Opinión | VIOLENCIA MACHISTA

Tomar partido en la guerra de los sexos

Qué diferencia entre el discurso de Ángel Martín, que habla de "Tercera Guerra Mundial" entre hombres y mujeres, y el de Alexia Putellas pidiendo tolerancia cero

Ángel Martín en su informativo matinal

Ángel Martín en su informativo matinal

Supongo que podemos hablar de represión sobre la mujer y el velo en Irán, de la falta de educación en niñas, de la pobreza de miles de mujeres en el mundo, de los feminicidios en cualquier país, de la opresión que sufren en Afganistán o de las 736 millones que han sufrido violencia física o sexual, según la ONU. Y supongo que habrá a quien le resbale todo esto.

Supongo que quizás también da igual las más de mil mujeres asesinadas en España desde 2003, una violación cada tres horas, más de 400 denuncias al día por violencia de género o que 7 de cada 10 no denuncien el acoso sexual en su trabajo por miedo.

Supongo que a pesar de los esfuerzos por concienciar, hay quien sigue sin verlo cuando habla de que "se está intentando generar una Tercera Guerra Mundial entre hombres y mujeres". Esta vez lo dijo Ángel Martín en un vídeo, pero podemos cambiar su nombre por el de cualquier otro hombre o mujer. Es un clásico.

Hace meses decía Martín que le preocupaba la falta de empatía. Y sí. Preocupa cuando se opina con el pensamiento fácil. El equidistante, el que no empatiza con quien padece, el guay con el que no te mojas. Es rentable. Intentas quedar bien ante miles de seguidores. Pero, al final, sí tomas parte. Y ocurre cuando pones en el mismo punto de partida a quien recibe el daño que a quien lo ejerce. Y, con ello, se cuestiona a quien habla para defenderse. 

El feminismo ha dicho mil veces que las mujeres no son seres de luz y eso no cambia la realidad. Hablar de guerra de sexos cuando es a nosotras a las que nos matan y agreden es columpiarse bastante. Hablar de radicalización frente a un movimiento que pide conciliación, negociación, relaciones afectivas, derechos y rechazo de la violencia es injusto. Hablar de generalización cuando las encuestas científicas confirman que los hombres nos agreden es negar la realidad. Si hay dudas es fácil saber de qué lado estás dependiendo de quiénes te aplauden.

Esto ha ocurrido en plena semana donde la Real Federación Española de Fútbol ha demostrado la esencia del machismo: paternalismo, intimidación, acoso y no escuchar a sus jugadoras. Qué diferencia entre el discurso de Martín y el de Alexia Putellas pidiendo 'tolerancia cero' y que "todo lo que sea ponerse de lado ya es posicionarse". Eso es crear futuro.

Quienes apoyan lo de la guerra de sexos de las mujeres contra los hombres dirán que cancelamos a quienes opinan, cuando durante siglos nosotras hemos sido las canceladas. Dice Martín que "no se entendió". Ya, lo de siempre. Y que intentaba ser "conciliador". No se puede ser conciliador con quien agrede. Y sí, lo que entendimos es que es él quien no entiende que este cambio es el de una sociedad que dice "se acabó".

Si hay una guerra silenciosa siempre fue la del machismo contra nosotras. Nuestras asesinadas están ahí como verdad de ese horror. Por las que no pudieron hablar, ahora hablamos y no callamos. Y frente a esa guerra nosotras no vamos con armas, sino con palabras. Pidiendo memoria, respeto y justicia. Siempre se puede aprender y cambiar de opinión. Cada cual que tome partido antes de que sea tarde.