid nos hayan dejado fuera, viendo que gobierna quien ha gobernado todos estos años", aunque advierten que "vamos a seguir peleando para que se involucren políticamente en evitar todas las agresiones contra nuestro colectivo".

Por su parte, Eugeni Rodríguez, presidente del Observatori Contra l'LGTBIfobia, de Barcelona, atendió a este diario diciendo que "no es de recibo en absoluto que la víctima de una agresión sexual que dice haber sido violada tenga que ocuparse ella misma de su defensa y de su atención. En estos casos, los locales tienen que ocuparse de prestar todo el apoyo a este cliente, llamar a asistencia médica y a la policía. Necesitamos que el ocio sea un espacio amable, sin violencias machistas ni LGTBIfóbicas. Y para eso hace falta formación y conciencia". Desde la Sauna Paraíso, por contra, nos colgaron el teléfono.