Opinión

El atolladero tras las elecciones del 23J

Darle todo el protagonismo a Vox es, ha sido y será una irresponsabilidad, lo haga el PP o lo haga el PSOE

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez, durante el acto central de campaña del PSC celebrado este domingo en el Palau de Congressos de Barcelona.

El presidente del Gobierno Pedro Sánchez, durante el acto central de campaña del PSC celebrado este domingo en el Palau de Congressos de Barcelona. / EFE/ Andreu Dalmau

El margen de error de las encuestas hace que lleguemos a la última semana de campaña con más escenarios abiertos de los que algunos querían. Ningún sondeo, excepto el denostado CIS de Tezanos, pone en duda la victoria del PP de la mano de Alberto Núñez Feijóo. Y todos dejan claro que la recuperación que anhelaba Pedro Sánchez en el bloque de la izquierda no llega por ninguna parte. Y aún parece más improbable que haya una suma alternativa a la del PP y Vox, que roza con la punta de los dedos la mayoría absoluta.

En el sondeo del Gesop que publica hoy EL PERIÓDICO DE ESPAÑA junto a los demás diarios de Prensa Ibérica, los partidos de la derecha llegan en la banda alta a los 178 escaños mientras que el PSOE y Sumar alcanzan los 148 en su mejor versión. De manera que, con los datos actuales, a lo máximo que puede aspirar la izquierda es a bloquear la investidura de Feijóo si no puede (por votos) o no quiere (por responsabilidad) pactar con Vox. En ese contexto, la opinión de los votantes sobre lo que deben hacer los partidos ante un bloqueo o para evitar el acceso de Vox al Gobierno es relevante. Aunque la mayoría de los votantes de PSOE y Sumar se abren a liberar a Feijóo del yugo de Vox, el 35% de los electores socialistas se oponen y en el caso de los simpatizantes de Sumar son el 43%. En cambio, la posibilidad de que PP y PSOE formen una gran coalición recaba solo el apoyo del 28%. Es un dato importante, tanto para los que aún no han decidido su voto como para los dirigentes que tomarán decisiones.

Aún pueden pasar cosas aunque la campaña parezca desvanecida desde el debate del lunes pasado. El 18% de los que votaron a Sánchez en 2019 aún no han decidido a quien votar. Y el 30% de los que optaron por Ciudadanos. En cambio, los votantes entonces de Vox y de Podemos, ya han tomado mayoritariamente sus decisiones; quedan poco más de un 10% por decantar. En el caso del PP aún son el 16%. Está claro que la salida en tromba de Sánchez no ha generado la ilusión que necesitaban sus votantes. Y ahora el dilema es más sobre si Feijóo necesitará o no a Vox y sobre la actitud del PSOE en el caso de que estemos ante una situación de bloqueo.

Enfrentar a los españoles en dos bloques irreconciliables no ha sido en ningún caso una buena idea, ni siquiera para quienes esperaban obtener un rédito electoral con ello. Alentar el peligro de Vox, que objetivamente lo tiene aunque sea relativizado por el acervo de la UE, no estimula a los votantes del PSOE y en cambio sí que presenta a Feijóo como el voto útil frente a la extrema derecha como ya pasó en Andalucía. Si las encuestas se confirman y los resultados son estos, sería interesante no incidir en el error fomentando el bloqueo de España en plena presidencia europea o forzando la celebración de unas nuevas elecciones generales en los próximos meses en las que no parece que se tenga nada nuevo que ofrecer.

Enfrentar a los españoles en dos bloques irreconciliables no ha sido en ningún caso una buena idea"

En todo caso, los ciudadanos tendrán el domingo la última palabra, aunque la fecha augure una abstención más alta que en los últimos comicios. A ellos les toca poner el sentido común que en demasiadas ocasiones no exhiben los políticos y menos los nuevos que los de toda la vida. Darle a Vox todo el protagonismo es, ha sido y será una irresponsabilidad y sería bueno que en esta ocasión nos ahorrásemos una segunda convocatoria electoral.