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Lecciones electorales

El PP ha desoído las voces que le recomendaban endurecer su discurso en Cataluña para superar a Vox y ha aprobado el 12M con nota

Alejandro Fernández celebra los resultados del PP la noche electoral

Alejandro Fernández celebra los resultados del PP la noche electoral / Alberto Paredes / EP

Tras el resultado agridulce obtenido en las elecciones vascas, en las que mejoró y ganó un diputado pero no consiguió que Vox perdiera su asiento en Vitoria, hubo voces en el PP que criticaron la tibieza de su candidato, Javier de Andrés, y recomendaron endurecer el discurso en Cataluña para alcanzar su principal objetivo este 12M, superar a Vox en el Parlament. No ha sido así y el PP ha cosechado uno de los mejores resultados de su historia en unos comicios autonómicos.

Alejandro Fernández ha conseguido igualar el resultado de Josep Piqué en 2003 y se ha acercado a los de Vidal-Quadras y Alicia Sanchez-Camacho en 1995, 2010 y 2012, respectivamente. Viniendo de una modestísima representación de sólo tres escaños, tiene además el mérito añadido de que no era el candidato de Génova. La intención del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, siempre fue sustituirlo, pero la amenaza de cisma en el partido por la negativa de Fernández a dar un paso a un lado de forma pacífica hizo que finalmente la dirección aceptara que fuera el cabeza de cartel. Este mismo martes se ha visto cómo la sintonía entre Feijóo y su referente en Cataluña chirría: el presidente nacional alertaba de que el procés no ha muerto y su candidato sostenía lo contrario.

Aun así, la campaña del PP en Cataluña ha superado con nota sus objetivos y ha demostrado que es capaz de conectar con una parte significativa del electorado, obviando las voces que recomendaban endurecer el discurso para superar a Vox, especialmente desde Madrid. No era ese el tono que esperaban una mayoría de catalanes en estos comicios, en los que claramente se ha cambiado el paso para dejar atrás una década perdida, y finalmente contará con el cuarto grupo parlamentario más numeroso en el Parc de la Ciutadella.

Fernández ha demostrado que el PP no tiene que someter a Vox, como ha pasado en Madrid, Andalucía y, más recientemente, en Galicia, para crecer. En estas elecciones, el PP ha ganado casi 230.000 votos respecto a 2021, de los que apenas 150.000 podrían proceder de un desahuciado Ciudadanos. Esto significa que la estrategia de campaña, de la que por ejemplo desapareció la amnistía, ha permitido a los populares pescar en otros caladeros, ya que Vox también ha incrementado el número de sufragios y ha mantenido sus 11 asientos en el Parlament.

Como se suele decir, la mejor encuesta es la elección misma.

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