REPORTAJE

El penúltimo adiós a Don Mauro: "Su risa era tan contagiosa que había que parar los rodajes de La Hora Chanante"

El cómico madrileño, fallecido el pasado 15 de abril, recibirá un homenaje el 5 de junio en la Sala Galileo

Aunque era pianista de formación y uno de los integrantes de La Cabra Mecánica, se convirtió en pionero del stand-up en España

El Cómico y actor Don Mauro

El Cómico y actor Don Mauro

David López Frías

David López Frías

Una cosa que sorprendió gratamente a los familiares de Mauro Muñiz de Urquiza durante su velatorio (en el Tanatorio de Tres Cantos) fue la cantidad de artistas de varias épocas que se dieron cita allí para despedirlo. Primeras espadas de la interpretación o la canción en España, que compartieron algún momento con el fallecido, acudían en un goteo constante.

Por el nombre igual no les suena. Por su apodo, Don Mauro, tal vez les venga a la mente. Si ven su cara, se acuerdan de él seguro. Don Mauro ha sido, para muchos, el más famoso de los actores secundarios españoles de los últimos tiempos. Ha actuado en La Hora Chanante, Los Hombres de Paco, Aída, La que se avecina... y así hasta más de un centenar de películas, series y obras de teatro. Pero Mauro Muñiz ha sido sobre todo, y sobre eso hay quorum, uno de los actores más apreciados de su generación por sus compañeros de carrera.

El próximo 5 de junio, dentro de un mes, tendrá lugar el último adiós al polifacético artista. Será en la Sala Galileo de Madrid y allí se darán cita nombres como Julián López, Iñaki Urrutia, Paco Calavera o El Lichis, cantante de La Cabra Mecánica, grupo en el que Mauro tocaba el teclado. Cantarán, contarán chistes y celebrarán un acto que le hubiera gustado a Mauro. Porque, coinciden todos, Mauro era un tío divertido. Y ese mismo espíritu es el que tiene esta pieza en este penúltimo adiós: recordar anécdotas de alguien a quien todos recuerdan como un tío divertido.

Memoria chanante

“Yo una de las cosas que más recuerdo de Mauro es lo que se reía en los rodajes. Contrariamente a la imagen que te puedas hacer, de que podía ser un poco cascarrabias, era un trozo de pan y un cachondo mental. Y me acuerdo sobre todo de la cantidad de veces que teníamos que cortar la grabación por la risa que le entraba, que era súper contagiosa y eso era una gozada verlo”.

Lo cuenta el cómico Ernesto Sevilla, con el que trabajó en numerosos proyectos, especialmente en La Hora Chanante, el espacio en el que se hizo popular: “Yo en realidad el primer recuerdo que tengo de él fue sobre el escenario, viendo los monólogos que hacía para Paramount. Recuerdo cómo nos impactó lo bueno que era sobre el escenario y la fuerza que tenía. Luego nos conocimos, nos hicimos muy buenos amigos y tuvimos una relación muy estrecha. Pero mi primer recuerdo es ese, lo bueno que era sobre un escenario”.

Fue allí, en el entorno de la Paramount, donde entabló relación con los otros chanantes como Julián López. Otro actor con el que además compartía afición por el fútbol y formación musical: “Cuando falleció, empecé a hacer check de las cosas que puede hacer uno en una vida. Y me pareció alucinante comprobar cómo salía todo con él. Hemos actuado juntos en un escenario, hemos hecho viajes, trabajos, conciertos, ver un partido por la tele, en el estadio, ir a su boda, ver juntos el gol de Iniesta en el Mundial… no es fácil cumplir tantos checks con nadie”, le cuenta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

“Nos unía la pasión por el fútbol. Él era del Real Madrid y yo del Athletic Club de Bilbao, que vino una vez a jugar al Bernabéu y él me quiso regalar la entrada. Pero llegó tarde y no las pudo pillar. Para que no me quedase solo, me invitó igualmente a ver el partido en casa de su amigo, tan madridista como él. Pues ganó el Athletic. Yo me contuve en el primer gol, pero en el segundo empecé a gritar. Después me confesó que su amigo le había dicho que nunca más me llevase a su casa. Ni a mí, ni a ninguno como yo”.

Los inicios

Para quien no lo conociese, Mauro Muñiz De Urquiza nació en Madrid en 1964 en el seno de una familia de letras puras. De padre y madre periodistas: el escritor asturiano Mauro Muñiz y la periodista Paloma De Urquiza, que se conocieron en la facultad de Periodismo. Ella entró a trabajar en un periódico local de Cuenca llamado La Ofensiva. "Y él, que podría haberse ido de corresponsal a París, optó por irse al mismo periódico conquense para estar con ella", nos cuenta María Muñiz, hermana de Don Mauro. Permanecieron juntos desde entonces y fallecieron en 2011 con una diferencia de pocos meses.

Mauro fue el pequeño y único varón de tres hijos (hasta que nació Guillermo su hermano pequeño). Su hermana María, que fue eurodiputada con el PSOE, rememora algunos recuerdos de infancia. “Cuando éramos pequeños, mi hermana Alicia y yo competíamos por ver quién sabía más de literatura y de poesía. Él, que era el más pequeño, se quedaba como al margen. Y mi padre hacía bromas con eso. Un día lo vio leyendo un libro llamado El otro árbol de Guernica, de Luis De Castresana, y dijo 'Mirad a Maurito: ese es el único libro que se ha leído en su vida y no es ni siquiera El árbol de Guernica, sino El otro árbol de Guernica'. No iba en serio, Mauro fue una persona muy cultivada y ese fue el ambiente en el que nos criamos”.  

