TENDRÁ QUE SER CONVALIDADO EN EL CONGRESO

Las dudas de los aliados del Gobierno añaden suspense al decreto de las mascarillas

ERC, según fuentes de la formación, lo apoyará, y eso asfalta el camino del aval parlamentario a dichas medidas

Carolina Darias, con el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre.

Carolina Darias, con el consejero andaluz de Salud, Jesús Aguirre. / EUROPA PRESS

Ángel Alonso Giménez

Descontado que PSOE y Unidas Podemos van a mantener la unidad en el decreto polémico de las mascarillas, el terreno que pisarán ambos partidos cuando pregunten a sus aliados qué voto emitirán en el debate de la convalidación del Congreso va a estar embarrado y oscuro. Salvo ERC, que se decanta por apoyarlo, aseguran fuentes de esta formación a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, las demás formaciones habitualmente alineadas no lo tienen nada claro.

Una ronda hecha por este medio confirma que no hay nada confirmado. El PNV, apuntan sus fuentes, pide conocer el decreto antes, si bien dan una pista: el lehendakari, Íñigo Urkullu, se mostró a favor del uso obligatoria de las mascarillas en exteriores antes de participar en la Conferencia de Presidentes del Senado, hecha este miércoles en formato telemático. EH Bildu evita corroborar el respaldo, pero también el rechazo. A Más País no le han gustado las medidas de Pedro Sánchez para afrontar la sexta ola del coronavirus, la de ómicron.

Podría bastar sólo el "sí" de los trece diputados de ERC. La razón es numérica. Está más que ratificado el "no" de Vox y de Cs, como ha avanzado su portavoz, Edmundo Bal. En el Gobierno reconocen que tienen dudas con el PP, ya que, al mismo tiempo que se ha mostrado crítico con la obligatoriedad de las mascarillas, barones insignes de esta formación como Juanma Moreno, presidente andaluz, y Alberto Núñez Feijóo, presidente gallego, la defendieron y la siguen defendiendo.

Fuentes de la dirección del PP adelantan a este medio que no lo van a apoyar y que en consecuencia el dilema es la abstención o el rechazo. Su ofensiva persistirá y avanzan también que van a pedir los informes científicos que, según la ministra Carolina Darias, dan consistencia sanitaria a la propuesta.

En el caso de que el PP opte por el rechazo y PNV y EH Bildu también, la horquilla de los votos en contra se iría por encima de los 160, y ello obligaría a los grupos parlamentarios que sustentan al Gobierno a poner un dique de contención en formaciones minoritarias, como Más País, Compromís, PDeCAT, etcétera. Aquí es por donde puede aumentar el suspense político de una medida controvertida.

Un fiasco con este decreto sería un varapalo tremendo al Ejecutivo de PSOE y Unidas Podemos tras el nivel de contestación que la medida ha generado en la opinión pública, al menos a tenor de las opiniones vertidas en las redes sociales.

Ahora bien, el apoyo de ERC facilita mucho las cosas y todo apunta a que será convalidado.

El decreto será convalidado en un mes sin actividad

El Consejo de Ministros, en sesión extraordinaria, ha aprobado este decreto ley sobre el uso de las mascarillas en exteriores, en plena ola de ómicron, cifras récord de contagios y cierta contención de la ocupación hospitalaria.

Como es preceptivo, el Congreso tendrá que reunirse para convalidarlo o derogarlo en un plazo de 31 días. Ocurre que enero es un mes inhábil, es decir, sin actividad parlamentario. Ello implica una serie de matices.

El primero es que la Diputación Permanente, órgano que gobierna la Cámara en periodos entre legislaturas y en épocas inhábiles (julio, agosto y enero), tendrá que reunirse para dirimir la convocatoria del pleno extraordinario que avale o rechace el decreto de las mascarillas. Ahora bien, el reglamento permite que esa potestad la tengan también el Gobierno y la mayoría absoluta de los diputados (176). Lo más probable es que la decisión corra a cargo de la Diputación, que es como un pleno en pequeña escala: la componen 69 representantes y los grupos aportan un número de miembros en función de su composición global.

Todo apunta a que habrá una sesión de la Diputación durante la segunda quincena de enero, y 48 horas después el pleno que avalará o tumbará el decreto de las mascarillas. Puede que para entonces (ojalá) ni siquiera haga falta llevarlas en exteriores.