COMPETICIÓN ELECTORAL

Yolanda Díaz cree que ERC habría votado la reforma laboral si fuera de otro ministro de Unidas Podemos

En el Ministerio de Trabajo creen que la cercanía de la vicepresidenta segunda con En Comú Podem y Ada Colau le ha pasado factura en esta negociación

ERC niega absolutamente que tras su voto en contra haya un interés electoral y sostiene que la derogación era una reclamación de parte de su militancia

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, el jueves pasado en el Congreso, el día que se votó la reforma laboral.

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, el jueves pasado en el Congreso, el día que se votó la reforma laboral. / Juan Carlos Hidalgo

Si el jueves el diputado del PP, Alberto Casero, cuyo error permitió al Gobierno convalidar la reforma laboral, no se hubiera convertido en el personaje del día, compartiendo el honor con los dos parlamentarios de UPN, que se saltaron la disciplina de voto, toda la atención habría recaído en la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y en el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Ellos fueron casi durante todo el día los principales protagonistas. Se mandaron continuos reproches desde la tribuna y no pudieron esconder una frialdad mutua. Durante la sesión sobrevoló una explicación a este conflicto. "Rivalidades partidistas", dijo la propia Díaz. "Cálculos electorales y problemas internos", según la portavoz socialista, Esther Peña.

Y es que la competición electoral entre ERC y En Comú Podem es la única justificación que encuentran en el Ministerio de Trabajo para entender el rechazo de los republicanos a la reforma laboral. Creen, según las fuentes consultadas, que se ha castigado a la vicepresidenta segunda por el apoyo que ha recibido de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y de la presidenta de ECP en el Parlament, Jéssica Albiach. La rama catalana es el más solido y sincero respaldo de Díaz para encabezar una plataforma electoral a la izquierda del PSOE. "Hay una comunión de intereses" entre ellas, sostiene, que preocupa a los republicanos porque no les interesa una Ada Colau "fuerte" ni una vicepresidente "fortalecida" por el éxito de sacar adelante una nueva legislación laboral.

DÍAZ, AL ALZA EN LAS ENCUESTAS

Se retroalimentan, añaden, y esto es algo contraproducente para ERC. De hecho, piensan que si este asunto lo hubiera gestionado otro ministro de Unidas Podemos el grupo republicano habría votado a favor. En su intervención en el pleno del jueves la propia diputada de En Comú Podem, Aina Vidal, dijo que igual el rechazo de ERC "tenga que ver con la aparición de encuestas" al alza para Yolanda Díaz.

El factor Colau es algo que también ven otros grupos del Congreso. Fuentes parlamentarias explican que una parte de ERC gestionó muy mal el pacto con ECP, que ha permitido al president de la Generalitat, Pere Aragonès, salvar los presupuestos. Ante la negativa de la CUP a apoyarlos, Albiach salió en su auxilio. Pero el acuerdo incluyó que el grupo municipal de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona facilitara las cuentas de Colau. Se obligó a su portavoz y también diputado, Ernest Maragall, a hacerlo, y los republicanos pasaron de votar en contra de la tramitación del proyecto a abstenerse semanas después para permitir su aprobación. Esta circunstancia habría operado ahora en contra de Díaz.

EL ENROQUE DE ERC

Estas fuentes justifican esta opinión en dos hechos. Que a lo largo de estas semanas de conversaciones nunca se ha vislumbrado en ERC una voluntad de avalar la reforma. Y la virulencia de las palabras de Rufián contra Díaz, a quien avisó de que "ERC no negocia ni vota proyectos personales". Esto sumado a que lideraron un frente común junto a EH Bildu, CUP y BNG, dejaba pocas dudas de que cuáles eran sus intenciones. Sólo hubo un primer momento en que PNV, ERC y PDeCAT intentaron alcanzar un acuerdos de mínimos, con algunas correcciones del texto, que pudieran ser asumidas por el Gobierno pero incluso ese pacto previo fue imposible.

Sin embargo en ERC niegan tajantemente cualquier interés electoral en su voto negativo al acuerdo suscrito con sindicatos y patronal. Defienden que es no conocer a su partido, que si tiene dos señas de identidad son los temas de trabajo y los de memoria democrática. "Que no busquen excusas, lo que no pueden pretender es que demos un sí ciego sin que toquen una coma", señalan fuentes de la formación. "No es por interés electoral", asegura otra fuente republicana. "Es una demanda de buena parte de la militancia más sensible a los temas sociales", indican en referencia a la promesa de derogación total de la reforma laboral de PP por parte del PSOE y Unidas Podemos. El propio Rufián dijo en la tribuna que era el pacto que "hubiera firmado Albert Rivera", de ser vicepresidente.

"UN RETOQUE, UN MAQUILLAJE"

cómo habéis podido apoyar algo así

Igual precisamente por esto y porque la reforma laboral tenía el sello sindical, Díaz pensó que les convencería. Lo intentó hasta la tarde del miércoles, enviando a Rufián varias propuestas que ERC no podía desvelar y con un intento de encuentro en el Ministerio de Trabajo. Todo resultó infructuoso. Incluso la relación personal ha quedado tocada. Según los republicanos la vicepresidenta no entendió que el portavoz de ERC hablaba en representación de la dirección de su partido no de él mismo. No sólo ERC le dio la espalda, tampoco la arroparon las dos principales figuras de Unidas Podemos en el Gobierno, las ministras Ione Belarra e Irene Montero. Se quedó sola, aunque según señalan en el Ministerio de Trabajo, con la vital compañía de los diputados de Unidas Podemos.