SANIDAD

Un día de furia en el 'agujero negro' del centro de salud de Vallecas que se quedó sin médicos: "Es dantesco"

El último médico que se mantenía de los ocho del turno vespertino del ambulatorio Vicente Soldevilla, en el humilde barrio de Puente de Vallecas, ha dimitido

Exterior del centro de salud pública Vicente Soldevilla, en el barrio madrileño de Puente de Vallecas.

Exterior del centro de salud pública Vicente Soldevilla, en el barrio madrileño de Puente de Vallecas. / Alba Vigaray

Roberto Bécares

Roberto Bécares

"Mira, ha habido muchas tardes que a las 5.30 no había ningún medico ya; igual sólo había tres enfermeras para todo el centro. Si hubiera entrado una urgencia grande, habría que derivarla al hospital o a otro centro de salud, y eso es un riesgo". Quien habla es una enfermera que tras muchos años en el centro de salud Vicente Soldevilla, en Puente de Vallecas, uno de los barrios más humildes de Madrid, lo deja. Ha pedido el traslado y lo dice segura, convencida, pero sus ojos se humedecen. Son muchos años, muchos recuerdos, muchos pacientes que son casi ya amigos. Abandona su propia cotidianeidad. "Da pena, claro, pero es que es dantesco lo que estamos viviendo, yo no puedo más. Por mi salud mental me tengo que ir".

Otras dos compañeras de las 17 sanitarias que hay en enfermería van a seguir el mismo camino en los próximos días y saldrán del agujero negro en que se ha convertido este ambulatorio que da cobertura a 30.000 personas y que hasta antes de la pandemia era un ejemplo de eficiencia en la capital. La ansiedad, el estrés y la depresión acechan a los sanitarios del centro. Mucha presión, muchos pacientes, pocos recursos humanos.

Este miércoles dimitió el único médico del centro de tarde. En teoría en ese turno debería haber ocho facultativos [por otros ocho en la mañana], pero hay cuatro plazas que están sin cubrir, dos bajas médicas de larga duración, y dos profesionales con reducción de jornada. "Es insostenible [...] Desde hace unos meses siento que lo que hago en la consulta no mantiene las condiciones mínimas que merecen quienes acuden a una consulta médica, no es serio, ni profesional, ni son cuidados dignos. Y no porque no quiera, sino porque no puedo. Por eso, me siento un fantoche si me pongo la bata", explica el doctor Daniel García en un blog.

Mes y medio de espera

Son las 11 de la mañana del jueves y hay lo menos 25 personas haciendo cola para coger cita con su médico de cabecera. Dos auxiliares atienden como pueden a la marabunta, muchas son personas mayores. “Y esto no es nada, hace pocos días había el doble, llegaba al pasillo”, cuenta un paciente. “Están bajos de personal, antes te daban cita en dos días y ahora nos han visto hoy y la pedí el 15 de diciembre. ¡Un mes y medio de espera! Antes funcionaba muy bien, pero vamos de mal en peor”, explica María, que ha venido con su hijo Daniel, veinteañero. “Es que nos han quitado a nuestro médico de siempre y ni nos han avisado”, se queja. 

“Es una auténtica porquería, yo nunca lo he visto así”, añade Benito, jubilado, que ha venido a por unos análisis. “Mi doctora acaba a las dos y luego le habían metido en atención al domicilio. No ha aguantado el ritmo”, asegura sobre una de las médicas que se han cogido la baja.

Carteles en defensa de la sanidad pública en el exterior del centro de salud de Puente de Vallecas.

