Portugal tima a España con su mezcla de aceite de girasol y oliva

El aceite se posiciona como uno de los esenciales en la dieta de todo español, y es que este oro líquido ha estado en boca de todos este año por su desorbitado precio. A pesar de que es un producto básico en nuestra alimentación mediterránea, la situación de los últimos meses nos ha obligado a considerar este ingrediente como un bien de lujo. En la mayoría de nuestros supermercados el litro ya alcanza los nueve euros, algo que años atrás nos habría parecido impensable.

A pesar de la subida de precios, la mayoría de aceite de oliva que se vende corresponde a campañas del pasado o a las importaciones. Aunque estas últimas nos pueden dar algún que otro problema. Y es que la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) denunciaba el pasado mes de abril una práctica que llevaban a cabo algunos productores extranjeros con el cometido de abaratar costes. Esta práctica que la UPA calificaba con "lamentable" se trata de mezclar aceite de oliva con aceite de girasol.

Esta polémica parecía haberse quedado en el olvido, pero meses después, ha regresado porque se han detectado algunos países como es el vecino portugués, que habría puesto en marcha -otra vez- esta práctica. Aunque en Europa no es ilegal mezclar aceites elaborados con distintas materias primas, en España no está permitido por la norma de calidad del aceite, algo que se les exige a los productores españoles.

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Esta práctica deteriora los aceites elaborados a partir de estas mezclas que, empeora la imagen de un producto de excelencia como es el aceite español. Muchos productores se han estado quejando del excesivo gasto de los gastos, combinado con la sequía que estaría encareciendo los procesos de producción.

En adición, la UPA recalca que los consumidores no saben los que consumen, ya que el etiquetado no es claro. La entidad insiste en que el diseño del etiquetado busca confundir a los consumidores, mientras piden a los productores que acaben con esta práctica de inmediato. A pesar de que la UPA admite que existen etiquetados más claros, la gran mayoría de estas botellas aparece la figura de una corona de aceitunas y la imagen de una mujer andaluza con traje de flamenca. Ante esta problemática, exige la visibilización del problema y que los productores acaben con esta práctica o sean claros con el etiquetado.