ELECCIONES 12-M

El Gobierno tilda de electoralista el 'cupo catalán' de Aragonès: "Lo hace para confrontar con el PSC"

Moncloa le resta solemnidad a la carpeta abierta por el Govern porque “es muy oportunista por parte de ERC” debido al 12-M. Pese a ello, desde el Gobierno muestran voluntad negociadora siempre que el nuevo cálculo para la financiación se realice en el marco multilateral del modelo autonómico

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este miércoles durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso. / David Castro

Iván Gil

Iván Gil

El Gobierno rebaja el choque con ERC a cuenta de la financiación “singular” que reclama el Govern, como una suerte de ‘cupo catalán’. Ni siquiera le otorga mucho crédito a la propuesta al considerar que se trata de una posición de máximos por el contexto electoral, después de adelantar los comicios para el próximo 12 de mayo. La propuesta presentada este miércoles en Madrid por Pere Aragonès, un día después de que la hiciera pública su consellera de Economia, Natàlia Mas, tiene tintes de inconstitucional, según fuentes de Moncloa, aunque en público tratan de hacer equilibrios para no entrar en el terreno de la confrontación.

Los colaboradores de Pedro Sánchez entienden que la propuesta es electoralismo y que precisamente busca escenificar un choque. No tanto con el Ejecutivo, argumentan las mismas fuentes, sino con el candidato de los socialistas catalanes, Salvador Illa. “Lo hace para confrontar con el PSC”. En este sentido, le restan solemnidad a la carpeta abierta por los republicanos porque “es muy oportunista por parte de ERC”. Con todo, se trata de una propuesta en la que los republicanos llevan meses trabajando.

El Govern puso fecha para su anuncio antes de que se rechazasen las cuentas de la Generalitat con el voto en contra de los Comuns. La propuesta, por tanto, está fuera del radar del adelanto electoral y se iba a presentar en plenas negociaciones para los Presupuestos Generales del Estado, a los que el Ejecutivo decidió renunciar por la falta de garantías para sacarlos adelante en el contexto electoral de las catalanas.

Aragonès calificó esta mañana el modelo de financiación que han puesto sobre la mesa como una “cuestión central” y llegó a condicionar el apoyo de su formación a Pedro Sánchez a los avances en este sentido. Aunque el Ejecutivo responde en privado al envite con las acusaciones de electoralismo, en las últimas horas han tratado de mostrar voluntad negociadora. Enfriar la propuesta, pero con el suficiente cuidado para no cerrar ninguna puerta.

Contrapropuesta de Moncloa

Tanto es así que hay una contrapropuesta por parte del Ejecutivo. Se trataría de un nuevo cálculo más favorable, pero siempre como fruto de un acuerdo para la reforma del modelo de financiación autonómica. Según explican los colaboradores del presidente del Gobierno, están dispuestos a compensar a Cataluña “reconociendo sus competencias singulares”. Principalmente, según enumeran, por las competencias de la policía autonómica (Mossos), en materia penitenciaria o justicia.

Una forma de recalcular al alza la financiación de Cataluña “recogiendo sus peculiaridades”. Su argumento es que Cataluña cuenta con la singularidad de gestionar un buen número de competencias propias, por lo que merecería una financiación “distinta” a la actual. Esta vía para recalcular la financiación de Cataluña tiene la “dificultad” añadida de depender de un acuerdo con el PP. Los socialistas no quieren impulsar un nuevo modelo sin consensuar con los populares -gobiernan en 11 de las 17 autonomías- y en estos momentos las opciones son mínimas. Ni siquiera existe una posición unitaria dentro de los dos grandes partidos.

Cambio de ciclo

El president de la Generalitat, en cambio, se ha mostrado optimista y ha hecho valer la dependencia de Sánchez de los votos de ERC para ello. Asimismo, en su conferencia de esta mañana sorteaba las advertencias de “inconstitucionalidad” porque este habría sido el mismo argumento para rechazar los indultos, la mesa de diálogo o la amnistía.

Los socialistas, por su parte, vinculan las posiciones de los independentistas, tanto en lo referente a la financiación como en la celebración de un referéndum a que están “preocupados” por sus expectativas electorales. En Ferraz confían en romper la mayoría independentista y en que Salvador Illa vuelva a ganar las elecciones teniendo capacidad para liderar el Govern y “pasar página” al ‘procés. “Nuestro discurso es muy potente en Cataluña y la gente quiere ese discurso”, añaden para apostarlo todo a un “cambio de ciclo político en Cataluña” que ponga en valor su denominada “agenda del reencuentro”, insisten en la dirección del partido.