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Se alquila piscina privada por horas en Alicante

Los precios oscilan desde los 6 a los 30 euros por persona o por hora para pasar el día en la zona al aire libre de un particular, con algunos propietarios que logran ingresos anuales que pueden alcanzar los 10.000 euros

Uno de los anuncios de alquileres de piscina por días.

Uno de los anuncios de alquileres de piscina por días. / PILAR CORTÉS

A. Vicente

"Piscina muy bien cuidada y de gran capacidad, 12 x 6 metros, en la que podéis nadar, o simplemente disfrutar del sol". Y, además, poner música, hacer una barbacoa o jugar una partida de futbolín. Tener una piscina este verano puede ser posible a pesar de no ser propietario de una o sin acudir a una municipal. En la provincia, al menos dos plataformas al más puro estilo de las destinadas a alojamientos turísticos ofrecen la posibilidad de alquilar una piscina ajena para darse un chapuzón este verano. Una moda que crece y que puede ser posible por un módico precio, todo dependiendo del tamaño de las instalaciones o las horas que se quiera disfrutar de ellas.

Llega el calor y darse un chapuzón es una de las opciones más deseadas. Y una mayoría optaría por hacerlo en una piscina pero no todos tienen la suerte de tener una a la mano o un conocido o familiar que invite. Así que poder alquilar la de un particular para pasar el día o celebrar un evento cada vez está más demandado. En la red existen al menos dos empresas digitales que ofrecen este servicio, una página creada en Francia (Swimmy) y otra en Barcelona (Cocopool).

Ambas tienen entre sus anuncios por toda España opciones en la provincia en Finestrat, Elche, Orxeta, Aigües, Novelda, Orihuela, Alicante o San Vicente. De hecho, en este municipio, se puede incluso ver este tipo de anuncios en la calle. Cerca de una de las paradas de autobús de la Universidad de Alicante un cartel ofrece una piscina para "barbacoas con aseo" para organizar por un día cualquier evento o plan familiar.

El proceso para reservar una de estas instalaciones no dista mucho del de otras plataformas de alquiler. El que desea darse un chapuzón con familia o amigos o celebrar un evento como un cumpleaños o un bautizo, solo tiene que buscar la que más se acople a sus deseos, poner las personas que acudirán y las horas que quiere usarlas. Los precios oscilan entre los 6 o 7 euros por hora hasta los 24 o 25 euros. Algunas estipulan el coste por persona, según se recoge en estas páginas.

Gerard Xalabardé, CEO y cofundador de Cocopool, describe su plataforma como un "Airbnb de piscinas" en el que se puede encontrar un espacio donde darse un baño cuando el calor aprieta o destinarlo a una celebración. "La mayoría de bañistas son familias o grupos de amigos de entre 35 y 55 años" y se suman cada vez más "empresas que quieren hacer cosas para que los trabajadores compartan una jornada, y es en la piscina".

La empresa comenzó con Barcelona y Madrid pero la demanda hizo que ampliaran el pasado verano a otras zonas: "En Alicante había una demanda que no podíamos satisfacer y nos hemos abierto a este territorio", indica el responsable de la empresa. El pasado año, las tres piscinas que había en cartera realizaron 20 alquileres con una media de reserva de 320 euros. La ganancia para los propietarios fue de una media de 2.500 euros por prestar a otros sus instalaciones. Pero los beneficios pueden llegar en algunos casos a los 10.000 euros al año, aunque depende de la ubicación de la misma o la zona.

Esta "moda" de poder pasar el día en una piscina ajena está en crecimiento, como confirman fuentes del sector. Así, "es algo que nació en EEUU y aquí vamos con 10 años de retraso", asegura Xalabardé. "Cada vez hay más negocio porque cada vez hay más meses de verano", añade.

Recibir a otros en el jardín

Aunque se pueda pensar que las piscinas que se ofrecen en estas plataformas son las que se ubican en segundas residencias, no es lo más habitual. De hecho Xalabardé explica que "normalmente es su casa principal y la suelen alquilar cuando ellos también están allí". Esto se especifica normalmente en las características que se anuncian. Pero, ¿qué lleva a un particular a alquilar su propia piscina?

El responsable de la plataforma indica que el perfil que más se repite son propietarios que "viven en las afueras o alrededor de grandes ciudades que ven una forma de tener una fuente de ingresos "extra" más allá de su salario" y de forma "más fácil porque no les quita apenas tiempo". Así también destaca que "son personas que ya conocen el mundo de las plataformas colaborativas". Además, el mantenimiento de las piscinas tiene "un coste alto" y, más, si no se usan habitualmente, lo que compensan con ese alquiler.

Juan Ribaltá es propietario de una de las piscinas que se ofrecen para alquiler en la plataforma catalana en la provincia de Alicante. "Conocí la idea y me pareció genial. Empecé a alquilar mi piscina y los ingresos 'extra' me ayudaron muchísimo", explica. Porque, además, "con lo que gané, pude mejorar el jardín construyendo una barbacoa nueva y comprando algunos muebles de exterior. Ahora el espacio se ve increíble y está listo para disfrutarlo aún más". Y, ¿cómo lleva ser este tipo de anfitrión tan atípico? "Ser anfitrión de estos eventos es muy divertido y gratificante. Me gusta ver cómo mis invitados disfrutan de la piscina y el jardín", así que lo recomienda. 

Sus propias normas y servicios "extra"

Como en cualquier alquiler, el de las piscinas particulares también tiene "letra pequeña". Cada propietario "pone sus propios reglamentos o requisitos", indica el responsable de la plataforma. Desde si se puede poner música, si se puede fumar, beber, llevar mascotas... Entre otros requisitos, estancias mínimas como dos horas.

Y entre los servicios, la mayoría se repiten: zona de barbacoa, aseos, ducha, tumbonas, jardín, wifi o juegos al aire libre. Y otros se ofrecen como "extra". Así, los bañistas pueden alquilar toallas por 2 o 3 euros; usar la barbacoa por el mismo precio por persona o hay quien estipula un precio único como 40 euros por ello. También se llegan a ofrecer masajes o un refrigerio, que oscila entre dos o 3 euros con mojitos o limón granizado, por ejemplo.

En las descripciones, cualquier información es buena como reclamo: "No hay vecinos cercanos", reza uno de los anuncios. Una característica que, si se quiere celebrar un evento como un cumpleaños significa que la música no molestará al resto