LA BATALLA ECONÓMICA

Feijóo usará la deflactación del IRPF en Euskadi para forzar una rectificación del Gobierno

Más allá del plan energético, Feijóo planea hacer de la economía la gran batalla política del final de la legislatura, mirando especialmente a la inflación

Su medida estrella, deflactar el IRPF, ya se ha puesto en marcha en el País Vasco con el apoyo del PSOE en esa comunidad

El líder conservador insistirá en su propuesta, reflejando la "incoherencia" del Gobierno y buscando que se aplique en toda España

Feijóo durante el balance de curso político en el Senado.

Feijóo durante el balance de curso político en el Senado. / PIERRE-PHILIPPE MARCOU

Paloma Esteban

Paloma Esteban

Con todas las miradas puestas en el plan de ahorro energético del Gobierno (que probablemente se ampliará con nuevas medidas de calado a partir del mes de septiembre), el líder del PP planea un verano y, sobre todo, un arranque del nuevo curso centrado en la batalla económica. Los populares no critican regular las temperaturas o plantear el apagón en determinados edificios públicos y otros espacios, pero sí consideran que el decreto ley que ha generado polémica en comunidades y sectores se tendría que haber hablado con todos los implicados e incluso plantear algunas medidas específicas en función de las ciudades o municipios.

Pero, más allá de este plan (que irá unido a otras muchas ayudas del Ejecutivo en un decreto ley que el Congreso debe convalidar) Alberto Núñez Feijóo pretende centrar su discurso en la inflación y el empleo. La preocupación que ocupa más espacio en la dirección nacional conservadora sigue siendo el alza de los precios. Y, por eso, el PP volverá a la carga con la necesidad de un plan que alivie la situación en la que ya se encuentran millones de familias españolas y que según sus perspectivas, basadas en la de los principales organismos internacionales y nacionales, empeorará. El PP está convencido de que el Gobierno debe asumir la deflactación del IRPF que Feijóo lleva pidiendo tiempo.

Y el hecho de que el País Vasco, gobernado por el PNV y con el apoyo del PSE, haya aprobado justamente hace días una deflactación del IRPF igual a la que pide el PP ha dado alas al partido de Feijóo para pensar que Sánchez quizá pueda recular. El líder conservador insistirá en su propuesta con el ejemplo vasco. “No será una propuesta tan mala cuando el PSOE la apoya en Euskadi”, insisten en el núcleo duro del PP.

El ‘lehendakari’, Iñigo Urkullu, anunció hace unos días un paquete de medidas entre las que estaba deflactar todos los tramos de la tarifa del IRPF un 4%, además del ajuste de la tabla de retenciones aplicable a los rendimientos de trabajo a partir del mes de septiembre. “Deflactar significa que todas las familias van a disponer de más dinero en su bolsillo”, dijo Urkullu al anunciarlo. Una frase que lleva repitiendo semanas Feijóo para intentar convencer al Ejecutivo de que incluya esa medida en uno de sus decretos anticrisis. 

Para el PP la incoherencia entre la posición del PSOE de Euskadi apoyando la iniciativa mientras Sánchez se niega a implantarla en el resto de España es una “incongruencia” evidente, que genera desigualdad y “españoles de primera y de segunda”, en palabras de Cuca Gamarra en Jerez de la Frontera. 

La nueva portavoz del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, justificó la decisión del País Vasco por tener “un nivel de renta muy superior” al del resto del país por su régimen foral, e insistió en rechazarla para toda España porque, a su juicio, no beneficiaría a las rentas más bajas a nivel nacional. El Gobierno sostiene que dado que las personas que perciben menos de 24.000 euros están exentas de hacer la declaración de la renta, la deflactación del IRPF no conllevaría ningún beneficio.

La propuesta de Feijóo está planteada desde el mes de abril, cuando la subida de precios empezó a rozar los dos dígitos (en julio llegó casi al 11%) para aquellas rentas de menos de 40.000 euros con efecto inmediato y retroactivo desde el 1 de enero. La idea de ajustar la tarifa del IRPF a la evolución de los precios sirve para que los impuestos que paga cada contribuyente mantenga una relación con su capacidad económica, que ahora, con una inflación tan elevada como la que existe, se ve alterada.

Lo que critica el partido conservador es que en lo que va de año este Ejecutivo ha recaudado “16.500 millones de euros más, que no han salido de las grandes fortunas, sino de las rentas medias y bajas”, repetía ayer Gamarra. La posición del PP es que los servicios públicos están “igual de garantizados” y se podrían complementar con un alivio fiscal que “solo devuelve a los españoles lo que realmente les corresponde”. 

En todo caso, Feijóo está decidido a hacer de esta propuesta su gran batalla política, ahora que parece claro que la inflación se mantendrá en niveles muy elevados. E igual que ha ocurrido con el plan de ahorro energético (Euskadi se opone a las propuestas del Ejecutivo y cumplirán el decreto ley, exactamente igual que la Comunidad de Madrid, aunque ha propuesto un protocolo propio) buscarán poner al Gobierno en una contradicción constante por apoyar medidas o permitir posiciones a sus socios y rechazarlas de plano cuando vienen de la mano del PP.