Opinión | EL CUERPO EN GUERRA

El ejército y la batalla

Más allá del dolor y la encarnizada lucha por mantenerse viva, reconozco que el tema de la batalla se encuentra bastante presente en el léxico con el que mi ejército y yo encaramos la existencia, la vida

Estudio de un cáncer de mama.

Estudio de un cáncer de mama.

El uso de las metáforas médicas en relación a la enfermedad y, especialmente, al cáncer comenzó hacia 1880, cuando se identificaron las bacterias como agentes patógenos, según cuenta Susan Sontag en La enfermedad y sus metáforas. Se decía que las bacterias "invadían" el cuerpo, o que "se infiltraban en él". Es algo que esconde un doble rasero: la lucha contra la enfermedad implica que la responsabilidad de acabar con ella depende también del paciente, cuando no es así, depende sobre todo del equipo médico y del cuerpo, de cómo responda éste a los tratamientos, algo totalmente impredecible y, en ocasiones, fortuito. Somos todo cuerpo continuamente. Tengo amigas, también pacientes con dolor crónico, que están tremendamente en contra de este lenguaje, que sostienen que la batalla no es nuestra, sino de la medicina. Yo –lo reconozco– no sabría hablar del dolor de otra manera, sin usar las palabras: ofensiva, trinchera, guerra de desgaste, bombardeo en el vientre...

Más allá del dolor y la encarnizada lucha por mantenerse viva, reconozco que el tema de la batalla se encuentra bastante presente en el léxico con el que mi ejército y yo encaramos la existencia, la vida. Mi amigo Joaquín, uno de mis capitanes de más alto rango, dice a menudo que la guerra (la vital y la literaria) se libra batalla a batalla. Yo anoche me sorprendí reafirmando que no sólo la vida, sino que nuestro ejército también se nos desvela batalla a batalla. Con esto quiero decir que uno afronta las vicisitudes que se le van presentando ofensiva tras ofensiva y que a lo largo de esta hazaña va descubriendo o reafirmando con quién cuenta en su equipo y quiénes se han vuelto imprescindibles en su batallón.

El otro día nos la jugábamos "en casa" con la presentación del nuevo libro, Revolución (Cántico, 2023), de José Daniel García en el Ateneo en Madrid. El paisaje acompañaba: la biblioteca del Ateneo es ese lugar en el que se suceden miles de historias de antaño a la vez en sus estanterías, tan repletas de historia y magia. Salimos vencedores. Y después nos fuimos a tomar un vino. Joaquín sentenció que habíamos ganado la batalla y yo sonreí, orgullosa y afortunada, de verme arropada y rodeada de ellos, de Dani y Joaquín, y de saberlos parte de mi ejército. Nos abrazamos, brindamos, reímos... Y la vida siguió siendo maravillosa mucho más allá del día siguiente. Sé que, frente a todas las inclemencias (meteorológicas, del amor, del tiempo, vitales...), ellos estarán ahí, firmes, dispuestos a luchar por mí, a salvarme de mí misma cuantas veces sea necesario y a defenderme con uñas y dientes. Parafraseando a Carver, diré: "Cuando leáis este texto, os acordaréis de aquellos días y de lo mucho, lo muchísimo, que os quiero".