VÍA LIBRE A CADA CCAA

Feijóo se pone de perfil y asume las discrepancias fiscales de sus barones

La política fiscal de Andalucía y Madrid reaviva la disputa entre autonomías, también dentro del propio PP

En Génova reconocen que no se pueden aplicar las mismas recetas en todos los territorios y da vía libre a los barones para ejercer sus competencias

Feijóo durante el pleno en el Senado.

Feijóo durante el pleno en el Senado. / JUANJO MARTÍN.

Paloma Esteban

Paloma Esteban

El PP asegura no sentirse incómodo con el debate sobre la armonización fiscal. Al contrario, en Génova reiteran que la mayor división “se evidenció” ayer mismo cuando la portavoz del Gobierno corrigió la apuesta por “recentralizar” impuestos del ministro José Luis Escrivá. “Primero que se aclare el Gobierno y diga qué es exactamente lo que piensa y lo que quiere hacer. Las propuestas deben salir de ellos y no de la oposición. Y también veremos qué piensan sus socios independentistas sobre que les limiten las competencias en materia fiscal”, zanjan fuentes de la dirección popular.

El anuncio del presidente de la Junta de Andalucía de que suprimirá el Impuesto sobre el Patrimonio para volver a atraer fortunas a su comunidad y la rebaja del IRPF en línea con lo anunciado por Isabel Díaz Ayuso días atrás ha reavivado la disputa de la fiscalidad también dentro de las filas populares. Y en Génova aseguran que asumen las discrepancias: “Cada territorio tiene sus particularidades y no se pueden aplicar las mismas recetas en Madrid, Andalucía o Galicia”. 

Lo que explican en el núcleo duro del líder popular es que lo que comparten todos los presidentes autonómicos es la tendencia de bajar impuestos para aumentar el crecimiento económico “frente a la creencia de los socialistas que es subirlos”. Pero, a partir de ahí, insisten en que Feijóo será “coherente” con su posición autonomista y más todavía cuando se trata de competencias específicas de las comunidades en materia fiscal. “Que cada autonomía decida sus políticas dentro del margen que tiene”, explican.

La cuestión es que el último movimiento de Moreno ha desatado una pugna clarísima con Ayuso que se enmarca en lo económico, pero que tiene mucho que ver con lo político. El presidente andaluz no escondió sus intenciones: competir de tú a tú con la comunidad madrileña y morder en la captación de inversores. “Algunas fortunas se iban a Madrid por el impuesto de patrimonio y ahora podrían volver”, explicaban en el entorno de Moreno días atrás. 

Y lo que está por ver es la actitud que mantendrán el resto de comunidades con el ‘frente más liberal’ que ahora se reparten entre Madrid y Andalucía. Feijóo aseguró durante una visita a Burgos este martes en presencia del presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que las decisiones las tomará cada líder autonómico. El presidente castellanoleonés no anunció ninguna medida similar, aunque en su entorno afirman que “no sienten preocupación por el debate fiscal abierto” o incluso con el hecho de “poder tener más margen para bajar nuevos impuestos”. La cuestión es que hay autonomías, como la castellanoleonesa, donde el PP reconoce que el debate sobre el impuesto de patrimonio “es irrelevante” porque afecta a un porcentaje ínfimo de la población.

En Galicia, tal y como recordó Feijóo, se aplicó una rebaja al impuesto de patrimonio del 25% el año pasado con el compromiso de eliminarlo a lo largo de la legislatura, a pesar de que ya existe un mínimo exento que, de facto, afirmó el expresidente gallego, lo hace casi inexistente en su región.

Por ahora, solo Madrid y Andalucía son las dos regiones que también han apostado por la deflactación del IRPF (la medida estrella que Feijóo lleva pidiendo para toda España varios meses y que también han aprobado comunidades como Euskadi con el apoyo del PSOE). El líder del PP sacó pecho por la iniciativa de sus dos presidentes autonómicos, asumiendo también que no todos los territorios tienen la intención o la capacidad de llevarlo a cabo.

Lo que el PP evitará a toda costa es mostrar fisuras “que realmente no existen” en palabras de Génova. Los conservadores siguen pensando que lo que hace falta es abrir el melón de un nuevo sistema de financiación en el que se aborden todas las cuestiones pendientes. Pero afirman que la iniciativa debe ser del Ministerio de Hacienda sin matiz posible.

El Gobierno, sin embargo, está convencido de que los anuncios de Moreno y la política fiscal, de sobra conocida, de Ayuso, refuerza la tesis de que el PP “defiende a las rentas más altas” frente a la posición de Moncloa de que es el “Gobierno de la gente”. En Génova han dejado claro que “no entrarán” a la polémica y Feijóo insiste en que no se visualicen fisuras “en realidad inexistentes”.

Incluso, en el entorno del presidente justifican la posición de Ayuso, que criticó el impuesto a las energéticas propuesto por Ursola Von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. La dirigente afirmó que se trataba de un “tremendo error” por mucho que la dirección nacional haya respaldado la tasa europea. Fuentes populares de toda solvencia quitan importancia a sus palabras e incluso afirman que es “un debate legítimo” en el que caben las distintas posiciones.