NEGOCIACIONES TRAS EL 23J

La legislatura arranca con la incertidumbre de saber si habrá un gobierno estable

El PSOE hace un gesto a los nacionalistas con la propuesta de Armengol para presidir el Congreso pero fuentes del partido reconocen que será necesario un "acuerdo programático de mínimos" para evitar la inestabilidad

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Govern, Francina Armengol, en un acto de campaña del PSOE, a 17 de mayo de 2023, en Palma de Mallorca, Mallorca, Islas Baleares (España).

El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la presidenta del Govern, Francina Armengol, en un acto de campaña del PSOE, a 17 de mayo de 2023, en Palma de Mallorca, Mallorca, Islas Baleares (España). / Isaac Buj - Europa Press

Elena Marín

Elena Marín

A 24 horas de que se produzca la constitución de las Cortes, solo hay una cosa segura: el nombre que el PSOE ha propuesto para presidir la tercera autoridad del Estado, la expresidenta de Baleares Francina Armengol. Un perfil elegido para atraerse el favor de los nacionalistas. No obstante, habrá que seguir esperando hasta que el equipo de Carles Puigdemont, decida si le merece la pena apoyar a la candidata socialista. La incertidumbre que genera en el PSOE que el líder independentista no anuncie su voto hasta la misma mañana del jueves, así como la dependencia futura de un partido imprevisible como Junts, marca el inicio de una legislatura con un parlamento en el que la plurinacionalidad estará muy presente. Es precisamente la cantidad de variables e intereses cruzados de las diferentes formaciones nacionalistas e independentistas, que miran más a su electorado autonómico que al nacional, lo que augura que de la votación del Congreso pueda salir investido un presidente, pero no necesariamente un gobierno estable.

La aritmética es tozuda y los números señalan que las posibilidades de que Alberto Núñez Feijóo pueda nombrar este jueves a alguien de su partido como presidente del Congreso y posteriormente lograr los votos si el Rey finalmente le propone para la investidura son prácticamente nulas. El PP quiere que la fecha para el debate de investidura sea antes de que finalice el mes de agosto, pero eso dependerá de la prisa que quiera imprimir la nueva presidencia del Congreso, que es quien debe fijar el día. Sobre la confianza que tiene el PP para que se produzca alguna sorpresa con estos "endiablados" números, se pronunciaba este martes el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, que evitaba decir que Feijóo estuviera "esperanzado" y se limitaba a apuntar que lo veía "responsabilizado" por cumplir con sus obligaciones e intentarlo hasta el final.

Pedro Sánchez no tiene tampoco aún los apoyos cerrados. Aunque la decisión de Coalición Canaria, partido regionalista con un único diputado en el Congreso, será clave, todos los ojos recaerán sobre Junts este jueves. En su mano está conceder la presidencia de la mesa a Sánchez y otorgarle así una prórroga para continuar la negociación de una investidura o apretar el botón que lo haga saltar por los aires y España se dirija a una nueva convocatoria electoral.

Reuniones de grupo

Este miércoles PP y PSOE reúnen a sus respectivos órganos directivos y posteriormente a los miembros de sus grupos parlamentarios. La propuesta socialista para dirigir la mesa del Congreso, la ex presidenta del Gobierno de Baleares Francina Armengol, que tiene el apoyo de Sumar, es claramente un gesto hacia los nacionalistas. Una forma de facilitarles la votación secreta en urna dada la sensibilidad que ha mostrado Armengol hacia las cuestiones identitarias durante su trayectoria al frente del Ejecutivo de las islas.

En el PP distintas fuentes reconocen que Alberto Núñez Feijóo "es el único" que sabe quién está en su lista de candidatos a presidir el Congreso y el Senado, donde tienen mayoría y tienen garantizada la presidencia. El líder del PP matendrá reuniones con su equipo duro este miércoles por la mañana pero no será hasta la tarde cuando informe a su grupo parlamentario a quién deben votar. Es decir, que se ha reservado hacer pública su elección hasta conocer quién era la candidata del PSOE, con todas las lecturas que se extraen de este anuncio y de las posiblidades que puede generar en el voto Junts.

Desempate clave

Cuando se produzca ese encuentro del grupo parlamentario popular, en Génova confían en saber ya hacia qué lado vuelca la balanza Coalición Canaria. Hasta este fin de semana, en la sede del PP daban por hecho el acuerdo, casi por descontado que podrían sumar a su bloque al diputado de CC y tener así 172 diputados (137 PP, 33 Vox, uno UPN y uno CC). Pero este martes, el presidente canario Fernado Clavijo, que preside el archipiélago gracias a un acuerdo con el PP, se ha puesto de perfil. Su apuesta sigue siendo romper los bloques, con la idea de que no solo hay "dos Españas, no todo es azules y rojos, hay una tercera España, una España nacionalista". Y en ese tercer bloque sitúa a CC y a PNV, precisamente dos partidos que en el pasado han pactado con PP y PSOE y que no necesariamente se sienten cómodos con las políticas que promueven Sumar y las izquierdas nacionalistas, pero que por encima de eso sienten rechazo a pactar con Feijóo por su vinculación con Vox en hasta cinco comunidades autonómas.

Con la premisa de que el PNV mantiene a sus diputados del lado de Pedro Sánchez tras los dos sonados portazos al PP, el voto de Coalición Canaria se vuelve decisivo. Si finalmente apuesta por el PSOE, Sánchez se garantizaría 172 escaños, de forma que sería suficiente una abstención de Junts, un voto que facilitaría la investidura del dirigente socialista y que políticamente compromete menos a Puigdemont.

Señales para la estabilidad

Fuentes del PSOE reconocen que no basta con sacar adelante la investidura sino que es necesario que eso se traduzca en una cierta garantía de estabilidad. Admiten que en la pasada legislatura hubo votaciones que se llevaron al límite, como la reforma laboral que salió adelante por el error de un diputado del PP, de modo que creen que tiene experiencia en la gestión de sumas complicadas, pero que lo mejor sería lograr "un acuerdo programático de mínimos" que permitiera trabajar con una orientación concreta.

En cualquier caso, asumen que la inestabilidad puede estar presente durante toda la legislatura si finalmente Sánchez es investido presidente, y fijan la vista en lo que pueda pasar en las elecciones autonómicas del País Vasco en 2023 y de Cataluña en 2024 en caso de adelanto electoral (toca en 2025). La correlación de fuerzas entre PNV y Bildu y entre Junts y ERC y a su vez la de todos ellos con el Partido Socialista de cada una de las comunidades puede hacer tambalear el tablero parlamentario en un futuro próximo.

De lo que ocurra en el Congreso este jueves estará pendiente Carles Puigdemont desde su refugio en Waterloo e Iñigo Urkullu, desde Pamplona. El lehendakari acudirá a la toma de posesión de María Chivite como presidenta del Gobierno de Navarra, principalmente en apoyo a Geroa Bai, coalición en la que el PNV tiene un peso preferente y que finalmente entrará en el ejecutivo navarro tras unas duras negociaciones que apunto estuvieron de descarrilar dando mayor protagonismo a Bildu.