CONFRONTACIÓN ELECTORAL

Montero desplaza a Espadas como jefe de la oposición en Andalucía y confronta con Juanma Moreno

El PP andaluz saca la artillería contra la ministra de Hacienda y el presidente convierte a la número dos del PSOE en el blanco de sus criticas, ninguneando al jefe de la oposición

Montero y Moreno

Montero y Moreno / Raúl Caro/ EPC

Isabel Morillo

Isabel Morillo

El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), suele ignorar a Juan Espadas, secretario general del PSOE-A, cuando habla de la oposición. No lo nombra directamente. Se refiere directamente al PSOE o a la izquierda. Cuando hay ataques personales se dirige a Pedro Sánchez y, sobre todo, a María Jesús Montero, ministra de Hacienda, vicesecretaria del PSOE y azote de Moreno cada semana en sus, cada vez más frecuentes, actos públicos en la comunidad. La estrategia del ‘ninguneo’ es un clásico en la política. El propio Moreno la sufrió durante años mientras Susana Díaz jugaba a ignorarlo y evitaba entrar en el cuerpo a cuerpo con el líder del PP andaluz.

Ese cuerpo a cuerpo político entre presidente y ministra, entre Moreno y Montero, ha alcanzado esta semana su punto álgido. El PP admite que viene de días atrás. La ministra de Hacienda hizo incursión en Cádiz un domingo más, su agenda andaluza de fin de semana es intensa desde hace semanas, para presentar al candidato del PSOE. Le afeó a Moreno su “vanidad” y que esté “empachado de mayoría absoluta”. Montero le pega directamente en la línea de flotación del político cercano y moderado, que gobierna "para todos y sin ideología", como se autodefine. Los principales valores del liderazgo con el que Moreno alcanzó una histórica mayoría absoluta el pasado junio.

El eje de la oposición más dura del PSOE al presidente de la Junta es desde hace meses la sanidad y la orden de conciertos que abre la puerta, por primera vez en España, a desviar pacientes de la atención primaria a la privada. El estilo de la vicesecretaria general del PSOE es mucho más duro y ofensivo que el del jefe de la oposición en Andalucía. Montero le ha cogido la medida en sus ataques al presidente andaluz. Sus puñetazos verbales desde los mítines molestan mucho al presidente, que se queja además de que ejerza ese papel cuando es ministra del Gobierno de España.

Por eso, cada vez que Montero ataca al presidente de la Junta, las alarmas se encienden en el PP andaluz y llega una cascada de contraataques. Se revuelven. El de esta semana lo ha puesto en bandeja la propia ministra de Hacienda, al confirmar lo que era un secreto a voces, que en esta legislatura, que expira a finales de año, no habrá reforma del sistema de financiación autonómica. Como respuesta, el Gobierno andaluz salió en tromba. El más duro, el presidente Moreno que aseguró directamente que la ministra queda “inhabilitada” para defender Andalucía. El presidente andaluz habló de “una quiebra de la confianza y el crédito” de la ministra. Su mensaje sonó a 'no vas a poder volver a Andalucía'. Algo de eso había, admiten en el PP, en esa idea de la "inhabilitación".

Hacienda saca cifras

El líder del PP-A está cómodo en el asunto de la financiación autonómica porque él sí desoyó las indicaciones del entonces presidente Mariano Rajoy y firmó en 2018 una reivindicación auspiciada por Montero como consejera andaluza de Hacienda que apuntaba al maltrato a la comunidad con el actual modelo. Un documento que reclamaba un déficit de 4.000 millones al año para Andalucía. Moreno se puede permitir señalar la doble vara de Montero como consejera andaluza y como ministra de Hacienda porque él sí mantiene como presidente la misma postura que tuvo como líder de la oposición. De hecho, durante la anterior legislatura tejió alianzas con otros territorios, la más potente con el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, para exigir la actualización de un sistema de financiación caducado desde 2014.

La reacción del Ministerio de Hacienda a esas acusaciones también fue tajante. Le bastó una cifra en un documento del departamento de Montero: Andalucía ha recibido 6.000 millones de euros más cada año desde 2019. En unas arcas públicas con record de recaudación, Hacienda ha transferido a Andalucía en los últimos cinco años 31.434 millones de euros más que el Gobierno de Rajoy en su último quinquenio. Los fondos estatales transferidos a Andalucía han sido desde 2019 a 2023 de 112.840,3 millones de euros. De 2013 a 2017 llegaron del Estado 81.405,8 millones.

El Ministerio suele eludir dar datos por comunidades, pero el equipo de Montero consideró que la dureza de las palabras del presidente andaluz, “la ministra está inhabilitada para defender Andalucía”, tenía que poner a trabajar la calculadora. Son datos que no se dan normalmente porque se enfadan otros territorios y otros grupos que luego son necesarios para las alianzas en el Congreso, admitieron desde Hacienda, pero era “necesario” dar datos, zanjaron desde Madrid.

“De lunes a viernes castiga a Andalucía y los fines de semana cruza Despeñaperros para difamar a Juanma Moreno”, señaló el portavoz del Gobierno andaluz, Ramón Fernández-Pacheco. Basta mirar la hemeroteca para observar que en los últimos meses, el combate dialéctico más duro en la política andaluza lo libra el PP andaluz contra la ministra de Hacienda. Montero, que ejerce como vicesecretaria del PSOE y acude a todos los territorios, tiene su base política en Andalucía, por razones obvias. Es sevillana, aquí tiene su familia, en la Junta de Andalucía forjó su carrera. Se ha convertido en la gran interlocutora de Ferraz con los territorios y especialmente ejerce ese control de la dirección federal en el PSOE andaluz, donde nada se hace sin que Montero dé el visto bueno.

La sintonía entre Montero y Espadas es buena. Ella apostó porque el alcalde de Sevilla se convirtiera en líder del PSOE andaluz relevando a Susana Díaz. Su misión, insisten en el PSOE, no es más que remontar la marca socialista en unas municipales que deben servir de revulsivo en Andalucía hacia las generales de final de año. Todos los ministros, indican, participan en la campaña. “Alguien le tiene que cortar la hierba bajo los pies a Moreno”, señalan. A Espadas ya le dejaron claro que en cada cita electoral se examinan todos. Si el PSOE no empieza a emerger en la comunidad andaluza las posibilidades de Pedro Sánchez de prorrogar su gobierno de coalición serán nulas.

Montero no quiso ser ser candidata en Andalucía. Su nombre se desechó porque Sánchez la necesitaba en su Gobierno y porque la ministra de Hacienda había formado parte de los gobiernos socialistas condenados por los ERE, aunque nunca estuvo imputada en esa trama. Sin embargo, cada vez que el PSOE necesita un revulsivo en Andalucía se mira hacia ella. Espadas comienza en las últimas semanas a remontar el vuelo del partido tras meses sin rumbo. La oposición empieza a tener un guión contra el Gobierno andaluz del PP. La oposición ha hincado el diente en la sanidad pública y en contratos de emergencia de la Junta bajo sospecha. Empieza a coger aire tras años desnortados.

Desde Ferraz dejan claro que nada se tocará en el partido hasta que pasen las generales. Espadas trabaja para ser candidato en las próximas autonómicas y, de momento, nadie lo cuestiona. Hay muchas más cosas por delante en las que pensar que en el liderazgo del PSOE andaluz, advierten en el partido. Lo que pase en las generales, sin duda, abrirá una nueva etapa.