ALIMENTACIÓN

Que no te la cuelen en la pescadería: ¿cómo comprobar que el pescado está fresco?

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) marca una serie de recomendaciones para asegurarse de la frescura del producto

El peor pescado de España se encuentra en este supermercado, según la OCU

Una pescadería con diferentes productos

Una pescadería con diferentes productos / Giovana Spiller

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La OCU aconseja consumir comer pescado por lo menos tres veces a la semana, una de ellas, pescado azul. Es un elemento clave en la dieta por sus grandes beneficios nutricionales, como por ejemplo, el omega-3, un ácido graso muy beneficioso para el organismo. Es un alimento muy versátil, ya que cada especie tiene un sabor muy distinto y se puede combinar con muchos ingredientes. Además, se pueden preparar al horno, en la sartén o incluso en la freidora de aire.

Pero uno de los puntos débiles del pescado es que se estropea muy rápido. Por ello, es muy importante asegurarse de que el producto se encuentran en perfectas condiciones en la pescadería antes de comprarlo. También es fundamental, después, conservarlo en casa adecuadamente para no sufrir una intoxicación alimentaria.

Cómo saber si el pescado está fresco

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda comprobar la frescura del pescado mediante varios trucos. Primero, hay que fijarse en el color de la agalla, que debe ser rojizo. Si lo ves marrón significa que el ejemplar está en mal estado. Como no debes tocar los productos por cuestiones de higiene, puedes pedir al pescadero que te muestre la agalla.

Las piezas deben estar casi rígidas, muy tersas. Si están blandas, significa que ha pasado un tiempo desde su captura y ya ha perdido la firmeza del rigor mortis. Además, los ojos del pez deben sobresalir y estar muy brillantes. En caso de que se encuentren hundidos, es signo de que ya no está fresco.

Los ojos del pescado deben de sobresalir de la pieza, es una muestra de que está aún fresco

Los ojos del pescado deben de sobresalir de la pieza, es una muestra de que está aún fresco / Kindel Media (Pexels)

La piel del pescado en buenas condiciones es brillante, aunque en algunas pescaderías se pulveriza agua a menudo para refrescar la mercancía. Sin embargo, un exceso de riego podría camuflar su sequedad y que ya no esté realmente en perfectas condiciones, como advierte la OCU. El recubrimiento de la tripa ha de estar completo y lustroso. Por ejemplo, en el caso de la merluza, debería ser negro y reluciente.

Cómo conservar el pescado en casa

Lo ideal para la conservación del pescado es retirar las vísceras y limpiarlo por dentro y por fuera. Puedes pedir en la pescadería que hagan esta tarea o hacerlo tú mismo nada más volver a casa tras la compra. Para el almacenaje, es conveniente utilizar un envase hermético, por ejemplo, una bolsita con cierre de 'zip'. Esto ayudará a que no se reseque la pieza y, además, retendrá cualquier posible líquido que emane del pez, que podría contaminar otros alimentos en la nevera.

Por otro lado, guárdalo en el frigorífico solo si se va a tomar en los dos días siguientes. En caso contrario, se debe colocar en el congelador. Pero, atención, no lo olvides en un rincón: como máximo, se debe consumir antes de 3 meses si se trata de pescado azul y de 6 meses, en el caso del pescado blanco.

Además, la práctica del congelado también resulta acertada porque se matan los anisakis, un parásito que puede producir intoxicación alimentaria o alergias. Otra medida para evitarlos es cocinar completamente el pescado, para no comer ninguna parte que se encuentre cruda.