Las CCAA ante el nuevo Gobierno (XV): Cantabria se prepara para una legislatura "infernal"

La presidenta cántabra, la popular María José Sáenz de Buruaga, ha marcado las principales demandas que pondrá sobre la mesa del Gobierno central, vinculadas muchas de ellas a exigencias de equidad territorial

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, en Santander durante un acto del PP contra la amnistía.

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, en Santander durante un acto del PP contra la amnistía. / EFE

Vicente Montes

Las relaciones entre el gobierno autonómico de Cantabria y el Ejecutivo central no serán pacíficas. La valoración que la presidenta cántabra, la popular María José Sáenz de Buruaga, ha hecho de los acuerdos de investidura del PSOE es ya bastante clarificadora: "Cantabria quedará en desventaja y esta será una legislatura infernal".

El PP ha alcanzado el poder en la comunidad autónoma tras el hundimiento del Partido Regionalista de Cantabria de Miguel Ángel Revilla y la caída del PSOE. Ambos gobernaban en coalición hasta mayo de 2023 y los regionalistas contaban la pasada legislatura con un diputado en el Congreso, con el que intercambiar favores con Pedro Sánchez. Ahora ya no.

La líder popular ha marcado las principales demandas que pondrá sobre la mesa del Gobierno central, vinculadas muchas de ellas a exigencias de equidad territorial o a reclamaciones históricas de la comunidad autónoma. La reforma de la financiación autonómica será una pieza medular, máxime para un gobierno autonómico del PP que considera que las alianzas de Sánchez desajustan los equilibrios entre las comunidades autónomas.

También las infraestructuras son claves para Cantabria, que ya con Revilla fue especialmente combativa en las exigencias relativas a las cercanías y que capitalizó aquella batalla por el desastre en el diseño de los trenes de ancho métrico incompatible con algunos túneles. También a lo largo de esta legislatura habrá de encarrilarse plenamente la construcción de la línea de alta velocidad entre Palencia y Reinosa.

Cantabria continuará con otra de sus banderas de choque con Madrid, la protección del lobo, motivo por el que ya se han producido disputas jurídicas con el Gobierno central y asunto en el que el PP intensificará la discrepancia.

Las necesidades energéticas de la industria electrointensiva cántabra también formarán parte de esa agenda en las relaciones entre la comunidad autónoma y el Gobierno de PSOE y Sumar, así como inversiones en dotaciones que llevan tiempo atascadas. Con todo, el tono estará lejos del de la pasada legislatura con Revilla recorriendo los platós de las televisiones. El aviso de la presidenta Sáenz de Buruaga también es declaración de intenciones.