Mauro Muñiz junto a su hermana María, que fue eurodiputada por el PSOE

Mauro Muñiz junto a su hermana María, que fue eurodiputada por el PSOE / Cedida

Escribía, pintaba, tocaba y jugaba al fútbol. No le pegaba mal y militó en las categorías inferiores del Real Madrid, el equipo de su vida, jugando de extremo. "Era muy futbolero. Tanto, que cuando se despedía te mandaba "un abrazo de gol" porque era el abrazo más fuerte que hay", recuerda su hermana. Su compañero de monólogos, Iñaki Urrutia, lo sufrió en alguna pachanga: "Se le notaba que había jugado a fútbol porque la tocaba y se movía espectacular para tener su edad. Pero donde era espectacular era como hooligan de fútbol. Y si lo llevabas al baloncesto, que el ambiente era más calmado, él se comportaba igual".

El marqués de la furgoneta

Abandonó el deporte, empezó Bellas Artes y terminó piano, tal vez su faceta menos conocida. Así entró a tocar como teclista en La Cabra Mecánica "como a mitad de la gira del primer disco. Y ya para la composición del siguiente disco, la siguiente gira... y los recuerdos son todos muy maravillosos. Era un tío muy humilde, siempre dispuesto a escuchar sugerencias. Fue el miembro de la banda que más confió en mí y me decía que los demás estaban como soldados", explica Miguel Ángel Hernando 'Lichis', líder de la formación musical.

"En la furgoneta era muy divertido. Le llamábamos 'El Marqués' porque tenía un porte aristocrático que ninguno de los otros tenía. Le preguntábamos siempre qué edad tenía, porque parecía que era el mayor de nosotros aunque la diferencia de edad era como mucho de 5 años. Un tipo súper culto, con el que podías hablar de cualquier cosa, pero que se lo pasaba muy bien en la furgoneta. 'La furgoneta envilece', nos decía".

"Cuando dejó la banda, practicábamos un humor muy afilado y cruel. Mauro era una persona más blanca. Pero cuando empezó a hacer monólogos de humor, nos dimos cuenta de que estaba haciendo el humor que hacíamos antes todos juntos en la furgoneta, con ese punto suyo tan ácido, tan de aguja que le ha acompañado toda su carrera", concluye.

Una de las viñetas satíricas dibujadas por Mauro

Una de las viñetas satíricas dibujadas por Mauro / Cedida

Se quitó de las giras para dedicarse íntegramente a la interpretación, tras pasar por la prestigiosa escuela de Cristina Rota. Y aunque su primera aparición como actor fue en 1986, en la película Dragon Rapide, la popularidad le llegó a partir de 2002 de la mano de La Hora Chanante, un programa en un canal por cable, que empezó haciendo 0% de share y acabó convirtiéndose en un fenómeno de masas.

La comedia

El artífice de aquello fue Joaquín Reyes, que coincide con Ernesto Sevilla en que "había que parar rodajes porque se meaba de risa Mauro. Era imposible que no se riera y además tenía una risa muy particular. Y los personajes de malo los bordaba, como el del sketch del taxista o el del guardabosques. Pero en muchas risas se moría de risa". Y confiesa que "nos impresionó mucho cuando lo conocimos, cuando grababa para Nuevos Cómicos. La forma de presentarse, muy diferente a todo. El material que escribía, cómo lo interpretaba... De hecho, uno de mis monólogos sobre el cine, no es que le copiase las bromas, es que le copié el estilo. Esos textos tan largos, esos requilorios que hacía. Me inspiró tanto que se lo copié".

Y es que a Don Mauro, aún en vida, ya se le reconocía su papel fundamental en el boom de los monólogos en España. Fue en ese campo donde se ganó el respeto inicial de la profesión. El cómico Paco Calavera, que también reconoce "lo difícil que era hacer un sketch de una sola vez juntos sin reírnos", se refiere a él como "tal vez el gran pionero del género stand up español. De los primeros cómicos modernos de este siglo en nuestro país". De ahí aquella época un grupo de amigos que ha mantenido hasta el final, aunque alguno se haya bajado de la comedia por el camino.

Es el caso de El Gran Jero, un monologuista que empezó con él en Paramount y que acabó abandonando la carrera tras formar una familia: "Me casé, tuve hijos y me aparté de todo lo relacionado con la comedia menos de Mauro. Seguíamos siendo muy amigos. A mí me impresionó mucho que, la primera vez que actuamos juntos en un teatro, él se quedó hasta que se fue el público y, desde el escenario, dio las gracias por sus nombres a todos los técnicos. No era un tío normal, era un fenómeno".

Jero coincide con otro monologuista y amigo íntimo de Mauro llamado Karim en cuanto a que "era el más conocido de todos, pero también el más humilde. Te hacía sentirte importante, siendo él el más popular". Karim compartía con Mauro el grupo Comikazes, con Iñaki Urrutia, Juan Solo y Richard Salamanca. Comieron con él cuatro días antes de su fallecimiento. Jero iba a quedar con él estos días. El Lichis le iba a proponer que se tocase unos temas en la próxima gira. Tenía proyectos, pero se truncaron el 15 de abril. Sus amigos estarán dándole el último adiós en la gala del 5 de junio con chistes y música, como a él le hubiera gustado.