GOBIERNO DE COALICIÓN

Podemos denuncia la última “jugarreta” de Moncloa en el acuerdo sobre presupuestos para deslucir a su líder

La organización morada cree que el PSOE intenta impedirles "capitalizar" las medidas sociales que ha impulsado como el cheque bebé

Bolaños y Belarra

Bolaños y Belarra

La desconfianza crece en Podemos hacia el ala socialista del Gobierno en la recta final de la legislatura, y aflora hasta en los detalles que pueden a priori pasar desapercibidos. El socio minoritario de la coalición, que mantiene desde hace meses un pulso con Yolanda Díaz, escruta cada paso que da Moncloa y no está conforme con los últimos movimientos. La queja por la falta de proyección que obtienen por parte del PSOE en la toma de decisiones gubernamentales se viene acrecentando de un tiempo a esta parte. Y uno de los últimos episodios en este sentido ha provocado una especial irritación en el partido en las últimas semanas. 

En Podemos consideran que el ala socialista del Ejecutivo ha aprovechado el acuerdo presupuestario alcanzado entre los socios de Gobierno para restarles protagonismo al espacio y a su secretaria general y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. Y es que en este acuerdo los socialistas se comprometieron a que la Ley de Familias, impulsada por el ministerio de Belarra, se apruebe en Consejo de Ministros a lo largo del mes de octubre. Se da la circunstancia de que la dirigente morada está en un avanzado estado de embarazo y sale de cuentas en los próximos días, de manera que no podrá presentar en La Moncloa una norma en la que lleva meses trabajando y que, entre otras cosas, amplía la ayuda de 100 euros por hijo de hasta tres años y amplía los permisos por cuidados. 

Yolanda Díaz y Enrique Santiago en el patio del Congreso de los Diputados.

Yolanda Díaz y Enrique Santiago en el patio del Congreso de los Diputados. / EFE

Una coincidencia temporal que en Podemos tildan directamente de “jugarreta” con el objetivo de “evitar que capitalicemos” las medidas impulsadas por Podemos en el Ejecutivo. El malestar es notorio en las filas moradas, que buscan estos días fórmulas para permitir que Belarra figure de alguna manera el día en que se apruebe el anteproyecto de ley, que se tramitará por la vía de urgencia para acortar plazos. Es decir, que sólo pasará una vez por el Congreso de los Diputados, en lugar de hacerlo dos, como requiere el trámite ordinario.

Entre las posibilidades que barajan están, entre otras, la de interrumpir por un día su permiso de maternidad para presentar la medida, algo que podría ser fácilmente cuestionado, por tratarse precisamente de una ley que busca facilitar la conciliación familiar y laboral; o que haga una aparición virtual a través de algunos vídeos explicativos que ya vienen siendo tradición, aunque tendría menos fuerza que la presentación de la ley en el Palacio de La Moncloa. 

Pérdida de protagonismo en el Gobierno

En Podemos preocupa cada vez más la pérdida de protagonismo que ha sufrido el espacio dentro del Gobierno a poco más de un año para las elecciones generales. Los morados tratan de mantener el foco de atención en las últimas semanas remarcando sus diferencias con el ala socialista. Un ejemplo claro fue su protesta por el aumento del gasto en Defensa. Con estas críticas, que llegaron apenas unas horas de que Díaz anunciase el acuerdo con el PSOE, los morados acusaban a los socialistas de “ocultar” las cifras a su socios de Gobierno. Un extremo que fue después desmentido por la propia vicepresidenta segunda.

 La ofensiva iniciada por el partido morado contra el ala socialista dentro del Gobierno forma también parte del pulso soterrado que mantienen con la dirigente gallega. Consideran que no ha sabido hacer valer el peso de Unidas Podemos en las negociaciones con el socio mayoritario de la coalición, y la responsabilizan de la pérdida de visibilidad que vienen sufriendo. 

Las negociaciones entre Gobierno y PP para renovar el CGPJ han sido también motivo de malestar en las filas moradas. En Podemos consideran que han sido relegados a un “papel secundario” en las conversaciones que determinarán el nuevo órgano constitucional, tal como avanzó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Mientras el estilo negociador de Pablo Iglesias consistía en plantear exigencias previas al ministro de Presidencia, Félix Bolaños, para que éste después se sentara con los populares, el partido considera que Díaz facilita los acuerdos a cualquier precio, y que brinda el respaldo de UP sin grandes contrapartidas. Fuentes próximas a la vicepresidenta segunda, en cambio, aseguran que el método de negociación sigue siendo el mismo y reducen las diferencias a una cuestión de ruido: “Ella no quiere ser la protagonista de la negociación, pero quiere que haya acuerdo”.

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