Partido Popular

Feijóo no será presidente “a cualquier precio” y avisa que su propuesta tendrá “vigor los siguientes años”

“Si la investidura no es a corto plazo, sí será la primera piedra para que ahora o después haya un Gobierno del PP”

Alberto Núñez Feijóo, en la apertura del curso político en Pontevedra.

Alberto Núñez Feijóo, en la apertura del curso político en Pontevedra. / EFE

Paula Pérez

Con el Castillo de Soutomaior al fondo, símbolo de una de las mayores alegrías electorales del PP que ha sido recuperar la Diputación de Pontevedra

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Alberto Núñez Feijóo

, que presume de no haber perdido nunca unas elecciones, empieza a asumir que ser el más votado en las urnas no es suficiente para alcanzar el poder y enfría las expectativas sobre su posible investidura como presidente del Gobierno el próximo 26 y 27 de septiembre. “No lo seré con atajos, cesiones y privilegios”, advirtió ayer en el acto de apertura del curso político. Es consciente de que el coste que deberá pagar para llegar a Moncloa es alto y por eso avisó que “no será presidente a cualquier precio”. Pero eso no significa que tire la toalla. De hecho, dejó entrever que aunque fracase en este intento, su proyecto al frente del PP no caduca, tanto si hay que repetir elecciones generales como si Pedro Sánchez logra repetir en la Moncloa.

“Aunque no sea una investidura a corto plazo, sí será la primera piedra del próximo Gobierno de España, que os aseguro que ahora o después será un Gobierno del Partido Popular”, advirtió. Por eso, aclaró que las ideas y propuestas que esbozará en el Congreso “tendrán vigor durante los siguientes años”.

Pero tras los comicios generales dentro del partido han empezado a surgir voces críticas con su liderazgo: desde quejas por la estrategia desarrollada durante la campaña electoral, malestar por la decisión de dejar a Vox fuera de la Mesa del Congreso, lo que escenificó una imagen de soledad del PP en la sesión constitutiva de las Cortes, y más recientemente las

reticencias de ciertos barones populares a que se entable negociaciones con Junts

para conseguir su apoyo a la investidura. El último, ayer mismo, fue el presidente del PP de Cataluña, Alejandro Fernández, quien rechazó el diálogo con el partido liderado por

Carles Puigdemont

.

Feijóo quiso, por esta razón, disipar suspicacias y aclaró: “Hablar sí, dialogar también, pero chantajes no, subastas no, someternos a lo que quieran las minorías no”. De hecho, señaló que consultará a todos aquellos presidentes autonómicos del partido “que quieran aportar”.

El acto celebrado en Soutomaior, al que asistieron unos 1.500 cargos y militantes del partido, sirvió además para escenificar la unidad en torno a Feijóo. Los populares gallegos cerraron filas con el líder del PP en su regreso a Galicia, donde gobernó de forma hegemónica durante cuatro legislaturas. Pero también contó con la presencia del aparato del partido a nivel nacional: el vicesecretario de Organización, Miguel Tellado, la portavoz del partido, Cuca Gamarra, el vicesecretario de Cultura, Borja Sémper, la vicesecretaria de Políticas Sociales, Carmen Fúnez, y el coordinador general del PP, Elías Bendodo. Y no faltaron presidentes autonómicos como Juanma Moreno (Andalucía), Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León), María Guardiola (Extremadura), Fernando López Miras (Murcia), Marga Prohens (Baleares) y Jorge Azcón (Aragón), además de los líderes del PP en Castilla-La Mancha, Navarra y Asturias. Incluso el expresidente Mariano Rajoy, quien precisamente inauguró la tradición de abrir el curso político en el Castillo de Soutomaior, acudió a la cita.

Las únicas ausencias fueron la de la presidenta de Madrid,

Isabel Díaz Ayuso

, así como el presidente valenciano, Carlos Mazón, el riojano, Gonzalo Capellán, y la cántabra María José Sáenz de Buruaga.