Carteles en defensa de la sanidad pública en el exterior del centro de salud de Puente de Vallecas. / ALBA VIGARAY

Pilar charla con otra vecina, Luz, a las puertas del centro, en un parque donde sanitarios de emergencias están realizando labores de mantenimiento a un vehículo. "Ahora hay una falta de médicos enorme, se nos han ido todos, pero al otro lado de la M-30 esto no pasa, hay un montón. Y digo yo, ¿nosotros no pagamos impuestos?”, se pregunta indignada Pilar. “El otro día, mi médico, que no es la de siempre, que se fue, me iba a dar unos análisis y se tuvo que salir a atender una urgencia. Me quedé sin saber los resultados”, lamenta. “Y, fíjate, que en esto yo doy la razón a los médicos, que están trabajando de ocho de la mañana a las cinco de la tarde sin parar. No son animales, ¿cómo van a aguantar ese ritmo?”.

“Es insostenible, necesitamos recursos humanos. La sobrecarga es tremenda y hay bajas por ansiedad”, confiesa una sanitaria del centro que prefiere no dar su nombre y que asegura que una parte importante de los pacientes, cerca de un tercio, no tienen médico asignado. “Hay pacientes críticos a los que nosotros no podemos darles seguimiento”, lamenta por su parte otra enfermera.

Fuentes de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid afirman que tratan de dar soluciones a todos los problemas que se plantean en los centros sanitarios pero achacan la situación “a la enorme falta” de médicos en toda España. “Sirva como ejemplo la aplicación del reciente plan de invierno por parte de la Viceconsejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid, donde se ha provisto la posibilidad de contratación de hasta 1800 profesionales y tan solo se ha logrado captar 1027. La escasez es generalizada”, precisan fuentes de la consejería.

Dificultad de cobertura

“La Gerencia Asistencial de Atención Primaria está trabajando en estos momentos en un programa para incorporar diferentes medidas que compensen la dificultad de cobertura de turnos, especialmente por la tarde y en determinadas zonas, en un escenario que imposibilita en muchos casos suplir las vacantes de Medicina por la escasez generalizada de médicos de familia y pediatras en el conjunto del Estado”, aseguran desde Sanidad, donde confirman que en determinados barrios está costando encontrar reemplazos a las bajas o traslados pese a que se ofrecen suplementos “de entre 300 y 500 euros”, como estaría ocurriendo en este ambulatorio de Vallecas, que también cubre especialidades, una sección donde no hay tanto problema.

Entrada al centro de salud de Vicente Soldevilla, en Puente de Vallecas.

Entrada al centro de salud de Vicente Soldevilla, en Puente de Vallecas. / Alba Vigaray

“Eso del suplemento no es verdad”, replica otra sanitaria del centro de salud de Soldevilla, que lamenta que aquí “se vive muy mal, llorando, con insomnio, dándole vueltas... En Gerencia nos dicen que tengamos respuestas imaginativas y que deberíamos haber hecho más educación de la salud a los pacientes, para que sepan cuándo tienen que venir”. Afortundamente, y pese a que se tarda en cubrir bajas, no hay tantos problemas con Pediatría. “Y eso que mucho tiempo ha estado solo Nati, que es muy buena, está el tiempo necesario con cada niño, pero se va a jubilar, a ver a quién traen”, aprecia un padre que va a pasar consulta. “Yo pedí cita ayer para que viera al niño y me la han dado para hoy. No tengo queja”, cuentan Victoria y Ángel, que tienen un bebé de ocho meses.  

Fuentes de la Consejería añaden que a esta situación de falta de médicos se suma que precisamente hoy comienza el concurso de movilidad para que médicos y pediatras tomen plaza como estatutarios fijo en los destinos de plazas vacantes que han elegido, por lo que se producirán nuevos traslados en centros de salud de todo Madrid. “Estos traslados se sustentan en un acuerdo de 2017 de la Mesa Sectorial, donde están presentes los sindicatos, para favorecer la conciliación de los profesionales, aproximación a su domicilio u otros factores. A la vez se procede a reubicar a los profesionales que venían ocupando esos puestos o desplazados dentro del propio centro o en otra instalación. Los usuarios que cambian de profesional no tienen que hacer nada ya que de manera automática la Consejería de Sanidad les asigna en tarjeta sanitaria con el nuevo referente”, informan desde la consejería.