RELACIONES

Amor con fecha de caducidad: cuatro años es la duración que establece la ciencia

Tras la fase inicial de enamoramiento, llega la del desencanto, en la que puede producirse la ruptura o pasar al amor maduro

Rosalía y Rauw Alejandro.

Rosalía y Rauw Alejandro. / SONY MUSIC

El fin del romance de Rosalía y Rauw Alejandro se ha convertido en uno de los culebrones del verano. Sólo hay que teclear cualquiera de los dos nombres en el buscador y la pantalla se llena de entradas sobre su pasado como pareja y sobre su ruptura. La ciencia tiene una explicación sobre por qué muchas parejas rompen tras cuatro años de relación. Según la psicóloga y sexóloga viguesa Emma Placer, especialista en relaciones de pareja, esto se debe a las fases del amor, probablemente, la emoción más fuerte que experimenta el ser humano, junto con el odio.

El amor –y el desamor– protagoniza las páginas de literatura y las secuencias de cine más bellas, es tema de inspiración de músicos y artistas, y en la era digital, alimenta las redes sociales, especialmente si sus protagonistas son rostros conocidos. Y para muestra un botón. O una colección: los propios Rosalía y Rauw Alejandro, Shakira y Piqué, Malú y Albert Rivera, Aitana y Miguel Bernardeau, Angelina Jolie y Brad Pitt..., parejas que han acaparado la atención mediática desde su nacimiento hasta su ocaso.

Pero ¿qué sabemos en realidad del amor?, ¿es para siempre o tiene fecha de caducidad?, ¿qué dice la ciencia al respecto? La antropología, la neurobiología, la sociología, la psicología y la sexología intentan dar respuesta a este sentimiento universal, que no conoce de edad, raza o religión.

Hay evidencias de que el amor genera bienestar físico y emocional, y desde un punto de vista evolutivo permite seleccionar pareja de cara a la perpetuación de la especie. Pero también hay un fuerte componente cultural en la manera en que cada sociedad lo vive y lo expresa.

"El amor ni siquiera es una emoción primaria, o sea, que no nacemos con ella como sí nacemos con la alegría, la tristeza, la ira y el miedo"

Emma Placer

— Psicóloga y sexóloga

“El amor es una emoción; la monogamia, el matrimonio y las formas de pareja son normas y reglas sociales. Si definimos el amor en exclusiva como una emoción, tiene una propiedad adaptativa para las personas igual que el miedo o el asco. El amor ni siquiera es una emoción primaria, o sea, que no nacemos con ella como sí nacemos con la alegría, la tristeza, la ira y el miedo”, explica Placer.

Como sucede con otros muchos aspectos, no hay una definición única del amor. En el campo de la psicología, una de las hipótesis más conocidas es la teoría triangular de Robert Sternberg, según Placer, una de las definiciones más completas de las relaciones interpersonales amorosas.

La teoría de este psicólogo e investigador estadounidense define el amor como aquella relación interpersonal que genera bienestar y que está compuesta por tres cualidades: intimidad, pasión y compromiso. Estos tres componentes, por tanto, representan las esquinas de una pirámide, en la que la intimidad se sitúa en el punto más alto y el compromiso y la pasión a ambos lados en la parte inferior.

La intimidad hace referencia al sentimiento de cercanía, a la conexión entre las dos personas que forman la relación amorosa, a la confianza, la amistad y el afecto entre ellas. La pasión es la atracción física y el impulso o la necesidad de estar con la otra persona y de tener relaciones íntimas. El compromiso hace referencia a la decisión de seguir en la relación a pesar de los altibajos que puedan surgir e incluye aspectos como los momentos vividos y la historia de la relación.

Toda relación amorosa pasa por diversas fases, durante las cuales se activan distintas áreas del cerebro del circuito de recompensas, produciendo una variedad de respuestas físicas y emocionales. La primera es la de la atracción. “Es la etapa más asociada a las relaciones, que tiene que ver con la seducción y el deseo sexual”, afirma.

La segunda es el enamoramiento. “Es la fase más conocida y en la que falsamente creemos que tenemos que permanecer eternamente por la perpetuación del amor romántico y dependiente. Creemos que esta fase es la mejor porque a todo lo anterior relacionado con la atracción se incorpora la ilusión por la otra persona, las muestras sociales del amor, los planes a futuro..., Ésta es la fase que mostraron Rosalía y Rauw en las redes sociales”, explica la sexóloga.