Ante los barones del partido, Feijóo ayer sacó pecho de los resultados electorales obtenidos el 23-J: “crecimos en tres millones de votos, sumamos 87 parlamentarios más y experimentamos el mayor crecimiento de la historia”.

Y, por eso, con la “legitimidad que le da ganar las elecciones” el líder del PP justificó presentarse ante una investidura que se antoja, de entrada, casi imposible, una decisión que ha sido cuestionada incluso desde dentro de su propio partido. “Lo hago por lealtad a la Constitución y a la Monarquía parlamentaria con la responsabilidad de desbloquear la gobernabilidad, frente a los que intentan ganar perdiendo y bloquear desde la derrota”.

Feijóo explicó que está a cuatro votos de ser investido presidente, pero Pedro Sánchez está “a cuatro cesiones” y citó: “amnistía, referéndum de independencia, un Gobierno más débil conformado por 24 partidos y volver a quebrar el principio de igualdad”.

Y marcó diferencias. “No admitiremos subastas para aplacar los intereses particulares de las minorías”, señaló en vísperas de que hoy inicie la ronda de consultas en busca de apoyos parlamentarios para su investidura.

Aprovechó su presencia en Soutomaior para esbozar las que serán “sus líneas maestras” de su discurso de investidura el próximo 26 y 27 de septiembre. Así explicó que presentará un programa de Gobierno que será “un proyecto de país en el que se reconozcan la mayoría de españoles” y lo contrapuso al “modelo de fragmentación, cesiones y rupturas que aboca a España al abismo territorial, político y económico”.

Pero, aunque, en su opinión, “bien vale la pena presentarse a la investidura, volvió a recalcar que “en política no vale todo”. “Si solo depende de ceder, plegarse y humillar más a las instituciones, está claro que ganará Sánchez”, advirtió. Y añadió que “es mejor perder una investidura y no que pierda España”. “Quiero un presidente libre y no secuestrado para poder nombrar al Consejo de Ministros y estar al servicio de España y no de una ambición personal”, apuntó.

Pero en este reto Feijóo no se siente solo. Así agradeció a UPN, Coalición Canaria y a Vox “su generosidad” por darle su apoyo para que el PP gobierne en solitario.

Rueda pide a su jefe de filas que “no ceda a amenazas”

Alfonso Rueda, se comprometió a “trabajar sin descanso” para que llegue a Moncloa

Rueda es consciente también de que los números

no dan para que Feijóo logre los apoyos necesarios para la sesión del 26 y 27 de septiembre

en el Congreso y por eso se mostró convencido de que “será presidente del Gobierno, sin ninguna duda” pero “cuando tenga que ser, cuanto antes mejor”.

Tras sucederlo al frente de la Xunta hace algo más de un año, Rueda aduló a su jefe de filas: “estamos muy orgullosos de todo lo que tienes hecho”. Pero también reivindicó el trabajo del PPdeG y su contribución al apoyo electoral obtenido por Feijóo el 23-J Galicia fue la segunda comunidad con mayor porcentaje de apoyo al Partido Popular.

Hizo valer este respaldo masivo para advertir a Feijóo que cuando llegue a la Moncloa los populares gallegos serán “leales” pero no “parvos” y seguirán reivindicando lo que le corresponde a Galicia. Por eso, el presidente de la Xunta enfatizó que no quiere “una España asimétrica, en la que tengan que perder unos para que ganen otros”.

Mientras el dirigente gallego prometió trabajar por una quinta mayoría absoluta en Galicia y aprovechó para lanzar pullas a la oposición. Así, aludió a que el Castillo de Soutomaior, que ha aguantado en pie durante siglos, “malo será que no resista hasta que el PSOE celebre sus primarias para que pueda celebrarlas en este espacio”, porque, según dijo, a diferencia de los socialistas el PP, ahora al frente de la Diputación de Pontevedra, permitirá su uso por parte de cualquier formación política. También aludió al BNG, a los que definió como “los nacionalistas más improductivos de España”.