EN NOJA

La playa que atraviesa el Camino de Santiago y su paisaje lunar hizo que la eligieran una de las más bonitas de España

Trengandín, en Noja, ha sido seleccionada como una de las 25 mejores playas del país por la revista National Geographic

Una mujer paseo por la playa de Trengandín, en Noja.

Una mujer paseo por la playa de Trengandín, en Noja. / ALBA VIGARAY

Roberto Bécares

Roberto Bécares

Cuando llega la primavera, la playa de Trengandín, en Noja (Cantabria), se comienza a llenar de peregrinos de la Ruta de Santiago que dejan en la fina arena las huellas de su paso por el Camino del Norte. Lo hacen en su etapa desde la cercana Santoña y tras cruzar 'el Brusco', el monte que separa ambas localidades.  

Es el camino alternativo, entre verdes paisajes próximos al mar, para llegar desde Irún a la tumba del apóstol. Un recorrido donde la climatología, en verano, es más suave, y ofrece un paisaje distinto -y para algunos más bonito- al de la sobria pero aun así bella estepa castellana.  

Uno de los accesos a la playa de Trengandín, en Noja.

Uno de los accesos a la playa de Trengandín, en Noja. / ALBA VIGARAY

"En primavera y verano vienen muchos peregrinos, tanto de Santiago como del camino Lebaniego", explica Eva, responsable de la Oficina de Turismo de Noja, que en invierno recupera una inusitada tranquilidad [en verano aquí viven 100.000 personas por las 3.000 de los meses más fríos]. 

Eva pone en valor las dos playas del municipio, tanto Trengandín como Ris, con una arena "como polvo, muy fina", recordando que la primera ha sido elegida una de las 25 playas más bonitas de España, según la revista National Geographic, que destaca "sus aguas cristalinas" y que está ubicada junto a las Marismas de Santoña, "que es la zona de humedales más importante del norte peninsular". 

Sin botas

Dice la tradición que los peregrinos del Camino del Norte tienen la costumbre de quitarse las botas cuando cruzan una playa, sobre todo tras coger el camino oficial desde Santoña por la playa de Berria, cruzando el Monte Brusco (todavía se mantienen flechas del trazado antiguo aunque en la actualidad se rodea para no subir el monte) y llegando a Trengandín, también conocida como la playa Grande. 

"La playa cuenta con todo tipo de servicios y los mejores accesos", aseguran desde la Oficina de Turismo sobre la playa, que tiene una extensión de seis kilómetros y está tachonada de innumerables rocas de estilo kárstico. "Con la pleamar la playa es totalmente diferente", explica la responsable de turismo sobre Trengandín, que está orientada al noroeste y que es una de las playas más largas de toda Cantabria. 

Imágenes de la playa de Trengandín, en Noja.

Imágenes de la playa de Trengandín, en Noja. / ALBA VIGARAY

Se refiere Eva a cómo la bajamar, como ocurre estos días de invierno a primera hora, descubre, al igual que pasa en la cercana y bellísima bahía de Isla, las afiladas y oscuras rocas que confieren al lugar cierto aspecto lunar. Las pozas que se conforman en su alrededor son ideales, dicen, para pescar camarones -aquí llamados esquilas- y coger lapas o erizos. 

Sendero por acantilados

Trangendín está conectada con la playa de Ris a través de la Ruta de la Costa de Noja, que este año ha recibido también la condición de Sendero Azul concedido por la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC). Se trata de un pequeño y bello camino que serpentea entre afilados acantilados y por el que en estas fechas da gusto caminar ya que no hay casi nadie.  

Según explican desde el Ayuntamiento, ambas playas han recibido el premio ‘Bandera Ecoplayas 2024’, en la categoría de ‘Renovación’, que se concede a aquellas que ya han recibido dicho galardón en pasadas ediciones, y gracias al compromiso del ayuntamiento con la mejora de la calidad de las mismas. 

Vista de la playa de Trengandín, en Noja, que tiene seis kilómetros de largo.

Vista de la playa de Trengandín, en Noja, que tiene seis kilómetros de largo. / ALBA VIGARAY