El enamoramiento tiene fecha de caducidad. Algunos estudios la establecen en cuatro años

Sin embargo, el enamoramiento tiene fecha de caducidad. Algunos estudios la establecen en cuatro años. Placer le da una duración aún menor: entre 3 y 18 meses. La razón de que esta fase no se prolongue más en el tiempo hay que buscarla en la biología. “Las sustancias químicas que son como un cóctel hormonal de placer y alegría (dopamina, serotonina, oxitocina, etcétera) funcionan en nuestro cerebro de forma muy natural y espontánea aportándonos sensaciones de placer y bienestar y ‘ocultando’ rasgos de la pareja más negativos. Desde un punto de vista funcional, este despliegue hormonal no puede durar mucho tiempo porque nos convierte en personas poco funcionales, estamos como en un atontamiento constante y también obsesivo hacía nuestro foco de enamoramiento”, explica.

Tras esta etapa llega la del desencanto o desenamoramiento, ésa en la que se nos cae la venda de los ojos y comenzamos a percibir la realidad, sin filtros. “A pesar de ser la fase más desconocida, según mi experiencia como terapeuta de parejas es la más importante. Es cuando somos conscientes de los defectos de nuestra pareja y no vivimos en el limbo de la idealización de amor romántico, que es lo que nos suelen vender en las películas y literatura románticas. Esta es una fase de transición necesaria en la que puede desarrollarse la ruptura o pasar a la siguiente fase, que es la definitiva y verdaderamente ‘romántica’”, explica.

Se refiere Placer al conocido como amor maduro, que tiene como pilar fundamental ya no la sexualidad, sino el cariño. Según la especialista, se trata de la etapa del amor más “responsable” y que tiene mayores niveles de compromiso y consciencia. “A diferencia del enamoramiento, esta fase sí que es larga e incluso para siempre”, comenta.

Uno de los ejemplos más icónicos de este amor maduro es el matrimonio que formaron los actores de Hollywood Paul Newman y Joanne Woodward, que permanecieron juntos hasta la muerte del actor en 2008, cincuenta años de relación que también alcanzó otra pareja artística, ésta del cine español: Asunción Balaguer y Paco Rabal, cuyo matrimonio duró desde 1951 hasta 2001, año en que falleció el actor.

Estos dos ejemplos constatan que también hay parejas que pueden tener un futuro largo y prometedor una vez pasada la fase pasional.

Evidencia científica para contraatacar

Según Emma Placer, se puede emplear la evidencia científica para responder a la evidencia científica que pone fecha de caducidad al amor. Respecto a esto, recuerda el trabajo de la investigadora Helen Fisher, autora de “Anatomía del amor”, que deja a un lado la poesía y el romanticismo para estudiar los cerebros humanos en cada uno de los estados del amor. En 2012, Fisher y su equipo encontraron evidencias de la correlación neuronal de la satisfacción y el bienestar de las relaciones a largo plazo estudiando el cerebro de parejas con más de veinte años de relación. “Esforzarse por ser una persona que no genera incertidumbre a la pareja y, por el contrario, aliviar la ansiedad y el estrés en la otra persona parece ser el predictivo del éxito en las parejas de larga duración. Es un poco paradójico porque esas emociones son casi lo contrario a la pasión y las maripositas”, afirma la sexóloga. La especialista advierte de que en cualquier caso es un error pretender que la otra persona cambie porque la voluntad de cambio es personal. “Lo que sí se puede favorecer, mediante las neuronas espejo, es que la otra persona adquiera roles más positivos para ambos. Por ejemplo, si tú de base eres una persona con arranques de ira y durante meses observas que tu pareja, ante los enfados, respira hondo, y habla bajito y de forma calmada, lo deja para un mejor momento, sin violencia verbal y sin pasivo agresividad, aprenderás a enfrentarte una discusión de esa forma más plácida”, explica.

[object Object]

APUNTES1. Emoción inspiradora

El amor es la emoción que con más intensidad viven los seres humanos. Es fuente de inspiración para la cultura y el arte.

2. Una experiencia en fases

Toda relación de pareja pasa por diferentes etapas: atracción, enamoramiento, desencanto y amor maduro.

3. La ciencia busca definirla

Ciencias como la psicología, la sociología, la neurología y la sexología intentar explican el amor desde el prisma de su campo.